Macri desafió: “Vinimos para quedarnos en La Matanza”

Macri desafió: “Vinimos para quedarnos en La Matanza”

Después de anunciar su presencia en la planta embotelladora de Manaos y luego desmentirla, finalmente ahora se encuentra allí junto con la gobernadora Vidal, inaugurando una línea de producción.


Indudablemente, el 2017 está a la vuelta de la esquina. Y, si aún alguna duda desvelaba a los bonaerenses, esta mañana Mauricio Macri se disponía a pisar el enemigo territorio de La Matanza cuando una lluvia inoportuna (¿el peronismo tendrá influencia en los cielos?) postergó su visita, que iba a quedar para mañana. Misteriosamente el fenómeno climático quedó fuera de la evaluación de su viaje y, al final Macri llegó a la planta de una empresa de gaseosas pasado el mediodía.

Resumiendo: el evento estaba previsto en principio para las 10:30, luego se comunicó oficialmente que el acto se postergaba al martes por “razones climáticas” y, finalmente, a las 11:30 se informó que había sido reprogramado para las 13:15 de este lunes. ¿Desinformación intencional para desalentar presencias incómodas o realmente no se sabía si el helicóptero presidencial iba a poder volar bajo cielos tormentosos?

Antes de ser elegido, ya Macri había visitado el partido más populoso del Conurbano cuando realizó un muy estudiado timbreo con sus colegas del Pro en su campaña presidencial, al que después no regresó, una ausencia que intentará reparar este martes.

El programa se iba a iniciar a las 10:30, cuando el presidente iba a hacerse presente en Virrey del Pino, donde la empresas de gaseosas Manaos posee una planta embotelladora, la más grande de Latinoamérica, según promocionan su propia publicidad. Finalmente, el mandatario llegó pasadas las 13:00 y fue recibido por la intendente distrital, Verónica Magario y por la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. 

Macri presenció, en medio de un fuerte operativo de seguridad, el estreno de una nueva línea de producción, para la que los empresarios de aguas gaseosas compraron maquinaria nueva.

En su discurso en la planta, el presidente aseguró que “vinimos para quedarnos en La Matanza, para demostrar que la Argentina no termina en la General Paz“.

A continuación, el presidente pidió la confianza de los argentinos, advirtiendo que su proyecto “no se basa en un líder mesiánico”, sino en el esfuerzo de todos. “A nosotros nos toca -aclaró- el rol de conducción política, trabajar entendiendo que nosotros no somos los protagonistas, que tenemos que simplificar la vida de la gente”.

Luego, Macri cuestionó tácitamente a los organizadores de la Marcha de la Resistencia, aludiendo a que “para aquellos que sigo viendo a diario enojados, queriendo pelear o confrontar, les quiero decir que necesitamos que todos nos demos la oportunidad. Pueden estar equivocados. Si la mayoría hemos decidido un cambio en democracia, es porque creímos que hay un mejor futuro para todos”.

Finalmente, cerró su discurso haciendo una paráfrasis de la publicidad de Manaos, al afirmar que “así como ustedes dicen ‘¡Vamos Manaos!’, yo digo ¡Vamos Argentina!”.

La continuidad en el candelero

Por estos días, convergiendo con la visita presidencial, desde la Gobernación comenzaron a intentar darle forma a un antiguo proyecto, por el que dividirían el partido de La Matanza en cuatro distritos nuevos, con el único objetivo de birlarle la victoria al peronismo, que hasta ahora se mostró invencible con esta configuración territorial. 

Tanta ambición de cambio busca darle mayor viabilidad al proyecto de reelección de Vidal y del propio Mauricio Macri, que revalidarán títulos en 2019, pero que deberán pasar primero por la estación de transferencia de 2017, en una peliaguda elección que expondrá con claridad adónde está parado cada uno y qué posibilidades tendrá en las presidenciales siguientes.

 

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