“Venezuela es una piedra en el zapato norteamericano”

“Venezuela es una piedra en el zapato norteamericano”

NU dialogó con el analista internacional y Director del thinktank regional CRIES Andrei Serbin Pont.


Noticias Urbanas dialogó en exclusiva con el analista internacional Andrei Serbin Pont acerca de la situación actual y futura de Venezuela, y cómo se encuadra en el mapa geopolítico de la región y el mundo. Serbin Pont es, además, Director del thinktank regional CRIES (Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales).

¿Qué pasa en Venezuela?

Estamos próximos a cumplir 20 años del proceso revolucionario que inició Hugo Chávez, que fue un modelo que rompió con como se llevaba adelante la política en Venezuela. Ese modelo se ha ido agotando por una serie de factores. Por un lado, está el colapso del precio del petróleo. Chávez utilizó los ingresos del petróleo alto para financiar su política económica y social pero no diversificó la economía. Entonces, Venezuela se volvió aún más dependiente del petróleo de lo que era antes. Podes tener excelentes planes sociales, pero si están atados al precio del petróleo, el día que baja el precio del hidrocarburo, colapsan los programas sociales.

En ese proceso de falta de diversificación y, más bien, concentración aún más de la economía, se dejó de producir comida en el país, insumos médicos, y se empezó a depender aún más de las importaciones. A medida que baja el precio del petróleo, el Gobierno tiene menos plata y no las puede costear.

¿Venezuela es el país con más petróleo del mundo?

Las mayores de reservas de petróleo confirmadas en el mundo son las de Venezuela, y alrededor del 95% de la economía depende de la producción petrolera. Cualquier variación, por pequeña que sea, del precio del petróleo, te afecta directamente.

¿Por qué hay variaciones en el precio del petróleo?

Porque tenemos cambios en la demanda a nivel global, los niveles de producción; a veces conflictos en zonas petroleras pueden causar la expectativa de una baja en la producción o el acceso a ese petróleo de esa zona entonces aumentan los precios; también hay muchas veces cambios en la economía global, que hacen que aumenten la demanda en este tipo de energía. Son una serie de factores completamente exógenos a la capacidad de Venezuela, es decir, son elementos del cual no tiene ningún control.

Si naces sobre un enorme pozo de petróleo, obviamente sabes lo que tenés. Pero si combinás que no diversificaste la economía, baja el precio del petróleo, extendiste ampliamente los programas sociales y ahora no los podes financiar, y le sumas que buena parte de las instituciones gubernamentales son muy corruptas, en esos contextos de necesidad también aprovechaban las circunstancias.

Hay una confluencia de factores endógenos y otros exógenos. Los endógenos tienen que ver con una muy mala capacidad de administrar los recursos y con corrupción estatal que lleva a esta situación en la cual hay escases de todos los bienes esenciales en Venezuela.

¿Qué pensas de la reelección de Nicolás Maduro?

En la elección del 2013 todavía no estaba este panorama. Los analistas decían que era un modelo económico problemático, aunque no se veían los problemas todavía porque no había bajado el precio del petróleo. Cuando es elegido en 2018 el problema es que son unas elecciones consideradas por buena parte de los observadores internacionales como fraudulentas, porque no cumplen con estándares mínimos sobre cómo se debe llevar adelante un proceso democrático, transparente y justo.

Buena parte de los candidatos de la oposición estaban proscriptos, por estar inhabilitados judicialmente, o estaban en el exilio o presos. También adelantaron la fecha de los comicios para no darle el tiempo a la oposición de que se pueda organizar y prepararse.

Sumado a una serie de medidas que realmente atentan contra la libertad del voto. En las elecciones 2018, el Gobierno impuso el carnet de la patria, que es un sistema de control social con puestos cerca de los centros de votación. Dieron el mensaje a la población de “sabemos cómo vota la gente y si no votan a favor de Maduro te van a cortar el carnet de la patria, el acceso a la caja de alimentos, te van a despedir de tu trabajo”, entre otras cosas. Generan miedo a la población y contribuye a esas condiciones fraudulentas.

Maduro gana no solo por el fraude, también porque está desarticulada la oposición. El único candidato opositor, Henri Falcón, en verdad venía del chavismo. Es casi un opositor títere.

¿Cómo encaja en el mundo la situación de Venezuela?

Tiene que ver con una serie de intereses que tienen grandes potencias en el mundo. Desde la guerra fría, Estados Unidos percibió América Latina como su patio trasero. Por eso apoyó dictaduras en buena parte del continente, todas las iniciativas de contrainsurgencia para eliminar a grupos comunistas, socialistas, etc. Todo ese historial espantoso que conocemos de Estados Unidos lo hacía porque tenía una percepción de que era su patio, su zona de influencia, y tenía que asegurarse de que la Unión Soviética no pueda penetrar dentro de su espacio.

Ahora vemos un resurgimiento de Rusia, China y un montón de otros estados que empiezan a emerger como potencia, y que empieza a confluir dentro de este bloque euroasiático, que quizás ya no hay diferencia tan clara entre el capitalismo/democracia contra el comunismo, no tiene ese factor tan ideológicamente cargado, pero sí son países como en la guerra fría.

Sí vemos que este bloque eruoasiático no comparte o cuestiona ciertos valores que Occidente da como esenciales como la idea de la democracia liberal, derechos humanos, derecho internacional; para un presidente como Putin o Xi Jinping no son prioritarios ni parte de su agenda, entonces no es problemático para ellos darle apoyo a un líder que ellos consideran ilegítimo como Maduro, que puede ser violatorio de los derechos humanos, represivo con su propio pueblo. En cambio, los países de Occidente como Estados Unidos o Europa tienen otros valores.

Estos países que lograron entrar en los últimos veinte años a Venezuela, principalmente Rusia y China, tienen muchos intereses económicos, financieros, comerciales y geopolíticos. Esto último tiene que ver con poner en duda el poder norteamericano y conquistar mercados y acceso a recursos. China fue muy hábil en eso, fue ofreciendo créditos a cambio de petróleo, inversiones en infraestructura, etc.

¿Cuál es la relación de China y Rusia con el Gobierno actual?

Los dos países son pragmáticos, sobre todo China, que te ofrece cosas que es difícil decirle que no. Ofrecen un conjunto de herramientas que en un momento en que el acceso a créditos para parte de los mercados emergentes puede ser relativamente caro, ellos te lo dan. En el contexto venezolano se hizo muy interesante con un agregado: en esa percepción que tenía Chávez de que Estados Unidos era el enemigo, comprarle a China implicó también depender menos de su enemigo.

Con Rusia la situación es diferente, porque ellos invirtieron en producción petrolera. Eso también influyó sobre cómo se daban iniciativas anti democrácticas o autoritarias en Venezuela. Hace dos años, hubo una decisión del Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el oficialismo, que anuló las potestades legislativas de la Asamblea Nacional. Después sucedió una sentencia y el Gobierno se echó para atrás con la excepción de uno de los puntos, la que daba la potestad a la Asamblea Nacional de poder aceptar o rechazar la creación de empresas mixtas. Para el Gobierno era importante que ellos no decidan porque estaban negociando con los rusos creación de empresas mixtas para que ellos puedan entrar.

¿Qué implica “no depender de Estados Unidos”?

Implica querer quebrar con ese ciclo del imperialismo. El problema es que a veces lo que hace es cambiar de un imperialismo por el otro. Es lo que estamos viendo hoy en Venezuela. A China no le importa que las personas en Venezuela estén muriendo de hambre, siempre y cuando esos 600 mil barriles de petróleo que le tienen que enviar todos los días, sean enviados, para cumplir sus pagos de deuda.

¿Cuál es la relación de Estados Unidos con la oposición venezolana?

Estados Unidos siempre tuvo una relación fluida con la oposición de Venezuela.

¿Qué cuestiones son iguales y cuáles diferentes respecto de la época de la guerra fría?

Es muy similar. El mundo como un tablero de ajedrez y diferentes casilleros donde uno es Venezuela, otro Ucrania, Georgia, sudeste asiático, algunos lugares de África. Hay muchos puntos donde hay una competencia de intereses entre las grandes potencias. El nivel de confrontación directa cambia, no es lo mismo Rusia interviniendo proactivamente con sus fuerzas armadas en Ucrania que estar dando apoyo financiero, político y militar en el sentido de venta de armas a Venezuela.

Por otro lado, ya no es más Estados Unidos y la Unión Soviética. Hoy el polo no Occidental es Rusia, China y una serie de países que quiebran con ese orden liberal-Occidental como Turquía.

¿Alguno de estos actores piensa en el bienestar social de Venezuela?

Lo que vive Venezuela hoy es una emergencia humanitaria. Quien lleva la agenda en ese sentido es la oposición. Son ellos quienes dicen que hay que abrir un corredor humanitario, hay que ayudar a la gente. El Gobierno no reconoce la emergencia humanitaria, entonces imposible avanzar si ni siquiera piensa que existe.

¿Qué opinás de la autoproclamación de Guaidó?

No es una autoproclamación porque es lo que está establecido por la Constitución y él debe cumplir con ese proceso constitucional ante las medidas que estaba tomando la Asamblea Nacional. Consideró la vacante de cargo porque entendieron lo de Maduro como un abandono de cargo, por ende, sí o sí tiene que cumplir con ese procedimiento.

Guaidó lo que tiene es que no tiene la imagen negativa que tiene el resto de los candidatos de la oposición. Es joven y surgió de las protestas estudiantiles por la Ley de medios en Venezuela. Proyecta la cercanía con el pueblo y la lucha constante.

¿Por qué la Asamblea Nacional consideró que Maduro “abandonó” su cargo de Presidente?

Consideró en el 2017 el abandono de cargo por una serie de factores. Hubo viajes donde se ausentó, por llevar medidas anti constitucionales, es decir, una serie de elementos que los hizo considerarlo como abandono de cargo. Ese año Maduro intentó disolver la Asamblea Nacional y no puede, entonces creó la Asamblea Nacional constituyente ilegalmente.

Cuando se llega a la toma de poder, para la Asamblea era inconstitucional porque las elecciones fueron fraudulentas. Si no hay presidente electo, hay una vacante, y por eso alguien tiene que asumirlo. Por eso debería asumir el presidente de la Asamblea Nacional, es decir, Guaidó.

¿Cómo es la situación con Guaidó y Maduro?

Tenes un Presidente que no tiene legitimidad pero que tiene el poder; y otro que tiene legitimidad, pero no tiene el poder. Fuerzas armadas y la estructura del Estado, en manos de Maduro; y Guaidó, ocupando el cargo de forma constitucional, con un amplio apoyo popular, pero sin la estructura del Estado para apoyarlo en esa función.

¿Qué implica que Estados Unidos reconozca a Guaidó?

Hay una gran cantidad de fondos venezolanos en los Estados Unidos. Al reconocer a Guaidó, esos recursos son accesibles a él, es decir, es una herramienta financiera enorme.

¿Macri para qué lo reconoció?

En el contexto latinoamericano lo que vemos es una serie de países, sobre todo el Grupo Lima, que vienen diciendo que es un Gobierno dictatorial, las elecciones no fueron libres, hay presos políticos, se violan los derechos humanos y hay que reestablecer las vías democráticas. El reconocimiento formal que hace un Gobierno a Guaidó como Argentina o Brasil, ayuda a constituir una legitimidad internacional que necesita Venezuela.

¿Hay otros intereses?

Macri tiene una cuestión muy personal con Venezuela. Gente como Antonio Ledezma, Leopoldo López, Lilian Tintori, los conoce hace mucho tiempo. Él vio cómo fue colapsando la democracia en Venezuela y cómo él tiene vínculos con ellos por empresas o exiliados, siempre estuvo cerca.

Hay afinidad ideológica con Venezuela porque es útil discursivamente, como ejemplo de lo que “no tiene que pasar”. Yo no creo en el argumento de que íbamos a ser Venezuela, pero sí de que había elementos compartidos entre el gobierno de Chávez y Maduro y el kirchnerismo, en cuanto al riesgo a la corrosión de las instituciones democráticas. No íbamos a tener una escacez de comida, hay mucho alimento, a diferencia de Venezuela.

El Secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, viajó a Estados Unidos para recibir instrucciones sobre la situación de Venezuela. ¿Qué pasó en ese encuentro?

Venezuela es una piedra en el zapato norteamericano, donde encima están Rusia y China. La situación venezolana además genera mucha inestabilidad en toda la región, hay tensiones en Colombia, Guyano. La crisis inmigratoria está colapsando varios estados y le genera problemas a todos los vecinos. Y eso es uno de los temas fuertes de la agenda de Trump. Desde su perspectiva, la cuestión migratoria también es un tema de seguridad.

Para lo que es el posicionamiento global de Estados Unidos, tener a Rusia y a China es muy incómodo por el rol que ellos perciben que tienen que tener en latinoamérica. A nivel doméstico, Trump también quiere mostrar que su administración da resultados reestableciendo la democracia en Venezuela y derrocando a Maduro.

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