Volvió el alboroto en UNEN

Volvió el alboroto en UNEN

El Frente Amplio Unen casi estalla por los aires luego de que el presidente de la UCR Capital, Emiliano Yacobitti, sugiriera públicamente la posibilidad de una alianza con el Pro en territorio local.


Todo empezó con un elogio, una expresión de deseo. Y fue como sal en la herida. Emiliano Yacobitti, presidente de la UCR Capital, soldado de las huestes de Cantera Popular, del nosiglismo más ortodoxo, declaró el domingo pasado al diario Clarín: “Hay gente valiosa dentro del Pro”. Pero no se quedó ahí, sino que sus ganas discursivas fueron por más, mucho más, llegando a afirmaciones de intereses casi performativas. Precisó el ex Franja Morada, que supo hacer carrera en Económicas, que le encantaría que Mauricio Macri se sumara al Frente Amplio Unen (FAU) en la Ciudad de Buenos Aires, conformado por el espacio radical, el Partido Socialista, Proyecto Sur, la Coalición Cívica-ARI, Libres del Sur, Podés, el Partido Socialista Auténtico y GEN. También, puso como ejemplo a la senadora Gabriela Michetti. Ejemplo de trabajo, ejemplo de futuro. Pero por las dudas abrió el paraguas, no vaya a ser cosa de que lo malinterpretaran: que no hay conversaciones con el macrismo, agregó. Pero pocos le creyeron. Es que para los antinosiglistas –y también para quienes están fuera del universo radical pero contenidos en el variado abanico del FAU–, Yacobitti, hijo político del Coti, hace tiempo viene trabajando por un único objetivo: Macri 2015.

Así las cosas, las voces de discrepancia no se hicieron esperar. Por caso, el legislador porteño de Proyecto Sur, Javier Gentilini, advirtió acerca de lo ridículo que sería pensar en un acuerdo electoral con el macrismo. Además, el también integrante de la mesa política del FAU en la Ciudad, si bien reconoció que en otras provincias cabe la posibilidad de un acuerdo con sello Pro –dadas las diferentes particularidades políticas de los distintos distritos–, destacó que la fuerza de la que es miembro “está llamada a expresar el verdadero progresismo que hace falta en el país y no a ser furgón de cola de lo que representan Macri, Massa y Scioli”. Por tales motivos, señaló que no existe ninguna razón para que en la Ciudad su espacio se asocie al Pro, “ya que fue justamente acá que Unen nació con el respaldo de nuestros votantes de 2013 para ser una concreta alternativa de gobierno y no para convalidar lo existente”.

Sin embargo, el estruendo llegó incluso a esferas partidarias más altas. El propio secretario general del Comité Nacional de la UCR, Juan Manuel Casella, le envió enseguida una misiva a su titular, Ernesto Sanz, para que tomara de inmediato cartas en el asunto. “En el ámbito nacional, la incorporación del macrismo sería una distorsión perceptible a simple vista”, afirmó el histórico dirigente radical. A su vez, agregó: “En Unen procuramos consolidar una alianza progresista de centroizquierda y resultaría visiblemente contradictorio que admitiéramos la posibilidad de una propuesta de ese contenido que llevase a Macri como candidato a presidente”. “La sola mención de esa posibilidad generará desconfianza en la relación con nuestros socios”, consideró, sugiriendo que el Comité Nacional “intervenga rápidamente, ratificando las líneas básicas aplicadas en la construcción de Unen y requiriendo a las autoridades partidarias de la Capital Federal una actitud coincidente con la posición general del partido atendiendo a la negativa influencia que esta actitud contradictoria impulsada desde la Capital Federal podría significar para la UCR”. Es decir, con Macri, los números del rédito electoral no cerrarían por varios costados, aunque para otros sí, como la tropa de Enrique “Coti” Nosiglia.

Ya el propio Pino Solanas, uno de los líderes de la alianza surgida en 2013 con más colores que la whipala, salió al cruce de Yacobitti y de quien pretendiese compartir su proyección. “Los dirigentes que impulsan estas insinuaciones están traicionando la propuesta de Unen y el voto ciudadano”, dijo el cineasta, con ese imaginable tono –esa vena hinchada– que usa para tildar aquello que pueda asemejarse a un “escándalo”. Y aprovechó la oportunidad para recordar que Unen “hizo dos campañas enfrentando la corrupción” del macrismo en la Ciudad, cuya gestión, según su óptica, se caracteriza por el “sobreprecio de las obras públicas, la subejecución del presupuesto en salud, educación y vivienda, y el déficit de tres mil millones de pesos”. “Insistir en esta alianza es querer irse del frente Unen. Nosotros estamos en las antípodas de aceptar un acuerdo con el Pro, no necesitamos ir a buscar a nadie, ya le ganamos la Ciudad al macrismo”, desafió Fernando “Pino” Solanas, a través de un comunicado. Y tituló: “Creo que es un error grave el de Lilita, de proponer una alianza con el Pro”.

¿Lilita? Claro, sí, Lilita: Lilita es la madre de todas las insinuaciones Pro, Lilita tiene un abultado historial de coqueteos con el macrismo. De hecho, en tiempos en que el FAU fue presentado en abril de este año, con las luces del teatro Broadway, entre el Himno Nacional a cargo de Jairo y videos en lugar de discursos para evitar protagonismos, o personalismos demasiado notorios, o divergencias demasiado notorias, la idea de un supuesto acuerdo con el macrismo en un eventual balotaje el año próximo recibía el visto bueno de Carrió, Julio Cobos y Oscar Aguad, mientras Solanas se mantenía firme en su negativa, al igual que Margarita Stolbizer y Humberto Tumini.

El último martes, a las 14, en el despacho del legislador Maximiliano Ferraro (CC-ARI), la mesa política de la coalición tuvo su necesario cónclave. De la reunión surgieron, en consecuencia, algunas conclusiones, también necesarias y resueltas por unanimidad, a saber: la reafirmación de la voluntad política del espacio de ser la alternativa de gobierno al Pro en la Ciudad de Buenos Aires en 2015; la convocatoria para el lunes 11 de agosto a un acto político de celebración del triunfo en la primarias de 2013, donde Unen obtuvo más del 30 por ciento de los votos; la propuesta de realización de un primer encuentro programático, a desarrollarse a comienzos de septiembre, en torno a las principales políticas públicas que el Frente Amplio Unen porteño llevará adelante para su gestión de gobierno, y la voluntad de continuar consolidando el funcionamiento de la mesa política como espacio institucional para la construcción de acuerdos con la representación de los ocho partidos. Asistieron, en representación de la Unión Cívica Radical, ni más ni menos que el mismísimo Emiliano Yacobitti, Hernán Rossi y Juan Farizano; por el Partido Socialista, Verónica Gómez y Hernán Arce; por Proyecto Sur, Javier Gentilini y Julio Raffo; en representación de la Coalición Cívica-ARI, justamente, Maximiliano Ferraro; por Libres del Sur, Roberto Baigorria; por parte de Podés, Sergio Abrevaya; en nombre del Partido Socialista Auténtico, Adrián Camps, y como referentes de GEN, Martín Hourest y Mariano Echenique.

Yacobitti impulsa la candidatura de Martín Lousteau para jefe de Gobierno, quien, por su parte, no le huye a un eventual acuerdo con el Pro. Por ese costado, entonces sí, cierra el asunto. El exministro de Economía, para mayor precisión, ya había contado que no tendría inconvenientes en compartir una interna con el macrismo. A principios de mes, aseguró a la prensa: “A mí el Pro me ofreció ser candidato a senador con ellos y dije que no para participar de una interna dentro de Unen. Tengo diferencias, pero me parece que algunas de ellas se pueden dirimir en una interna. Igualmente, el objetivo actual es fortalecer Unen. Después ya se verá si eso converge o no converge con el Pro”. Y agregó –por si faltara dar cuenta de ello– que en Unen reina la “variedad ideológica”.

“Todos queremos ampliar Unen todo lo que se pueda y que sea una fuerza política que tenga capacidad de cambiar la historia. De todos modos, no hay conversaciones con el macrismo; en temas puntuales sí, como la agenda de la Ciudad”, expresó Yacobitti el fin de semana. También manifestó: “Es una cuenta pendiente definir un programa y ampliarse a la gente para que se sume a ese programa, en algunas cosas trabajamos con alguna persona del Pro, hay gente que vale la pena, primero hay que fortalecer Unen y habrá que ver”. Y por último: “La prioridad en 2015 es romper con la continuidad del populismo a nivel nacional y a nivel local. Vamos a tener que discutir a priori para consensuar políticas y juntar a todos los que estemos de acuerdo”.

Lo cierto es que el Frente Amplio Unen desestimó un acuerdo con el Pro en la Ciudad, esto es, no lo sumarán a la interna de cara a 2015, y Yacobitti, como parte de la reunión que con carácter de urgente se organizó el martes pasado, tuvo que desdecirse. Es que ni a Carrió le cayeron bien sus declaraciones. La idea de Yacobitti, sin embargo, no es descabellada, puesto que Mauricio Macri analiza, entre otras posibles variantes, llevar a Lousteau como compañero de fórmula en las elecciones presidenciales, tras las buenas elecciones que el exministro K hizo en 2013.

El frente resolvió por unanimidad “reafirmar la voluntad política del espacio de ser la alternativa de gobierno al Pro en la Ciudad de Buenos Aires, en 2015”. En estos días, en el seno del FAU se acordará la actividad con la cual se celebre la creación del frente que debutó en las elecciones del año pasado exclusivamente en el distrito porteño y que tiene, a la fecha, al menos cuatro postulantes para suceder a Macri: el propio Martín Lousteau, Alfonso Prat-Gay, Fernando Sánchez y Roy Cortina.

“No sé de dónde salió eso, no entendemos por qué habló así Yacobitti”, admitieron en el entorno de Lilita, en off. “Coti Nosiglia está trabajando para Macri presidente 2015 y no para ampliar Unen. Nos consta que el nosiglismo viene manteniendo reuniones con el Pro a espaldas de la UCR”, dijo, punzante, Guillermo Hoertz, delegado radical al Comité Nacional y exasesor de campaña de Ricardo Alfonsín. Claro, es que a Yacobitti, de acuerdo con sus propios dichos, lo sacaron de contexto: típico caballito de batalla discursiva del arrepentido. En tanto, la alianza multipartidaria cuyo isotipo es un mapita de la Argentina encerrado en un círculo celeste, un mapita con muchos puntos, de muchos colores, que recuerdan cabezas de alfileres, encontró nueva calma. Será hasta la próxima tormenta, cuando el mapita FAU vuelva a mutar en muñeco vudú de los vicios propios y ajenos.

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