El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, echó las culpas por los saqueos de la semana última a los beneficiarios de los planes sociales, al definir que los responsables fueron “algunos grupos que han tenido privilegios pequeños y están organizados como tales”.
Por su parte, una vez más volcó las culpas hacia el Gobierno nacional, que adjudica esos planes, al asegurar que “les han dado este tipo de apoyo para que intermedien con quienes tienen necesidades. Mucha gente también pensó en hacerlo porque acá es un viva la pepa y eso nos va destruyendo como sociedad”.
Luego Macri dijo que “sigue habiendo la misma pobreza. La mayoría de los que saquean son jóvenes que ni estudian ni trabajan”. Inmediatamente, el mandatario de la Ciudad de Buenos Aires se mostró partidario de que los potentados compartan sus riquezas al afirmar que “entró mucho dinero en la Argentina, pero no se distribuyó como se debía. Hay que invertir mejor la plata y no seguir alimentando políticas populistas”, culminó.
Profundizando sobre las consecuencias del populismo que le adjudica al kirchnerismo, el líder del PRO afirmó que “estos años se creó un facilismo que hace creer que todo te lo tienen que regalar”, aludiendo a los beneficiarios de los planes, que anteriormente fueron víctimas de las políticas neoliberales que se sucedieron entre 1976 y 2003.
Continuando con sus definiciones, Macri abogó por el reinado del “esfuerzo, que es lo que te da la verdadera felicidad”, aunque relativizó finalmente esta alegría al afirmar que 2013 será “un año duro, tenso”, por culpa de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a la que le adjudicó “una agenda de enorme confrontación”.
