Rescatistas explican por qué se deben esterilizar a gatos y perros

Rescatistas explican por qué se deben esterilizar a gatos y perros

NU dialogó con veterinarios y activistas: cómo ayudar a crear concientización contra el maltrato animal.


En la Ciudad de Buenos Aires hay, aproximadamente, un millón y medio de perros y gatos, de los cuales 500 mil están en situación de calle. En cuanto al Conurbano bonaerense resulta casi imposible medirlo.

Es por eso que Noticias Urbanas dialogó con diferentes profesionales dedicados a esta materia para tomar dimensión de la importancia de la castración o esterilización de las mascotas, entre otros cuidados imprescindibles para la correcta convivencia y cuidado de los animales, como la vacunación y la nutrición.

Para dar introducción, la especialista en comportamiento felino, Nadia Osepyan, resumió qué es la “esterilización”: “Es el método más efectivo y humano de controlar la superpoblación de animales que existe hoy en día”.

Cómo, cuándo y dónde castrar a nuestras mascotas son los datos que estos profesionales aportan para comenzar a tomar dimensión de los efectos atroces de no hacerlo.

 

Beneficios de la esterilización o castración
Desde lo conductual, Osepyan invita a conocer el comportamiento de los felinos que tenemos como mascotas, y explica que aunque el gato no salga de la casa o departamento, la castración sigue siendo indispensable: “Un macho no castrado tiene la necesidad de marcar su territorio, tanto para atraer hembras como para advertirles a los rivales que no crucen esos límites. Es por eso que hace sus necesidades por toda la casa e inclusive sobre pertenencias y hasta personas, con un olor punzante imposible de sacar. A su vez, empiezan a producirse ataques con un nivel de agresión cada vez mayor debido a la frustración que le produce la situación al animal”.

En cuanto a las hembras, durante el celo, éstas no solo producen fuertes y constantes maullidos, sino que entran en un periodo de estrés y, al igual que los machos, pueden mostrar signos de agresión asociados a los cambios hormonales.

¿Y después? “Luego de la esterilización, el animal se calma bastante porque ya no está dominado por las hormonas, pero no le cambia la personalidad”, desmitifica Osepyan, quien también trabaja de la mano de Bicho Feliz, una asociación civil que ayuda animales en situación de calle, y que intenta generar conciencia de lo que significa la tenencia responsable de mascotas. También, gracias a sus estudios y experiencia, la nombraron embajadora para Argentina de la Sociedad Internacional de Profesionales de Animales.

Por su parte, la rescatistista Alicia Senosiain, cuyo grupo de rescate se especializa en lactantes, explicó que “la castración temprana (a partir de los 6 meses de edad) evita preñez indeseada y enfermedades del aparato reproductor. Baja la agresividad en machos y hembras. Y evita cientos de camadas de bebés, que en el mejor de los casos consiguen nodriza y una familia; y en el peor, mueren en la desidia y el abandono.”

Para completar el círculo, el médico veterinario de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, Andrés Brito, especificó:

“La esterilización quirúrgica tiene beneficios como el control de las poblaciones en riesgo, al margen de la prevención de patologías reproductivas, infecciosas, neoplásicas y endócrinas, entre otras”.

“Las hembras felinas, estadísticamente, presentan alrededor de cuatro celos por año, teniendo por gestación cuatro gatitos en promedio, así que por año sería un número abultado, sin considerar que a partir de los 10-12 meses esos cachorros ya están en plenas condiciones reproductivas”, explicó el profesional. Y agregó que “las hembras caninas presentan alrededor de dos celos por año, teniendo 6-7 cachorros en promedio (algunos hasta 10), siendo que antes del año de edad ya están en condiciones reproductivas”.

Ante esto, finalmente el veterinario recomendó “la esterilización quirúrgica” ya que los métodos farmacológicos (anticonceptivos) usados en Sudamérica “no son tan seguros”, ya que pueden provocar piometras en las hembras, entre otras complicaciones.

 

Servicio gratuito de castración

La intervención quirúrgica de las mascotas para su castración puede resultar costosa, según el poder adquisitivo de cada persona, y según la cantidad de mascotas de las que sea responsable. Es por eso que ante esta realidad, distintos organismos se encargan de realizar esterilizaciones de forma gratuita.

Zoonosis es uno de los centros más mencionados por los profesionales consultados por este medio a la hora de mencionar dónde se puede solicitar una castración sin costo y que, además, tenga trayectoria comprobable a la que dejar en sus manos la operación de gatos y/o perros.

“Existe una amplia gama de ofertas, pero podemos marcar los centros de Zoonosis, en donde se realizan procedimientos sin ningún costo, hasta clínicas veterinarias de alta complejidad en donde el manejo general es diferente”, indica el doctor Brito, que invita a consultar en las veterinarias barriales por estos servicios, al igual que la proteccionista Alicia Senosiain, que agregó que “el hecho de que haya opciones de castración gratuita en cada zona de CABA y el GBA es algo que “deberíamos apoyar las entidades proteccionistas, visitando la zona y censando la población animal de la mano del Estado”. “Debe haber campañas barriales, con horarios amplios y cómodos que se adapten a las necesidades de la gente. Por lo que hay muchos grupos que están trabajando muy bien, organizando operativos a bajo costo”, especificó.

Finalmente, Osepyan, recomendó también el centro Pasteur y los móviles de castración del Gobierno de la Ciudad. “Es verdad que en todos los casos hay que pedir turno y a veces cuesta coordinar los horarios, pero hay que entender que estas cosas se deberían tener en cuenta antes de adoptar. Si no se tienen los medios para cubrir el costo de la esterilización entonces lo mejor es adoptar un animal ya esterilizado, y si no se tienen los medios para costear las vacunas, un buen alimento o la atención veterinaria entonces ya hay que replantearse si se está en condiciones de hacerse cargo de un animal. No todo es darle cariño, también somos responsables de su salud”, indicó, puesto que la costumbre popular suele recaer en la adopción de cachorros de corta edad, provocando una desmesurada cantidad de animales adultos en situación de abandono que quedan en la calle.

Es por esta razón que cabe desmitificar que los animales adultos no pueden adaptarse a nuevos hogares y sus costumbres, ya que sí tienen capacidad de aprender nuevas formas de comportamiento, según explican familias consultadas que hayan adoptado animales con las características mencionadas.

Asimismo, completó: “Bicho Feliz organiza campañas de castración gratuitas en zonas de bajos recursos. En solo tres campañas en Del Viso se castraron más de 120 animales, y también realizamos operativos de castración en predios particulares donde ya sumamos casi 40 animales más. Muchas protectoras y municipios organizan campañas esporádicamente y, por medio de las redes sociales siempre se trata de ayudar con la mayor difusión posible”.

 

Aportar desde casa

La falta de responsabilidad de las y los responsables de mascotas tiene más impacto del que se cree. Es por eso que Senosiain llama a la concientización:

“No castrar y no ocuparse provoca camadas completas de perros y gatos bebés abandonados, que mueren por síndrome de apagamiento, con infecciones, por neumonía, incluso por infecciones intestinales porque es difícil reemplazar la leche materna”.

En el caso de las madres, mueren por infecciones uterinas (piometra), mastitis… “También se generan madres agotadas de parir en todos los celos, o machos que se lastiman en peleas por territorio o dominancia de las hembras, además de lastimarlas a ellas en muchos casos. Enfermedades infecto contagiosas como Vif o Vilef en gatos (las cuales no tienen cura), tumor de sticker en perros, entre muchísimas otras cosas”, agregó.

Por eso, “aportar desde casa” es indipensable para ayudar a los grupos rescatistas, que trabajan de la mano de la solidaridad social: “El único salvavidas que recibimos es la buena voluntad de la gente, que ayuda en lo que puede. Como siempre digo, si en cada comentario en redes sociales que envía bendiciones nos dieran $1, podríamos castrar, alimentar, transitar a cientos de animales”.

Al respecto, Osepyan adhirió explicando que “aunque suene crudo, los animales se mueren en la calle porque no hay suficientes hogares donde alojarlos”. Tampoco hay suficientes refugios por lo que “aunque no estuvieran en la calle, morirían en una jaula”.

“Las organizaciones protectoras y proteccionistas independientes están colapsadas y cada animal que se saca de la calle se lleva entre $3000 y $5000, en casos favorables”, precisó y fue contundente en definir que “o sos parte del problema y seguís sumando animales, o sos parte de la solución y castrás al tuyo. Si hay gente que quiere sumar un animal a su familia, se les puede conseguir hogar a los que hoy ya están en este mundo, sin necesidad de hacer tener más cría a las gatas o perras”.

Tal como indicó Alicia, Nadia también coincidió en que los rescatistas reciban ningún tipo de subsidio por parte del Estado: “En Bicho Feliz realizamos eventos constantemente como bingos, after offices, de hecho en abril organizamos una mañana ‘zen’ con clases de yoga y degustación de comidas saludables, entre otras cosas. Nos gusta ser pioneras en acercarle a la gente opciones que salgan del bono contribución o la rifa, que se involucren, participen, y si es posible en el medio se diviertan”.

“También tenemos nuestra tiendita donde vendemos productos para animales, y con todo lo recaudado entre esas ventas y los eventos se trata de cubrir los gastos de los rescates, los animales en tránsito y las campañas de castraciones, pero es todo a pulmón. Es difícil imaginarse el trabajo y la organización que lleva”, redondeó, echándole luz a todas las formas que existen para poder colaborar desde el lugar que se pueda.

Al igual que en Bicho Feliz, Alicia y su grupo Kindergarten realizan este tipo de reuniones con la misma finalidad, y existen además otros eventos de carácter más masivo que agrupan varios stands de grupos proteccionistas y proteccionistas independientes a los cuales poder acercarse para contribuir con la causa, desde las posibilidades de cada interesado/a.

Capital vs. Provincia

La principal diferencia de esta circunstancia entre Capital y la Provincia es “departamentos versus casas”, además de que en la Ciudad suele haber mayor control y legislación sobre la violencia animal. Cabe entonces mencionar el nuevo proyecto de ley que yace en la Legislatura porteña que pretende aumentar las multas a quienes ejerzan cualquier tipo de violencia animal.

“Yo vivo en Tigre, trabajo en San Justo, y el 90% de mis consultas son en Capital Federal. En Provincia aún se mantiene el concepto de dejar al animal deambular por la calle. Me canso de ver los mismos perros en las puertas de las mismas casas todos los días y cuando me he acercado siempre recibí la misma respuesta: ‘Le gusta estar afuera, lo entramos a la noche’. En Capital el peligro es otro y más cuando se trata de gatos: las ventanas y balcones. No tenerlos protegidos es el equivalente a dejar salir al gato a la calle”, explicitó Alicia.

Asimismo, completó: “Existe lo que se llama el síndrome del gato volador o paracaidista y es muchísimo más común de lo que se piensa. Mucha gente tilda a las rescatistas de fanáticas por exigir protecciones en ventanas y balcones antes de una adopción, pero es porque ellos no han levantado un gato con la mandíbula rota después de caerse”.

Recomendaciones alternas

La esterilización no es lo único que hay que tener en cuenta para el propicio cuidado de las mascotas, sino que los profesionales consultados también recomiendan prestar suma atención a las vacunas, tal como lo hizo el veterinario Brito: “Lo que no se debe dejar de lado es la prevención de enfermedades zoonóticas, que en muchos casos se trabaja desde la vacunación, lo cual también puede realizarse en centros de Zoonosis sin ningún tipo de costo, solo depende de la responsabilidad del tenedor del animal y de esta manera protege en general a todos los miembros de la familia”.

En complemento, también indicó supervisar el estado de nutrición y físico del animal luego de haber sido operado:

“El responsable de un animal debe tener en cuenta que con la esterilización quirúrgica, los animales tienden a engordar por cambios en la actividad hormonal; por lo tanto, se debe hacer hincapié en la correcta nutrición y en la actividad física, esto para prevenir problemas de sobrepeso”.

¿Dejar salir al gato o perro solos es peligroso? Ante esta consulta, tanto Senosiain como Osepyan coincidieron en que dejarlos salir los expone a muchos peligros, por lo que se aconseja no dejarlos salir solos; mucho menos si no están esterilizados. “Al margen de esto, el collar y la chapita identificatoria con contacto del dueño/a debe estar siempre, no es negociable, porque es la única chance que tiene ese animal de volver a casa si se pierde”, explicó, recitando una vez más su mantra “gato que cruza la puerta, baja 50% su promedio de vida”.

Osepyan también desmitificó la existencia de la “necesidad” de los gatos de salir “a pasear” a la calle, al indicar que se trata solo de un mito que puede provocar, en el caso de los gatos: fracturas por caídas de balcones u otros accidentes, carcinomas de células escamosas (cáncer de piel) sobre todo en gatos blancos y de piel clara por exposición al sol (mayormente en orejas y nariz); y en el caso de los perros: lesiones internas o muerte por consumo de elementos peligrosos encontrados en la basura o la vía pública, balinazos, atropellamiento por vehículos, entre otros.

Saber los cuidados responsables para las mascotas es tomar conciencia, pero tomar conciencia para poder aportar y ayudar a generar un espacio más amigable para los animales, donde dejen de correr riesgo en la calle, es realmente hacer la diferencia. Las y los profesionales han contado cómo hacerlo. Ser responsable es lo que resta.

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