A través de una resolución que fue publicada este miércoles en el Boletín Oficial, el Gobierno anunció la licitación y el pliego para la construcción del gasoducto que conectará Vaca Muerta con la Provincia de Buenos Aires. Se estima que el operativo tendrá un costo de 2.000 millones de dólares, para trasladar gas desde la cuenca neuquina de manera efectiva.
La resolución 437/2019 que lleva la firma de la Secretaría de Gobierno de Energía, detalla que desde el gobierno prevén que la construcción de la primera etapa del gasoducto se finalice en el invierno de 2021. Esto permitirá reemplazar Gas Natural Licuado (GNL) -que aún ingresa por el puerto de Escobar- por producción doméstica que representará unos U$S240 millones anuales.
En la primera etapa está previsto que el gasoducto llegue hasta la localidad de Salliqueló, y en un segundo tramo, hasta San Nicolás, donde conectará con un punto de Transportadora Gas del Sur (TGS). No se construyen gasoductos en el país desde 1988.
El primer tramo requerirá una inversión de U$S800 millones y en el Gobierno entienden que pueden colocar U$S400 millones de deuda del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) a tasa de mercado. Además, esperan un préstamo de U$S200 millones por parte de la agencia estatal de inversiones de Estados Unidos, OPIC. El resto correrá por cuenta de la firma que resulte adjudicada.
El nuevo gasoducto tendrá una capacidad inicial mínima de 15 millones de m3/día que podrá ser ampliada en los siguientes tramos a 40 millones de m3/día. La obra se emplazará por alrededor de 570 kilómetros, desde la cercanía de la planta de tratamiento de Tratayén, Neuquén, hasta la planta compresora Saturno, en las inmediaciones de la localidad bonaerense de Salliqueló. Luego continuará otros 470 kilómetros más hasta San Nicolás.
El Gobierno ya cuenta con 11 propuestas de empresas. Las ofertas se recibirán hasta el 20 de septiembre. La misma se adjudicará un mes antes de las elecciones, siempre y cuando no se presenten objeciones judiciales.
“El gasoducto nos permitirá mejorar la balanza comercial del país y aumentar la producción de Vaca Muerta, lo que significa más trabajo para todos los argentinos, tanto en las áreas como en la cadena de valor industrial”, afirmó Gustavo Lopetegui, secretario de Energía de la Nación. “Es una de las obras de infraestructura más importantes que tenemos por delante”, agregó.
En el Gobierno aseguran que entre 2006 y 2013 la Argentina pasó de tener un superávit comercial energético de U$S6100 millones a un déficit de U$S6900 millones (una oscilación de U$S 13.000 millones). En 2018, el rojo energético fue de U$S2300 millones y este año se espera estar cerca del equilibrio.