La legisladora de Confianza Pública (CP), Graciela Ocaña, denunció este martes ante la jueza María Servini de Cubría que el comisario Juan Carlos “Chipi” Mondragón -acusado de haber recibido supuestas coimas en la causa de la mafia de los medicamentos y nombrado por Ibar Pérez Corradi, fue apoyado por carta por el exjefe de Gabinete de la Nación, Aníbal Fernández, entre otros, y habría sido parte de una red de cobertura policial y política del negocio de la efedrina.
Ocaña, que fue titular del PAMI y ministra de Salud entre el 2004 y el 2009, pide que se investigue las denuncias contra Mondragón quien fue jefe de la División Delitos contra la Salud de la Policía Federal y en vez de controlar a las droguerías y los laboratorios habría “recaudado” fondos para algunos de sus jefes.
En el escrito de Ocaña se recordó la declaración indagatoria de Pérez Corradi en la que el acusado de ser el autor ideológico del Triple Crimen de General Rodríguez afirmó que “en el año 2007 habría mantenido una relación con un oficial de apellido Mondragón, quien respondería directamente al comisario Gorosito, quien mantendría un vínculo cercano con Aníbal Fernández, al que le habría entregado dinero mensualmente a cambio de protección para garantizarse operar libremente con la efedrina”
Para Ocaña, Mondragón podría haber sido parte de “la “pata policial” como la encargada de cobrar coimas para evitar cumplir con sus funciones y garantizar protección a los sospechados de cometer delitos contra la salud pública.
Además, un testigo en el juicio oral del Triple Crimen, Angel Alvarez, amigo de Forza, indicó que: “conoce a ¨Chipi¨ Mondragón y que este era un policía que conoció en la droguería Seacamp y se lo presentó Forza.Según dichos de Sebastián este sujeto trabajaba con el ANMAT.”
Ocaña accedió al legajo de Mondragón y notó que en el 2006 recibió una “recomendación del entonces ministro de Salud y Ambiente de fecha 10 de abril del 2006, y enviada por intermedio del Ministerio del Interior” para continuar en su cargo.
Este último ministerio era ocupado por Aníbal Fernández. “Pero parece que era necesario mantenerlo en ese lugar, para garantizar la impunidad de los principales aportantes de la campaña de Cristina Fernandez y el tráfico de la efedrina”, concluyó Ocaña. El 36 por ciento de las donaciones de la campaña para la fórmula Cristina -Cobos provino del sector farmacéutico.
