“Si no le damos una oportunidad a estos pibes volverán a delinquir”

“Si no le damos una oportunidad a estos pibes volverán a delinquir”

Lo dijo Federico Cuomo, organizador del "Partido de la Esperanza" que llevó adelante la agrupación RIEL, entre empresarios y presos.


El “Partido de la Esperanza” corrió por cuenta de la agrupación RIEL (Red Inclusiva para la Expansión Laboral), quienes desde hace 11 años a los detenidos en conjunto con el Ministerio Carcelario por el Cambio Interno (MCCI), que lidera el pastor, Héctor Santojanni. ¿Cómo lo hacen? Dándoles una salida laboral en sus empresas cuando cumplen sus condenas.

Federico Cuomo, el hacedor del partido, cuenta como se gestó la idea. “El partido lo organizamos con la misión de derribar los muros del prejuicio y ayudar a la reinserción social a través del trabajo de quienes recuperan la libertad, una vez cumplida su pena. Creemos que un partido y un almuerzo genera acercamientos y un cambio en la mirada hacia el otro. Por eso reunimos dos ámbitos muy ligados a lo argentino: la pasión por el fútbol y el entramado PYME, que casi ningún país de la región tiene y que fue forjado en su mayoría por inmigrantes excluídos de sus países de origen, generalmente por la guerra. El mensaje es contundente: en un contexto donde quieren matar a las PYME, son estas las que tienden una mano a una de las franjas más invisibilizadas de la sociedad.  Para nosotros, la exclusión si es muy grave“.

Tras cumplir con una condena de 5 años, Pablo salió en libertad hace dos. “Yo pude reinsertarme en la sociedad y no volver a delinquir porque el dueño de una de estas empresas me tendió una mano ofreciéndome trabajo. Tuve la oportunidad que siempre le pedimos a la sociedad que nos brinde. Muchos no tienen idea de lo que signica para quienes están encerrados recibir la visita de ustedes. Una mirada. Una sonrisa. Un abrazo”, les transmitió a los visitantes con los ojos vidriosos por la emoción.

Luego del partido, que ganaron los internos por 4 a 3, llegó la hora del almuerzo. El mismo ocurrió dentro del pabellón D1 de la Unidad 24. Un hecho poco común en las cárceles, donde este tipo de encuentro se hace en espacios comunes. Allí comieron hamburguesas, pizzas y empanadas. La disposición de las ubicaciones no fue elegida al azar. Presos y empresarios se sentaron intercaladamente. Como una manera de derribar prejuicios y escuchar al otro.

“En la cárcel hay pobres. No se ven ricos. Como siempre les digo a quienes dudan del trabajo en las cárceles. Lo podés hacer por convicción, como mi caso, o por conveniencia. Porque si no le damos una oportunidad a estos pibes volverán a delinquir porque cuando salen en libertad lo hacen sin un peso en el bolsillo”, cerró Cuomo.

De la actividad también participaron autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense y la jueza, Julia Márquez.

Acerca de Federico Cuomo:

Es un empresario PYME que llena todos los casilleros que debe tener un emprendedor en la Argentina. Fracasó y siguió insistiendo. Hoy con su empresa en marcha aguza el ingenio para enfrentar la caída del consumo, el alza de costos y el alargamiento de los pagos. Aunque el día a día suene a agobio, Cuomo encontró el tiempo entre la empresa y la familia para sumarse a una iniciativa que promueve la reinserción de presos en la sociedad. Desde hace 11 años trabaja junto al arquitecto Héctor Santojanni, quien como pastor preside el Ministerio Carcelario por el Cambio Interno (MCCI), un movimiento con raigambre evangélica que mira hacia el interior de las cárceles.

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