El gobernador bonaerense, en declaraciones a dos medios gráficos, dejó en claro que su futuro no depende, al menos por ahora, de una eventual ruptura con el kirchnerismo, tal como se esperanza algún sector del peronismo disidente. Por el contrario, en sus manifestaciones públicas, Scioli busca más bien ser el albacea de la herencia que dejará el modelo político actual que un rebelde que deberá construir su alternativa desde cero.
Alejado de las polémicas, aunque incisivo, el gobernador bonaerense Daniel Scioli declaró en una entrevista con un matituno porteño que “yo me dejo llevar por lo que hablo con la presidenta”, desmintiendo así que se haya alejado del núcleo político del kirchnerismo.
“La relación institucional y personal da un gran sentido de la responsabilidad. Después de trabajar juntos diez años, uno se conoce. La otra vez, la Iglesia sacó un documento y en seguida empezaron a atacarla de un lado y del otro. ¿Y qué hizo la Presidenta? Recibió a la Iglesia”, explicó el mandatario para graficar acerca de las especulaciones que suelen elaborar los analistas y algunos políticos sobre sus decisiones.
El gobernador de la primera provincia argentina destacó, ante una pregunta sutil de sus entrevistadores que “el que manda acá soy yo y en la Nación es la Presidenta”, en alusión a los tironeos y a las versiones que se producen por estos días en torno a su persona y a su futuro político.
Scioli destacó que no está en contra con la idea de la despenalización de la tenencia y consumo de algunas drogas, sino que “dije que hay que estudiarlo. Ver si en otros países han cambiado esta realidad a partir de la despenalización. Yo no hago las cosas impulsivamente. Por respeto a la investidura presidencial y personal, no voy a andar planteando mis diferencias”.
El ex vicepresidente reveló que no mantiene una “gran relación” con su vicegobernador, Gabriel Mariotto, sino que ésta es “buena” y “que fue mejorando y madurando, con un gran sentido de la responsabilidad, que nos permitió finalizar el año en un marco de armonía que da a la gente tranquilidad. Y esto es bueno para él, es bueno para mí, es bueno para la Presidenta, es bueno para el pueblo de la provincia de Buenos Aires. Cada uno tiene su estilo, su impronta”.
Scioli reveló que en el caso de los saqueos actuó “un equipo comprometido con valores democráticos, aplicando la ley, sin un rasguño para más de 500 detenidos a disposición de la Justicia” y apuntó contra la izquierda extraparlamentaria al afirmar que “algunos piensan que cuanto peor, mejor. Son algunos que andan siempre sembrando discordia”.
El ex motonauta también habló de la imagen positiva que muestran las encuestas y dejó en claro que su manera de conducir la provincia “fue plebiscitada” en ocasión su reelección, producida en octubre de 2011. “Fui el gobernador con más votos en la historia argentina. Y no es que la gente no me conociera, no fue un voto de esperanza. Lo que pasa es que nunca prometo espejitos de colores. A los problemas no los niego, los asumo y la gente lo ve”, dijo.
Finalmente, el mandatario destacó que “el apellido Kirchner” está haciendo historia. “A algunos les podrá gustar más o menos, pero no se le puede negar la impronta. Néstor era un adelantado, el presidente más laburador que conocí. Para mí fue un orgullo ser su vice. Después, el kirchnerismo, el duhaldismo y el menemismo son el peronismo con sus matices”.
