Randazzo: “No me voy a hacer puto de grande”

Randazzo: “No me voy a hacer puto de grande”

El exministro no fue elíptico para desmentir su afiliación a Cambiemos. De esta manera, a Vidal ahora sólo le queda Duhalde para partir al peronismo.


El tenor de la frase sorprendió a propios y extraños, pero Florencio Randazzo intentaba ser claro y, es posible que, al eludir los eufemismos, lo haya logrado. Es sabido que desde Cambiemos, en distintas ocasiones tentaron al exministro kirchnerista para que sea el artífice de la “cuarta lista”, que divida al peronismo y les abra el triunfo en territorio bonaerense. Ante una pregunta en este sentido, Randazzo contestó con una metáfora algo subida de tono: “no me voy a hacer puto de grande”, dijo y desató el huracán de buena educación que suelen soplar los bien educados cuando se horrorizan.

Randazzo desechó con su respuesta una nueva invitación, esta vez procedente de Emilio Monzó, que aboga por sumar peronistas al gabinete y nominó además al intendente de San Martín, Gabriel Katopodis; al gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey y al diputado Diego Bossio. Randazzo completó la frase con un contundente: “¿qué tengo que ver con el Pro?”, que más bien sonó como un complemento insuficiente ante la contundencia de la primera aseveración.

Complementariamente, Randazzo ratificó que es “peronista”, que hace gala de “una conducta” y desmintió que se haya convertido alguna vez en “un saltimbanqui”.

Para no dejar dudas acerca de su condición de peronista que mantiente los pies dentro del plato, chuceó al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, a pesar de que sostiene con él una buena relación personal. “¡Monzó no me va a decir a mí adónde tengo que ir! Ni en pedo, que no me jodan. No me ofrecieron ser parte de ellos, aunque sé que se corrió la bola”, dijo, con un nivel de enojo desusado en su persona.

Randazzo se decidió a jugar políticamente en la provincia en 2017, pero en enero estuvo en Valeria del Mar, entregado a la reflexión, una actitud necesaria ante el desaire que le propinaron a fin de año los bloques parlamentarios peronistas de las dos cámaras, que desactivaron su influencia haciendo caso omiso de varias de sus propuestas en el transcurso de las negociaciones por el presupuesto.

Paralelamente, estuvo reunido con algunos intendentes del Grupo Esmeralda, con legisladores provinciales y con miembros de la conducción del Movimiento Evita. De todos modos, Randazzo seguirá por ahora manteniendo un bajo perfil y no se va a dejar ver en público con nadie. No hay nada que sume más en política que la indiferencia, porque al filo de la desesperación habitan las concesiones.

Dicen, en el mundo de los negocios, que el que desprecia, compra. En política, el que desprecia suma más espacio y más consideraciones de sus amigos y adversarios. No hay nada más peligroso que la displiscencia.

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