Los debates que no serán

Los debates que no serán

El 13 y el 20 de octubre, los seis candidatos que se enfrentarán en las urnas el 27 de octubre mostrarán sus desacuerdos.


Los candidatos a presidente de la Nación se encontrarán a debatir en debates que en realidad no serán debates, en dos ocasiones, al menos, los domingos 13 y 20 de octubre próximos. En caso de que los resultados del 27 de octubre exigieran una segunda vuelta, habría un tercer debate el 17 de noviembre, en esta ocasión, entre los dos candidatos ubicados en las dos primeras posiciones.

La primera cita será en la Universidad del Litoral, en la ciudad de Santa Fe, el domingo próximo, cuando los candidatos que quedaron en carrera tras las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) Mauricio Macri (JxeC), José Luis Espert (Despertar), Juan José Gómez Centurión (NOS), Roberto Lavagna (Consenso Federal), Alberto Fernández (FdT) y Nicolás del Caño (FIT), -que estarán situados en ese orden, de izquierda a derecha, paradójicamente, ya que Del Caño queda a la derecha y Macri a la izquierda- expongan sus proyectos e interroguen a sus oponentes, eventualmente, sobre los suyos.

Moderados por María Laura Santillán (Canal 13 y TN); Rodolfo Barili (Canal Once); Gisela Vallone (Canal Siete) y Guillermo Andino (Canal América), el esquema será el siguiente: cada candidato contará con 45 segundos para la introducción y dos minutos para exponer sus propuestas. Inmediatamente, habrá dos rondas en las que dispondrán de 30 segundos para ampliar alguna alocución o para rebatir a eventuales cuestionamientos de sus críticos y, finalmente, un cierre de un minuto, en el que deberán exponer sus conclusiones.

Los temas de este primer cruce serán: Relaciones Internacionales; Economía y Finanzas; Derechos Humanos, Diversidad y Género y, finalmente, Educación y Salud.

Abrirá el “debate” Mauricio Macri, al que seguirán, en ese orden, Alberto Fernández, del Caño, Gómez Centurión, Espert y Lavagna.

La transmisión estará a cargo de la Televisión Pública y todos las señales que lo deseen podrán tomar la transmisión, sin agregar ni publicidad ni contenidos propios mientras dure el debate, que se desarrollará entre las 21:00 y las 23:15.

Habrá tres bloques, mechados por dos tandas publicitarias de doce minutos cada una. El primer bloque durará 55 minutos; el segundo, 45 minutos y 30 segundos y el tercero, ocho minutos.

El siguiente domingo, el 20 de octubre, se realizará el segundo debate en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, que fue también la sede del primer debate presidencial, que enfrentó el 14 de noviembre de 2015 a Daniel Scioli, candidato entonces del Frente para la Victoria, con Mauricio Macri, que comandaba la opción autodenominada Cambiemos, que triunfó en la elección realizada el 22 de noviembre de ese año.

Si existiera la realización de la segunda vuelta o ballotage, se repetiría el escenario de la misma facultad, el 17 de noviembre próximo. Sería moderado en la ocasión por Viviana Canosa (Canal Nueve), Daniel López (Radio Continental), Cristina Pérez (Canal Once) y Alberto Lotuf (Radio Continental).

EL domingo 20 de octubre –a una semana de la primera ronda electoral-, los temas a debatir serán: Seguridad; Empleo, Producción e Infraestructura; Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado y Desarrollo Social, Ambiente y Vivienda.

Será moderado por María O’Donnell (Radio Metro 95,1); Marcelo Bonelli (Canal 13 y TN); Mónica Gutiérrez (América) y Claudio Rígoli (Canal Nueve y C5N).

 

Debates en los que no se debate

La estructura de los debates que enfrentarán a los candidatos es tan rígida y tan a propósito para no debatir, que desmiente claramente su propio fin.

La Cámara Nacional Electoral, que convocó en esta ocasión a los candidatos, discutió con los asesores de los candidatos, que pusieron tantas objeciones al intercambio directo entre sus asesorados que terminaron desnaturalizando el debate.

Con esta estructura tan restrictiva de la discusión, quedarán ocultas las capacidades de los candidatos y también sus limitaciones. No habrá agudeza en la confrontación, no se podrá conocer el manejo de los candidatos en situaciones de conflicto, ni se podrá evaluar sus puntos fuertes ni sus puntos débiles.

En 1976, los candidatos a la Casa Blanca, el Demócrata Jimmy Carter y el Republicano Gerald Ford, se enfrentaron en un debate que transitaba por carriles más o menos previsibles, hasta que Ford cometió una “gaffe” imperdonable, que lo dejó expuesto. De repente, lanzó una desconcertante afirmación: “no existe dominación soviética en Europa Oriental”, dijo.

El periodista del New York Times Max Frankel, se dirigió hacia Ford, recriminándole: “Perdón, ¿qué? ¿Entendí que usted dice, señor, que los rusos no están usando Europa Oriental como su propia esfera de influencia, ocupando la mayoría de sus países y asegurando con sus tropas que es una zona comunista?” Ford, que era un cabeza dura, se reafirmó en sus dichos y desde entonces quedó tan en ridículo que se puede decir que en ese momento perdió la elección. Y eso que Carter no fue su verdadero obstáculo, sino el moderador.

El “síndrome Ford” debe haber primado en el diseño de los debates argentinos, por lo que se puede decir que lo único positivo es que existen realmente. Por lo demás, serán aburridos, no mostrarán las personalidades de los protagonistas, ni dejarán saber con claridad lo que se puede esperar de ellos en el presente o en el futuro.

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