Gullo: “El peronismo porteño sufre una crisis de identidad”

Gullo: “El peronismo porteño sufre una crisis de identidad”

Por Enrique Colombano

El el dirigente justicialista Dante Gullo habla de las internas del PJ, analiza el panorama legislativo de la Ciudad, la crisis energética y, de cara a 2015, le tira palos a Massa.


El histórico dirigente peronista Juan Carlos Dante “el Canca” Gullo fue reelecto, semanas atrás, vicepresidente segundo de la Legislatura de la Ciudad. Noticias Urbanas lo entrevistó para conocer su postura frente a la coyuntura política actual y los posibles escenarios futuros, tras un fin de año que se presentó muy caliente en lo político y social, tanto a nivel nacional como local.

–Por lo pronto, en el próximo período legislativo porteño se reflejarán los resultados de las últimas elecciones en la Ciudad. ¿Cómo intuye que va a ser el trabajo con la nueva composición?

–Va a tener elementos que lo van a hacer distintivo. La nueva composición contiene muchas posturas. Y todo va a estar tamizado por la cercanía de 2015. Va a haber un arco oficialista que tendrá que ajustar mucho sus proyectos en función de que vamos a constituir un grupo opositor muy serio. Y nosotros tenemos que ir viendo una alternativa superadora para la Ciudad. Generar propuestas que permitan repensar seriamente lo que necesitan los porteños. Legislar en función de que nadie se quede sin luz, sin salud, sin educación, sin espacio público. Además, hay que considerar al área metropolitana como un elemento determinante para las políticas de mediano y largo plazo.

–Usted mencionó los cortes de luz. Desde el kirchnerismo suelen vincular la crisis energética como una contrapartida del crecimiento económico vivido en los últimos años. Ahora, ¿este crecimiento no tendría que haber venido acompañado de un mayor control a las compañías distribuidoras de electricidad?

–Totalmente, yo creo que tiene que haber un mejor control. Ese control tiene que adelantarse a los hechos a nivel estratégico, de planificación y promover que las empresas se modernicen y estén a la altura de la circunstancias. Este mismo tema es extensivo a otras iniciativas del Gobierno nacional que, desgraciadamente, no tienen el acompañamiento de este arco opositor. Me refiero a democratizar la economía y la Justicia. También tenemos que atender seriamente el tema de las fuerzas policiales, provincia por provincia. En fin, hay una agenda abierta de temas pendientes que no la va a determinar una sola fuerza, sino una proyección a futuro de todos aquellos que queremos hacer de la Argentina un país más sustentable y con igualdad de oportunidades para todos.

–Usted dice que la oposición no acompaña, pero ¿no hubo una falta de previsión del Gobierno nacional?

–Sí y no. El Gobierno nacional todavía tiene que ir determinando un tema, que muchos ridiculizaron, que es el de la “sintonía fina”, del cual habló nuestra presidenta hace un par de años. “Sintonía fina” significa poner en caja y con otras reglas de juego a todos los actores que determinan la producción, el trabajo, el crecimiento, qué país queremos, qué situación internacional se presenta. Se trata de hacer un sinceramiento de la economía, porque este es un país en el que, por un lado, hoy están abarrotados todos los centros turísticos, y bienvenido que así sea, pero hay sectores sociales que tienen que contemplar que no están solos, que no pueden vacacionar y, por ahí, al mismo tiempo, tener empresas en las que de diez empleados, por ejemplo, hay seis en negro.

–Usted dice que hubo parte de la sociedad que no hizo los deberes.

–Y… hay sectores sociales que tienen que entender cómo nos ponemos a convivir en función de una democracia cada vez más profunda. Donde el Gobierno nacional ejerce el poder más allá de las presiones de turno, de las presiones corporativas o las presiones de todos aquellos que siguen pensando en una Argentina que por suerte estamos dejando atrás.

–Con vistas a 2015, ¿la irrupción de Massa en la Provincia lo colocó como el gran rival a vencer en las próximas elecciones nacionales?

–Massa es una especie de especulación entre lo que ha sido su adhesión al Gobierno nacional estos años, su presente de opositor y un anhelo a nivel personal que yo no sé si va a ser sustentable, porque no hay nada que determine que Massa generó un nuevo paradigma. Vos no podés compatibilizar una idea de un proyecto colectivo y después quedar bien con todos los factores de poder, y mucho menos con aquellos que atentan contra lo que es ese interés colectivo. Más tarde o más temprano esta ambigüedad, este querer estar con los pies en cada vereda o simular, se va a terminar.

–¿Usted dice que Massa, por ahora, no muestra su verdadera cara?

–Claro, porque hay intenciones mediáticas y de ciertas corporaciones de dar cuerda pero no mostrar todas las cartas.

–Le pregunto un poquito por el peronismo de la Capital. Teniendo en cuenta los últimos resultados y los de elecciones anteriores, da la sensación de que tendría que haber un recambio de estrategia y de candidatos. ¿Usted qué opina?

–Los peronistas de la Capital, el 6 de abril, vamos a votar. Estamos trabajando para tratar de forjar una lista de unidad que genere una apertura, una oxigenación, un aggiornamiento y una recuperación de lo que significa un ideario que en su momento fue ganador en la Ciudad y que, desgraciadamente, en estos últimos tiempos no hace pie.

–¿Cuáles deberían ser los próximos pasos del peronismo porteño?

–El peronismo en la Ciudad tiene una presencia que hay que saber capitalizar. Hay que canalizar un proyecto colectivo que respete la idiosincrasia de los que vivimos acá, que respete las posturas personales, individuales y de las minorías que, desde el Gobierno nacional, han recibido mucha respuesta en los últimos años a sus propuestas. A veces, cuando me dicen “el peronismo en la Ciudad no va”, yo digo: “Sin la Plaza de Mayo el peronismo no existiría”. Sin el proceso de urbanización, de industrialización y participación de lo que significó el proletariado y la clase media de la Ciudad de Buenos Aires no se hubiera dado el 17 de octubre del 45.

–Pero en la Ciudad vienen perdiendo elección tras elección y encima no presentan recambio de candidatos.

–Es que el peronismo porteño tiene una crisis de identidad. El peronismo significó una propuesta moderna no solo para la Ciudad sino para la Argentina, y no tenemos que apartarnos de eso. Ni jugar con esquemas que nos autolimitan. El peronismo tiene que estar presente, tiene que ganar la calle y hablar claro.

–¿El peronismo porteño se maquilla para no parecer peronismo?

–Y… sí. Es lógico: si vos ocultás tus símbolos, tu identidad, tu proyecto, tu abecé y querés avanzar por lugares que no corresponden te vas a equivocar. Por otra parte, la cuestión no es, como esquemáticamente quieren presentar, entre peronismo y progresismo, o entre peronismo y sectores aliados de centroizquierda y de izquierda, que bienvenidos sean. Yo, la única izquierda que conozco en la Argentina es el peronismo. Y como peronista, siempre me formé con una actitud frentista. El peronismo ve más allá de sus posibles afiliados o adherentes o seguidores: ve al pueblo en su conjunto, ve una base social real para sustentar un proyecto colectivo. Los atajos individuales no tienen nunca el sabor de la historia ni de las grandes definiciones. Los proyectos colectivos, sí.

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