Tras el fin de ciclo, el Gobierno busca su recomposición

Tras el fin de ciclo, el Gobierno busca su recomposición

Luego de los reemplazos de Sturzenegger, Caputo, Cabrera y Aranguren, Macri intenta retomar la iniciativa.


“Hay momentos en que la gente cumple un ciclo”. Así resumía el presidente Mauricio Macri los recientes cambios en el gabinete nacional. Tras el alejamiento de Federico Sturzenegger del Banco Central, ahora se sumaron las salidas de Francisco Cabrera (Producción) y Juan José Aranguren (Energía). Ambos estaban desgastados por la gestión, el primero tras sus cortocircuitos con la Unión Industrial Argentina (UIA) y el desmadre inflacionario en los alimentos y el segundo tras los aumentos tarifarios defendidos a capa y espada por Macri, que incluso le aportó el veto al proyecto opositor que proponía retrotraer los aumentos en los servicios públicos.

Cabrera fue reemplazado por Dante Sica, ex ministro del área durante el gobierno de Eduardo Duhalde, y fue designado como nuevo presidente del Banco Bice, además de ser recompensado con un asiento en la mesa de asesores presidenciales.

Aranguren, por su parte, fue desplazado por Javier Iguacel, un ingeniero en petróleo que hasta hace unos días estaba al frente de Vialidad Nacional. Los nuevos ministros asumen formalmente el próximo jueves, según altas fuentes gubernamentales.

Pero una semana atrás, Macri se sacaba de encima a Federico Sturzenegger tras una nueva escalada del dólar, y en su lugar nombraba en comisión (hasta que el Senado lo avale) a uno de sus ministros favoritos, Luis Caputo, que hasta ese momento era el titular de la cartera de Finanzas. Esta fue fusionada luego con la de Hacienda y quedó a cargo de Nicolás Dujovne, que concentra cada vez más poder de decisión, en sintonía con uno de los primeros pedidos del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el transcurso de las negociaciones que derivaron en el otorgamiento de un crédito por 50 mil millones de dólares.

Pese a que en la Casa Rosada nieguen que vaya a haber más cambios de este tipo en el corto plazo, hay un estado de alerta general en el gabinete y todavía no está nada cerrado. Vale recordar el “no y no” de Marcos Peña a este periodista cuando se lo consultaba por cambios en el gabinete durante los primeros días de las negociaciones con el Fondo: a los pocos días, Dujovne asumía la coordinación económica, desplazando de ese rol a los preferidos de Peña, los coordinadores de su gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. De esta manera, Macri comenzó con el rediseño gubernamental, que además enmarcó los regresos con honores de Emilio Monzó y Rogelio Frigerio a la mesa chica de las decisiones políticas.

Macri resolvía también, en este marco, darles mayor espacio a los aliados radicales en la coordinación de la gestión, promoviendo el regreso de Ernesto Sanz, uno de los fundadores de Cambiemos, y abriendo una mayor participación de los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Alfredo Cornejo (Mendoza), este último, titular, además, de la UCR.

Pese a todo, el Presidente asegura que los “cambios son para mejorar” y que “hay momentos en los que se cumple un ciclo y las personas se desgastan, más allá del trabajo maravilloso que hicieron”, le dijo al periodista Jorge Lanata durante una entrevista registrada el domingo al mediodía y emitida esa misma noche.

“Le tocó lo peor”, dijo sobre Aranguren, en referencia a la recomposición del sistema tarifario, admitiendo además que todavía falta “retocar un tercio” de las tarifas y que, “cuanto antes” se haga, “mejor”. La etapa que viene será de “menor gradualismo”, aseguró Macri.

Iguacel, de 43 años, debutó en la gestión pública con Cambiemos y acumula en su currículum experiencia en YPF y en otras empresas energéticas, como Pecom y Pluspetrol, de la que fue vicepresidente y por la que aparece mencionado en los Paradise Papers por operar con cuentas offshore en las islas Caimán. Antes de asumir en la órbita del Ministerio de Transporte, había intentado ser intendente del oficialismo en Capitán Sarmiento, en territorio bonaerense, pero fue derrotado por el postulante kirchnerista Oscar Ostoich.

El lunes, luego de que recibiera a los salientes Aranguren y Cabrera en Casa Rosada, Macri le dio la bienvenida personal a él y a Sica, otro ya conocido en el Gobierno por su desempeño en la cartera de Producción, donde hasta hace unos días se desempeñaba como asesor externo. Esta función lo obligaba a recorrer los pasillos de la sede ministerial todas las semanas, según relataron a Noticias Urbanas fuentes del Palacio de Hacienda, donde tenía despacho cerca de Francisco Cabrera.

Aseguran los que lo conocen que este fue quien debió convencer personalmente a su sucesor para que aceptara el cargo, tras una decisión que terminó de cocinarse el viernes pasado durante una extraña reunión de gestión en la residencia de Olivos, en la que también participó la diputada nacional y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, a quienes muchos apuntan como la promotora de su salida.

El economista Sica fue secretario de Industria, Comercio y Minería durante el gobierno de Eduardo Duhalde. Su especialidad, al frente de su consultora Abeceb, es el estudio de los sectores industriales. Ahora, con su designación, también manejará la Secretaría de Minería, que se integrará en su organigrama tras haber sido recortada al Ministerio de Energía. “Estoy seguro de que Sica va a poder corregir los errores, encarar lo pendiente y profundizar los aciertos en esta nueva etapa”, aseguró Cabrera tras los anuncios.

De todos modos, el gabinete sigue en alerta ante los crecientes rumores, que hasta ahora fueron desmentidos cotidianamente en la Casa Rosada: Oscar Aguad podría abandonar el Gobierno, después de una gestión dedicada exclusivamente a la administración de diferentes crisis (ARA San Juan en Defensa, el Correo Argentino en Comunicaciones), y su ministerio podría ser fusionado con el de Seguridad, hoy a cargo de Patricia Bullrich.

Otro de los apuntados es el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que ató su suerte a las negociaciones con la CGT. En Turismo respiran aliviados, porque Macri ratifica al ministro cada vez que puede, a la vez que destaca la potencialidad de esa actividad para la Argentina, despejando dudas acerca de que esa cartera vuelva a descender al rango de secretaría.

Los ministerios de Cultura, Ambiente y Agroindustria podrían sí tener este destino en la etapa de reducción de la estructura política, una tarea que es ejecutada estratégicamente entre Hacienda y Modernización.

“El año que viene ustedes decidirán. Les pido que por más que les duela, esa angustia no los haga cambiar. No estoy acá por la plata ni el poder. Estoy de corazón para dar, pero necesito que cada uno haga su parte”, sostuvo Macri con Lanata, anticipándose a los tiempos electorales y ofreciendo las primeras pistas sobre los ejes del discurso con los que buscará revalidar la confianza de los votantes de Cambiemos, pese a la coyuntura complicada que atraviesa.

Igualmente, en la etapa que viene, el Presidente pedirá mayores sacrificios: “Ahora vamos por menos gradualismo, porque deterioramos la confianza del mundo”, avisó. Habrá que ver ahora si alcanza o no con los cambios para recomponerla.

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