“Me gustaría que Brasil y la Argentina ablandaran su rivalidad”

“Me gustaría que Brasil y la Argentina ablandaran su rivalidad”

Armandinho volverá a la Argentina para presentar su DVD en vivo que filmó en diciembre último. Sobre ese trabajo, su carrera y hasta de la rivalidad Messi-Neymar habla en esta nota.


Armandinho nació en Porto Alegre, Brasil, hace 42 años. Y si bien es importante conocer de dónde viene, más significativo es saber que en la Argentina se convirtió en un fenómeno del boca en boca y las redes sociales, vías por las cuales consiguió agotar dos shows en diciembre de 2011, en los que aprovechó para grabar un DVD en vivo, que se encuentra presentando ahora.

Si bien la filmación de un show parece algo planificado y con un gran trabajo de preproducción, Armandinho cuenta la experiencia: “Fue la locura más increíble, no vine a grabar. Estaba finalizando 2011 sin nada nuevo, porque estaba cambiando de banda, estaba triste porque estaba con problemas de trabajo y pasé todo el año en tribunales; pero también estaba feliz por la banda nueva, con vibras nuevas, comenzando una relación con esa nueva banda, y cuando hicimos la primera fecha acá (Groove), que explotaron los tickets, se agregó una segunda noche y dije ‘Tengo que registrar este momento, dos noches en el mismo lugar’, y me dijeron que estaba loco, porque no había tiempo”.

“Pegamos los micrófonos a los amplificadores, pegamos cosas en varias tablas de surf, y cuando llegamos con todo eso acá nos dijeron ‘Ustedes son hippies’. Llegamos a las cuatro de la tarde, y había que armar todo y montarlo para la grabación.

Quedaron detalles, como que no hay acrílico para separar la batería, y se grabó sin metrónomo, por lo tanto el show es tal cual fue, con imperfecciones, sin escenario, sin nada. Es más bonito porque es un concierto verdadero”, relata el artista, que el miércoles 5 de diciembre se presentará nuevamente en la Ciudad.

–Naciste como un artista de reggae, pero ahora ya no sos solo eso, ¿cómo se dio ese cambio en el sonido?

–Me gusta mucho la música, creo que es como viajar. No podemos estar siempre en una parte, porque sino estamos siempre en una misma playa, y no conocemos otras personas y otros mundos. En mis últimos 20 años cambiaron muchas cosas en mi vida, conocí otros sitios, otros países, otras culturas, y hay un cambio en mi música, no soy un artista solamente de reggae. La principal influencia es el reggae, sí, pero me gusta la música popular brasileña, me gusta la música de mi sitio, Rio Grande do Sul, que es música cercana a la chacarera o milonga argentina, y por todo eso mi reggae tiene un compás que es (hace un ritmo con la boca, característico de sus canciones). Yo creo que la música es como el mundo, hay que viajar y buscar destinos, no estar presos en una sola cosa.

–Al viajar, ¿reconocés distintos sonidos en los países o se puede hablar de un sonido latinoamericano único?

–Cada uno tiene su estilo. Acá en los conciertos sucedió algo interesante: las palmas. Se batían palmas de candombe acá (nuevamente hace el ritmo con las manos). Y hay un momento del concierto que empezamos a tocar bajo y el público palmeaba, y la banda, el bajista, no entendían nada. “¿Qué pasó?”, decían, porque en Brasil serían palmas normales (hace otro ritmo). Y eso pasa en Uruguay, Portugal, Chile. Cada pueblo tiene su ritmo y danza.

–¿Importan mucho internet y las redes sociales para llegar a la grabación del DVD y agotar entradas?

–Estamos viviendo una revolución de los tiempos, y la tecnología tiene mucho que ver en eso. Estamos pasando por un momento que no sabemos para dónde va; las redes ayudan mucho a difundir mi música, pero las redes también quebraron las discográficas, que ya no tienen el mismo poder para ayudar a los artistas. Como artista independiente, internet es mágica, puedo trabajar con Facebook, Twitter y llegar a todos lados.

–¿Qué creés que llama la atención de tu música?

–Creo que la superexposición de un artista no es buena, porque las personas tienen que tener diversidad, y cuando miran siempre lo mismo, el mismo artista en todos los canales, se cansan. Creo que mi música y yo siempre tuvimos una velocidad tranquila, crucero, que viene desde hace 15 o 20 años ya, y eso es mejor que la super-exposición, o que todo sea una bomba y después se acabe.

–¿Qué meta queda en el tintero?

–Yo soy surfer, y cuando llegamos a una playa hay gente que vive en esa playa y no quiere que surfees ahí, te dice “La ola es mía, afuera”. La música tiene el poder de romper barreras, unir personas. Brasil y la Argentina están separadas por el fútbol, pero esa rivalidad a veces trasciende los 90 minutos; no podemos ser así. A los brasileños no les gusta la Argentina porque Messi hace tres goles, o los de acá no quieren a Brasil porque Neymar dijo que es mejor que Messi…

–Algo que es mentira, no se discute cuál de los dos es mejor.

–Sí, creo que sí, creo que Messi es el mejor del mundo. Neymar no mostró su potencial en la Selección por ahora, y no hay comparación por ahora con Messi, que es el mejor del mundo y todos lo saben. Pero esa rivalidad se tiene que ablandar. Tenemos una Copa del Mundo y hay que recibir personas. Yo voy por la paz, quiero llegar a una playa y surfear la ola, y respetar a los locales y ser bien tratado. Mi música es una música que une personas y hace que la paz sea lo más importante. La paz y la tranquilidad generan salud. Me gustaría mucho que Brasil y la Argentina ablandaran la rivalidad. No en los 90 minutos, ahí que haya guerra (ríe), pero después, siempre paz.

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