“Los planes sociales no resuelven la cuestión social, son aspirinas”

“Los planes sociales no resuelven la cuestión social, son aspirinas”

Así lo aseguró en una entrevista con Noticias Urbanas uno de los líderes del Movimiento Evita, Fernado "Chino" Navarro.


Fernando “Chino” Navarro, referente del Movimiento Evita, se muestra preocupado por el ajuste económico del Gobierno nacional durante la crisis, critica el acuerdo con el FMI y se resiste a hablar de las elecciones del año que viene. “Estoy preocupado por el día a día”, dice el dirigente, que evita referirse a posibles acuerdos del peronismo para enfrentar a Cambiemos.

 

–¿Qué piensa del Presupuesto que presentó el Gobierno en el Congreso?

–Es una estimación subordinada a las necesidades del FMI, para seguir pagando intereses de la deuda y para reconciliar a Macri con el mundo financiero más de lo que ya hizo, prescindiendo de la mayoría de los argentinos. De millones de argentinos.

–En el Presupuesto está estipulado que las tarifas no suban más que la inflación, y el gasto social está planteado como una prioridad.

–Lo de las tarifas, si se cumpliera, no deja de ser un aumento, que siempre, por más que no supere la inflación, afecta el bolsillo de los que menos tienen. Y el gasto social es insuficiente. El Gobierno se enorgullece de haber mantenido las partidas sociales y haberlas incrementado, pero la realidad, cuando uno va a los barrios, es que la mayoría de los vecinos comen en comedores populares o hacen la cola en las casas donde se cocina para llevarse a su casa un táper o una ollita con comida. En la medida en que el Gobierno crea que con planes sociales y alimentos y comedores se resuelve la cuestión social… eso es una aspirina, un paliativo. Como integrantes de una organización político-social, hablamos con el Gobierno, movilizamos, buscamos mecanismos y puentes de acuerdo, siempre aclarando que esta situación es pan para hoy y hambre para mañana. Y la realidad nos da siempre la razón. Cuando se aprobó la emergencia social, en 2016, les anticipamos que de no cambiar el rumbo de la política la pobreza iba a crecer, el hambre se iba a incrementar, y eso ha ocurrido. Y nada indica que no vaya a seguir ocurriendo, por más que el Gobierno tenga una preocupación por el gasto social. Ellos lo plantean como gasto, nosotros como inversión. Pero en definitiva es insuficiente.

–¿Cuál es la medida más urgente que pide el Movimiento Evita?

–El Gobierno tiene que tomar medidas que beneficien a los argentinos. Cuando llegó, el Gobierno dijo que en lugar de emitir, para bajar la inflación, se endeudaba para afrontar la administración del Estado y sostener lo que el Estado implicaba en erogación, y ayudar a la inversión, etcétera. Hoy, todo lo que se pide es para pagar deuda y más deuda. Por lo que estamos en una situación que no genera expectativas de futuro. El Gobierno tendría que poner todos los recursos del Estado, toda su política de acuerdo con el exterior, para resolver el problema de los jubilados, de la clase media, de los trabajadores, de los que menos tienen. Y no estar preocupados porque las tarifas hay que aumentarlas pero no más que la inflación. U honrar la deuda porque “nosotros honramos nuestras deudas” y seguir especulando financieramente. Todos los días se van cientos de millones de dólares que se fugan. ¿Quién se lleva ese dinero? Sectores financieros amigos del Gobierno. ¿Quién se beneficia? Sectores amigos del Gobierno.

–¿Tiene diálogo con la ministra Carolina Stanley?

–No, porque quienes participan de las reuniones con Desarrollo Social son compañeros del Movimiento Evita que están asignados a la parte social. Yo estoy en la parte política. Pero he hablado alguna vez con ella, la conozco, tengo una relación formal buena pero eso no significa que comparta su forma de ver la política. Es más, cuando ella califica los cortes de calles como una extorsión, me sorprende. Extorsión es lo que hace el FMI para obligar al Gobierno a tener un presupuesto acorde con los intereses del mundo financiero internacional. Se mide con una vara el reclamo popular y se mide con otra vara la exigencia del poder financiero. Se cataloga como violencia el reclamo de sectores del trabajo y sectores sociales, y se justifica cualquier decisión de cualquier grupo económico o poder financiero.

–¿Hubiera querido que en el nuevo esquema de gabinete saliera Patricia Bullrich?

–El responsable es Macri. Yo critico a la ministra Bullrich, y la he criticado, pero hace lo que le dice Macri. Y lo que le permite Macri. Es un gobierno de origen democrático, con un poder autoritario que va creciendo. Y gobierna para los grupos económicos que representa, que son minoritarios. Le va quitando gradualmente el apoyo de la mayor parte de la sociedad, incluso de sectores que los votaron esperanzados porque supuestamente iban a resolver la inflación, la precariedad en el trabajo y la corrupción. Todo en el macrismo ha empeorado.

–¿Cree que es posible que el peronismo le gane al macrismo el año que viene?

–A mí me preocupa el día a día. Las elecciones habrá que afrontarlas, pero me preocupa otra cosa, cómo vamos a llegar a las elecciones. Las personas que no pueden juntar para viajar en colectivo, que no tienen para cargar la SUBE. Que no pueden pagar la luz, el alquiler de su negocio o su casa. Que son asaltadas en la esquina. Que no tienen para comer. Las elecciones no las desmerezco, pero es una cuestión lejana. Creo que los dirigentes tenemos que estar cerca de la gente que sufre tratando de estrechar filas, de abrazar, de comprender y de tratar de frenar el ajuste de Macri.

–De todas formas, la crisis aceleró el proceso de campaña electoral y ya hay varios aspirantes a candidatos declarados.

–Yo quiero una Argentina donde podamos ganar elecciones y que Macri y su proyecto sean derrotados por millones y millones de hombres y mujeres que votemos una Argentina de crecimiento, que derrote la especulación. No me parece que la cuestión electoral sea prioritaria. Respeto a los compañeros que son precandidatos, otros que aspiran, me parece muy bien, pero nuestra prioridad como movimiento es estar con los que sufren, con los abuelos, las mujeres y los niños que sufren el ajuste de Macri, que cada día es peor.

–¿Qué piensa del apoyo de los gobernadores al Presupuesto de Macri?

–Vamos a ver cómo actúan los diputados y senadores.

–Ellos responden a los gobernadores.

–Algunos sí, otros no. Esperemos que lleguemos a la situación. Es algo serio. Aunque tampoco creo que el Presupuesto cambie esta historia. Solo ratifica el rumbo de sumisión del Gobierno a la política del Fondo Monetario y al poder financiero. No tengo expectativas en el Presupuesto, pero cuando ocurra, lo vamos a poder analizar.

–¿Cómo es su relación con Massa? ¿Tienen diálogo?

–Entiendo la política como práctica para hacer y dialogar, hablo con Massa y todos los actores de la política. Con algunos tengo diferencias, con otros no tengo ninguna diferencia. Pero a veces, para ser parte de la solución hay que hablar y acordar, siempre que ese acuerdo implique mejorar la vida de alguien que sufre. En un incendio tenés que apagar el fuego o sacar a alguien del fuego.

–¿Cree que los cambios en el Gabinete fueron para cambiar algo profundo o fue maquillaje?

–Lo que sé es que cambie el ministro que cambie, declare el ministro que declare, hagan lo que hagan, la pobreza no baja y el ajuste aumenta. Cuando vas a la calle, las personas tienen más temor, más tristeza, miedo y bronca. Se maquille o no se maquille, es un problema del Gobierno. Si eso sirviera para mejorar su gestión, bárbaro, pero el Gobierno empeora todo. Cada día es peor que el anterior. Eso no es bueno para la Argentina, no lo deseo. Lamentablemente, es lo que ocurre. Uno describe lo que ve, lo que sufre, lo que siente.

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