Berensztein: “Macri pagó un costo demasiado alto por errores en la estrategia”

Berensztein: “Macri pagó un costo demasiado alto por errores en la estrategia”

El consultor en una entrevista con NU sostuvo que "si el Gobierno hubiera llamado a un diálogo amplio como prometió, el debate de la reforma previsional habría sido distinto".


El Gobierno logró sancionar la reforma previsional, pero lo que quedará en el imaginario popular serán los hechos de violencia en las inmediaciones del Congreso. “Se pagó un costo muy alto”, apuntó el analista político Sergio Berensztein, que reflexionó en diálogo Noticias Urbanas sobre el cierre del año de Mauricio Macri. Para Berensztein, el Gobierno falló en la comunicación y en el llamado al diálogo porque, lejos de ser amplio, quedó reducido en una expresión “minimalista” con los gobernadores y parte del sindicalismo.

Sobre la violencia, Berensztein acusó sin mencionar al kirchnerismo y fue contundente en Twitter, minutos antes de esta entrevista: “Una intifada del mundo tumbero del GBA, con aportes del delirante Trotskismo vernáculo, sindicatos extorsionadores y grupos que han perdido millones de votos pero siguen hablando en nombre del pueblo/‘campo popular’”.

–¿Podría ampliar lo que quiso decir en Twitter?

–Para mí la violencia se explica por esa mezcla de elementos. Hablo de intifada no por una cuestión religiosa, sino por la guerra de piedras o con armas caseras típicas del mundo tumbero que hubo. Son grupos marginales que tienen capacidad y entrenamiento para la acción directa. Ellos no van a dialogar, sino a romper. Descreen totalmente de la autoridad del Estado.

–¿De dónde surgen esos grupos?

–Son una expresión del fracaso de la política formal y del sindicalismo. Hay muchos grupos que han ganado financiamiento estructural gracias a los planes sociales y también hay motivos ocultos, como mucha economía de la droga del Gran Buenos Aires que está siendo atacada por este gobierno. Últimamente hubo barrabravas presos, y eso también explica en parte lo de ayer (por el lunes). Hay un submundo de servicios de inteligencia, narcos, barrabravas; un cóctel complejo que ya no tiene poder político ni mediático y al que solo le queda la violencia.

–Sin mencionarlos usted los liga al kirchnerismo.

–Estos grupos pierden o han perdido poder en las elecciones y, como institucionalmente en la Argentina impera el poder de los Ejecutivos –gobernadores e intendentes–, ya no tienen lugar. Como perdieron votos, solo les queda la violencia, que se vio en la calle, y la palabra, que se vio en las cuestiones de privilegio que pedían en Diputados. Hay un vacío en el control de recursos. La violencia es casi el resultado de la impotencia y la pérdida del manejo de los recursos. En dos años se vio evaporarse una estructura que parecía sólida o que muchos pensaban que era un movimiento con base popular, pero que terminó con muchos de sus referentes presos.

–¿Juega algún papel la jefa de ese movimiento?

–No sabemos. No ha dicho nada; ni condenó la violencia. Está tan muda que hasta su silencio es ensordecedor.

–¿Habrá algún diciembre que sea tranquilo en la Argentina?

–No quiero generalizar con todos los diciembres, pero es cierto que esta es una sociedad bastante conflictiva.

–¿Pero el Gobierno no podría haber teniendo en cuenta que es una fecha sensible, que, justamente, coincide con lo que pasó en 2001?

–Lo que pasó es que este año estuvo frenado por las elecciones, por lo que el Gobierno, básicamente, tuvo que postergar el debate. La pregunta es si era adecuado lanzar estas leyes ahora, pero es verdad que el Gobierno acumuló poder político como consecuencia de las elecciones. Coincidieron las dos cosas.

–¿Falló en algo el Gobierno para que se diera la situación de violencia y caos?

–Me parece que si el Gobierno hubiera llamado a un diálogo amplio como prometió, habría sido distinto. Fue un diálogo minimalista con gobernadores y algunos sindicalistas, porque la CGT llamó al paro general pero no todos los sindicatos adhirieron. Ese diálogo da legitimidad pero genera costos, como los hechos que vimos, donde hubo muchos heridos, incluso inocentes y personas que fueron a protestar espontáneamente. Fue un desastre, una anarquía total, un episodio dantesco.

–¿El Gobierno perdió parte del capital político que consiguió con las elecciones?

–El Gobierno tuvo un costo alto, pero los votos todavía los tiene. Avanzó en la agenda, pero pagó un costo demasiado alto por errores en la estrategia política y comunicacional. No supo convencer a la sociedad. Si el Gobierno tiene razón y es verdad que el proyecto es bueno para los jubilados, pagó un costo muy alto. Si no tiene razón, quiere decir que nos mintió. Los sondeos nos dan que la mayoría de la gente no entiende si el proyecto es bueno para los jubilados. Y no puede ser que la gente sea tonta, para mí se falló en la comunicación.

–¿Por eso Macri dio una conferencia de prensa el martes a la mañana?

–Macri hizo una leve ratificación de todo su paquete de reformas y una leve autocrítica, tanto en comunicación como en los consensos básicos. En el Gobierno hay un intento claro de avanzar con la agenda que estaba prevista, acordada con los gobernadores. Quedó manifiesta la capacidad de cuórum que hay, que es suficiente para avanzar. La única duda que queda es saber qué pasará con el conflicto social.

–Si el Gobierno avanza con todas las reformas, ¿cuál será su próximo desafío?

–El problema del Gobierno tiene que ver con la lectura que se haga de las reformas, porque hay que ver si las nuevas reglas van a dar tranquilidad a los agentes económicos o si pervivirá la ley de reversibilidad.

–¿Qué significa eso?

–Tiene que ver con que en la Argentina cambian siempre las reglas. Por eso el consenso amplio es necesario. Esta manera de avanzar en las reformas no despeja esos interrogantes, todo lo contrario. El apoyo de los gobernadores es necesario pero no suficiente, porque la oposición tiene un número relevante para discutirle al Gobierno.

–Con semejante final de año, ¿qué se puede esperar para el 2018?

–El camino que queda, en general, es complicado. Aún falta el debate importantísimo por la reforma laboral y hay que ver cómo se aplican las medidas. Hechos como los que vimos conspiran contra un incremento en la inversión y un aumento en la confianza en los consumidores. El Gobierno tendrá que evaluar bien cómo avanza el próximo año, que tendrá que ser con mucha cautela. Tiene que hacer un esfuerzo importante porque a fin del año que viene ya se lanza la campaña de nuevo, que igual ya comenzó, ¿no? Tiene que ser prudente y también ver cómo evoluciona sobre todo en la capacidad del control de la calle.

En primer plano

Un objetivo personal: Elongar bien luego de entrenar.

Una frase para remarcar: “Si creés que la educación es cara, probá con la ignorancia”.

Un músico: Frank Sinatra.

Un libro: Facundo: Civilización y Barbarie. “Con ‘y’, que implica suma; no ‘o’, como en general se cree, que significa oposición”, dice.

Una película/serie de TV: Kung Fu Panda.

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