Todos los sondeos coinciden: AF se debilita, Cambiemos cae y el PJ crece

Todos los sondeos coinciden: AF se debilita, Cambiemos cae y el PJ crece

Las idas y vueltas de sus dirigentes afectan a Alternativa Federal, que no termina de convertirse en la tercera vía.


La simultaneidad de los actos fue el fiel reflejo del estado de cada parte, ya definitivamente alejada la idea de un todo. Por un lado, en Córdoba, el gobernador Juan Schiaretti era anfitrión de sus tres aliados peronistas: Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto. A 700 kilómetros de allí, el quinto elemento que nunca logró mimetizarse con el espacio: Roberto Lavagna. Así, separados como estuvieron este martes, la tercera alternativa no sólo parece disipar la chance de desafiar en serio a la grieta, sino que directamente se encamina a partirse y sumar una cuarta oferta; que más que sumar, resta.

La historia es más o menos conocida: desde septiembre del año pasado, los cuatro fundadores de Alternativa Federal se plantearon el desafío de colarse por el medio de la polarización, más pegados al kirchnerismo ultra opositor que al Gobierno. Al menos en los discursos. El objetivo se arraigaba en una demanda bastante clara que reflejaban las encuestas. Con el rechazo a Cristina Kirchner aún latente, con el fantasma del “nunca la votaría” arriba del 50%, la debacle económica invitaba a meterse en la puja.

Pero los meses pasaron y si bien el rechazo a la grieta siguió presente en el humor social de la opinión pública, la tercera alternativa nunca terminó de consolidarse. Y allí habrá que reparten las responsabilidades. Para fines de 2018, tuvo que aparecer el nombre de Lavagna, impulsado por Eduardo Duhalde y Luis Barrionuevo, entre otros, para despertar a los peronistas no K. También algunos otros integrantes del círculo rojo -empresarios, periodistas- vieron con entusiasmo la novedad.

Y de arranque el impacto fue en un punto positivo. El ex ministro rompió claramente el umbral de los dos dígitos que solía limitar las chances de Massa, Urtubey y, ni qué hablar, Pichetto. Y, acaso lo mejor, sumados todos, empezaron a acercarse tímidamente a Mauricio Macri y Cristina Kirchner. Pero esa fortaleza inicial se convirtió demasiado rápido en debilidad. Porque Lavagna se empecinó en ser ungido por aclamación y el resto, además de negarse a un repliegue, tampoco terminó de formar un bloque homogéneo.

El escollo mayor para el ex ministro siempre fue Massa, el más competitivo del trío, que aún sigue unido. Pichetto se convirtió rápido en un operador de Lavagna -acaso soñando con ser su vice- y Urtubey corrió siempre de atrás. Pero el nudo Massa-Lavagna nunca se desató, más allá de alguna foto de ocasión y declaraciones para la tribuna. El ex jefe de Gabinete apostó -y lo contaba con demasiada pasión, en privado- a que su aliado se bajara. Y el ex ministro, quizá pensó que sus números crecerían lo suficiente para convencer por peso propio a los demás.

Nada de eso pasó. Y peor: aun cuando ambos ratifican sus candidaturas, generan desconfianza. ¿No se terminará bajando Lavagna, ya sin la soñada pata radical que decidió quedarse en Cambiemos? ¿Y Massa, no terminará arreglando con el kirchnerismo? Este martes de la foto doble, ocurrió algo curioso. Pese a que insistieron con sendas postulaciones, ciertas frases, más los gestos que transmitieron, llenaron de dudas los futuros de ambos.

Esta dispersión acarrea pros y contras para Gobierno y kirchnerismo. Por un lado, se sostiene una alternativa opositora que evita por ahora la temida -para el oficialismo- unión del peronismo. Pero la persistencia de Lavagna amenaza con quitarle más votos a Macri que a Alberto Fernández y Cristina.

La situación intermedia con la que convive hoy el peronismo federal se refleja en una decena de encuestas que trascendieron desde el inédito anuncio de la ex presidenta. Aquí, los números principales de cada una: 

• Opinaia. Una de las últimas que se publicó. Relevamiento de 3.500 casos, con un margen de error de +/- 1,7%. Mide escenarios de primera vuelta y alterna a Massa y Lavagna. Ambos quedan lejos de Alberto-Cristina (32%) y Macri (27%). El primero llega a 9 puntos y el segundo tiene apenas un punto más.

• Reyes Filadoro (Numeral 8). Relevamiento de 1.200 casos, con un margen de error de +/- 2,8%. Pone a Alberto-Cristina con 40%, Macri 31% y entre los tres peronistas no K apenas suman 14 puntos: 6 Massa, 5 Lavagna y 3 Urtubey.

• Ceis. Relevamiento de 1.400 casos, con un margen de error de +/- 2,6%. Encabezan Alberto-Cristina con 35%, debajo Macri con 31% y los peronistas no K, en este orden: Lavagna 8%, Massa 7% y Urtubey 4%.

• Real Time Data. Relevamiento de 850 casos, con un margen de error de +/- 4,8%. Arriba Alberto-Cristina con 37%, Macri 31%, Lavagna 12% y Massa / Urtubey (los mide alternativamente, repitiendo los otros tres) con 7%.

• Circuitos. Relevamiento de 1.103 casos, con un margen de error de +/- 2,3%. La dupla K arriba con 35,7%, seguido por Macri con 24,8%, Massa 14,1%, Lavagna 8,3% y Urtubey 8,1%. Es la consultora que, en la suma, más volumen le da al espacio peronista no K. Una potencialidad que, de todos modos, estaría deflecándose con el corrimiento de Lavagna. Pero si los cuatro estuvieran juntos en octubre y los números se mantuvieran, dejarían a Cambiemos fuera del ballotage.

Otra ventaja que solían mostrar en particular Lavagna, pero también Massa, era su potencialidad para un balotaje. Tanto contra Macri como contra Cristina. Los vaivenes del espacio y de la realidad, sin embargo, también afectaron estos números.

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