Tras conocerse el informe PISA que ubica a la Argentina en el puesto 59 a nivel educativo, en un ranking de 69 países, el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, salió a pedir apoyo a la oposición para crear un instituto de calidad educativa.
El funcionario de la Ciudad sostuvo que el informe “nos dice que, comparándonos con el resto del mundo, tenemos un problema, porque nuestros niveles educativos no son los que aspiramos”.
Macri habló de su deseo de crear “un instituto independiente que fije parámetros exigentes para saber dónde estamos y hacia dónde vamos y que no sea un Indec manipulable por la política”.
En ese sentido, el Jefe de Gobierno lanzó una invitación “a la doctora (Elisa) Carrió, a (Martín) Lousteau, a Pino Solanas y al partido radical, que han tenido un importante apoyo de la comunidad en las últimas elecciones, para que nos acompañen en la creación de este instituto”.
Según Macri, su plan apuntará a lograr que “en 2015 la totalidad de los chicos de 3, 4 y 5 años de edad estén incluidos en el sistema público de educación inicial y a que reduzcamos drásticamente la brecha norte- sur”.
“Y la otra meta es que en el año 2018 reduzcamos la cantidad de chicos que no terminan el secundario a un cinco por ciento”, indicó.
Macri señaló que recién cuando se cumplan esos objetivos “vamos a poder decir que estamos en el promedio de las naciones evaluables entre los 30 mejores lugares”.
Macri se pronunció en esos términos al difundir junto a la vicejefe de Gobierno, María Eugenia Vidal, y el ministro de Educación, Esteban Bullrich, los resultados que arrojó en la ciudad el informe PISA, la evaluación internacional que analiza el rendimiento educativo de alumnos de 15 años en 65 países.
