Trapitos: proponen prohibirlos, pero con excepciones

Trapitos: proponen prohibirlos, pero con excepciones

Un proyecto presentado por Natalia Fidel (Suma+) prohíbe la actividad pero crea un programa de inclusión social que permite excepciones para que realicen la tarea cumpliendo una serie de requisitos.


La situación de los trapitos o cuidacoches viene de larga data en la Ciudad. Se han presentado proyectos en direcciones opuestas: hay quienes buscan prohibir la actividad, argumentando que es ilegal; y quienes apuestan a regularla entendiendo que es una salida laboral legítima.

Ahora, en un nuevo episodio, la legisladora Natalia Fidel (SUMA+) presentó un proyecto que busca regular “de manera innovadora e inclusiva” la actividad de los cuidacoches. El proyecto, además, cuenta con la adhesión de todos los miembros del bloque SUMA +.

Según explicó Fidel, el proyecto propone “encontrar un equilibrio entre las dos situaciones que han entrado en conflicto alrededor de este tema: por un lado, la injusticia que se produce cuando un particular le cobra a otro por utilizar un espacio público que es libre; y por el otro, la necesidad de buscar una salida para aquellos que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, y que recurren a la actividad de cuidacoches sin una intención delictiva y como único medio de subsistencia”.

La iniciativa propone “una solución integral” que, por un lado, prohíbe la actividad y facilita la sanción, y que, por otro, establece y regula un régimen de excepción para aquellos que se encuentren autorizados a través un programa de inclusión social llamado Programa Cuidacoches.

El programa contempla que los ciudadanos porteños que se encuentren desocupados y cumplan una serie de requisitos podrán desarrollar la actividad de cuidacoches dentro de un marco específico en el que tendrán distintos puntos:

Se les asignará un beneficio económico equivalente al 80% de la Canasta Básica Alimentaria (que provendrá de la recaudación de los parquímetros).

No podrán cobrarle a los conductores por estacionar, aunque sí podrán recibir propinas, debiendo entregar una constancia de contribución oficial.

Se les asignará una zona específica y un horario fijo.

Se los proveerá con una credencial y pechera identificatoria y un botón antipánico, de modo que tengan la capacidad de reportar la actividad sospechosa que se produzca en sus zonas.

Tendrán la obligación de continuar sus estudios o capacitarse en oficios y no podrán quedarse en el programa más allá del límite máximo de cuatro años. (No se busca hacer de la actividad de trapito una profesión, sino un mecanismo facilitador para su reinserción en el mercado laboral).

Se pondrá a disposición de los ciudadanos una serie de canales (web, línea telefónica y una aplicación móvil) para que puedan realizar denuncias frente a eventuales abusos de cualquier beneficiario del programa.

En la web Ley de Cuidacoches está el proyecto completo –que también puede descargarse aquí-, además de otros detalles como el modelo de chaleco, certificación oficial y aplicación móvil para denunciar posibles irregularidades.

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