Pasa en las redes: hackeando la vida

Pasa en las redes: hackeando la vida

Ludmila Gurchenco es periodista, y su portal sobre "life hacking", el estilo que cambió nuestra forma de ser y actuar, es un éxito en las redes sociales.

Ludmila Gurchenco.

Vivimos en una sociedad con exceso de información de todo tipo, lugar y forma. Algunos hablan de las repercusiones que tendrá el Big Data en el futuro, que, en términos físicos, equivale a 4.500 pilas de libros que lleguen hasta el sol.

El desafío, dicen los expertos, será la capacidad para procesar dicha información. Clasificar, ordenar y ponderar se convertirán así en pilares fundamentales para cualquier disciplina que se desarrolle en el porvenir.

En esa línea se instalan los sitios como Hackeando la vida, de la periodista Ludmila Gurchenco. Son sitios que profesan el life hacking, entendida como la técnica o estilo nuevo dentro del periodismo digital que mediante métodos eficaces soluciona problemas de la vida cotidiana.

Hackeando la vida es un blog que empezó con la idea de mostrar lo que es el life hacking, un movimiento que, a través de trucos, ayuda a hacer tu vida más fácil optimizando tu tiempo. Es decir, hacer todo en el menor tiempo posible y con las cosas que tenés a mano. Es como una especie de MacGyver casero“, ríe.

“Empecé a ver que en la Argentina había algunos blogs que tocaban el tema del life hacking, pero había muy poco, estaba a medias”, recuerda, y explica: “Hackeando la vida es un blog que está mutando en un portal, donde recomiendo las cosas que a mí me interesan”.

Está probado que, cuando entra en un portal, el internauta lee menos de un minuto, entonces el life hacking viene a organizar y seleccionar rápido y eficaz lo que necesitamos. La generación millennial necesita todo “ya”, por lo que el life hacking se torna necesario.

De esa manera, todos los contenidos de life hacking están orientados a recomendar “cinco cosas”, “tres momentos” o “la explicación de un caso periodístico en cinco pasos” bajo la idea de que la gente lo pueda entender rápido y mejor.

Ludmila recomienda, bajo este estilo, “5 Hacks para organizar tu casa con el método de Marie Kondo” o “3 Trucos que van a cambiar tu forma de usar WhatsApp“.

Además, planea realizar tutoriales en el futuro. “Serán videos míos explicando cómo simplificar la vida, pero no como los tutoriales de internet. Yo le metí mi voz, mi impronta y un poco de chistes”.

Las temáticas que elige Ludmila son cuestiones que a ella “le copan”, como recomendaciones sobre cine, tecnología, gastronomía o estilos de autores japoneses sobre el orden de la casa. “Son cosas que voy viendo y que no encuentro en los medios tradicionales”, apunta.

El life hacking tiene que ver con la modernidad y la practicidad de las cosas. Pero, además, se basa en lo efímero de las redes sociales. “Tiene que ser todo cortito, en poco tiempo”, dice Ludmila.

También lleva a personalidades a hacer las recomendaciones. “Estuvieron Muscari recomendando obras de teatro, Fer Metilli recomendando comediantes, Lucas Baini, de La Cosa Cine, y muchos más”. Así, las temáticas vienen de una intriga personal de la autora, que admite que le “gusta saber dónde la gente consigue las cosas”.

En el blog también hay “cosas bizarras” que ella encuentra en lo que llama “deep web” o, a modo de traducción, la “internet profunda”.

–¿Dónde encontrás los contenidos que recomendás en tu sitio?

–Yo soy una fanática de internet. Soy una nerd, tengo blogs que me he devorado. Me parece que el periodismo está virando hacia el lado de los blogs, donde el periodista pueda poner su propia mirada y no estar tan alineado en una corporación, como sucede en los medios tradicionales grandes.

El estilo life hacking también desafía a los medios tradicionales, que se ven cada vez más ofuscados por los cambios tecnológicos. “Me parece que lo que no va a morir nunca son las ganas de la gente de que le cuenten historias o de que le den información, pero lo demás va a ir cambiando”.

 

El observatorio de género

Hackeando la vida también trata temas más profundos de la realidad cotidiana, como es la violencia de género. Feminista y comprometida con la lucha contra la desigualdad de género, Ludmila adelanta a este medio que dedicará una sección de su portal a crear un observatorio de género. “Hay mucha sobreinformación y los casos son largos y complicados. Para refrescar un poco a las personas que no siguen de cerca los medios, me gustaría mostrar las claves o contar los casos de alguna manera en que no se pierdan en las vueltas que se dan en tantos años. El desafío es cómo contarlo y cómo darles visibilización a ciertos temas que por ahí están en los medios pero que se pierden. Lo quiero hacer para que eso penetre, impacte y se visualice.”

–¿Considerás importante hablar sobre la desigualdad de género?

–Me parece que, en este momento, si sos periodista y sos mujer no podés no hablar de estas cosas. Si tenés la oportunidad tan valiosa de estar frente a un micrófono, como comunicadora no podés no hablar. Además, veo la desigualdad de género en todos lados, como en los medios, en el trabajo o en la vida misma. Lo observo, por ejemplo, en llevar el auto al mecánico y que el tipo te mire distinto porque sos mina y no entendés; o que el taxista no te deje decirle el recorrido por ser mujer ‘y qué le vas a explicar a él’. Me impresiona lo mal tratados que están algunos casos de violencia de género en los medios, pero igual creo que se avanzó un montón, aunque quede mucho para hacer.

–¿Pensás que debería existir una capacitación sobre género a los comunicadores?

–Sí, estaría buenísimo. Creo que la mayoría de los que estamos en los medios lo agradeceríamos. Hay que entender que comunicar es un valor, una oportunidad y, sobre todo, una responsabilidad muy grande. Del otro lado hay gente que te está escuchando y formándose con lo que estás diciendo, y por algo está el poder de un micrófono o de una pantalla. Hay que hacer valer esa responsabilidad. Lo que pasa es que vos formás a comunicadores y, por ende, a la sociedad; pero después la Justicia deja violadores sueltos, como el caso de Micaela. Hay que generar un cambio, además, en el sistema penal.

–¿Sos feminista?

–Por supuesto. No considero otra manera de ver el mundo que ser feminista. Es una lucha diaria que tenemos que dar todos, cada uno desde su lugar.

Ludmila está a favor del aborto legal, seguro y gratuito. “Es otra batalla contra el patriarcado, que es difícil pero no imposible. Es un debate que tenemos que darnos como mujeres, país y sociedad.”

Estoy a favor de la libertad del cuerpo de cada una; que cada una haga lo que quiera con su cuerpo, sea abortar o no. Se necesitan protocolos de seguridad porque las pibas van a abortar a cualquier lado. El aborto tiene que ser legal porque tenemos derecho decidir sobre qué queremos para nuestro cuerpo. La que no quiere abortar, que no lo haga.

Respecto del reciente debate sobre el trabajo sexual, tras el lanzamiento de Alanisla película con Sofía Gala que muestra a una trabajadora sexual que es madre, dice que es “espectacular” y que lo que dijo Gala es “increíble”. También suma el ejemplo de Natalia Oreiro, que promocionó su marca de ropa con un video de ella donde muestra su cuerpo. “No veo mal que una mina que quiere estar en bolas esté en bolas, cada mujer sobre su cuerpo hace lo que quiere.”

Ludmila también conduce un programa de radio junto con el Coco Sily, en Pop Radio 101.5. Sobre su compañero, habla maravillas: dice que “es feminista“. “Se hubiera hecho imposible para mí si él no fuera como es. Tiene una conciencia social que pocas veces le vi a un tipo. Yo lo jodo porque le digo que se la pasa llorando, que es un sensible. Es que es un tipo que tiene una sensibilidad que jamás la imaginás. Pero los que lo escuchan, nuestros oyentes, lo saben, por eso es un tipo tan querible.”

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