Lo que dejó el paro

Lo que dejó el paro

por Horacio Ríos

La huelga tuvo un considerable efecto, aunque no fue total. Los motivos políticos de la iniciativa gremial. Las claves económicas. Los verdaderos afectados por el Impuesto a las Ganancias. Los cruces.


El paro originalmente convocado por los gremios del transporte dejó una larga serie de elementos para el análisis, entre los cuales se puede contar el cuestionamiento al porcentaje que se descuenta a los trabajadores en concepto de Impuesto a las Ganancias. Que la fecha elegida se haya producido entre feriados es también motivo de controversias, que convocan a la alarma entre los empresarios, el Gobierno y aún entre quienes buscan por estos días cerrar sus asuntos antes de tomar un descanso reparador. En esta nota, Noticias Urbanas desmenuza cada uno de los componentes de la medida.

Los que convocaron al paro

El paro fue convocado a mediados de febrero por la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que nuclea a los 22 gremios del área. A la CATT se le sumó posteriormente la CGT disidente que dirige Hugo Moyano, la CTA de Pablo Micheli y la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, a los que hay que sumar a la Asociación Trabajadores del Estado (ATE); a los Bancarios; a Udocba; a la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB); a la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop); a la Asociación Sindical de Motociclistas, Mensajeros y Servicios (Asimm); a la Unión de Recibidores de Granos y Afines de la Argentina (Urgara), y al Sindicato de Trabajadores de la Alimentación, que integra la CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló, que dejó en libertad de acción a sus afiliados para adherir o no a la medida de fuerza.

El reclamo estuvo basado –oficialmente, porque hay razones puramente políticas también– en la integridad de los salarios, especialmente afectados por el Impuesto a las Ganancias, los despidos, la inflación y una serie de reclamos de otros sectores.

Los afectados por el impuesto de la polémica

El Impuesto a las Ganancias deben pagarlo todos los asalariados que entre enero y agosto de 2013 hayan cobrado un sueldo mayor de 15 mil pesos. Los que cobraron hasta 15 mil pesos siguen estando exentos aunque hayan recibido aumentos desde el octavo mes de 2013 hasta hoy, hayan sido estos los que fueren. Por el contrario, a los salarios mayores a 15.001 pesos en agosto de 2013 se les aplican deducciones entre el 9 y el 35 por ciento, de acuerdo a los montos cobrados.

Es posible deducir que los trabajadores que cobraban 15 mil pesos en 2013 estén siendo beneficiados hacia estas fechas con una suma cercana a los 20 mil pesos, pero aún así van a seguir sin pagar el impuesto. Por el contrario, los que ganaban más que eso cuando entró en vigor esta limitación, que hoy podrían estar cobrando sumas que merodean los 30 mil pesos, estarían pagando en concepto de Ganancias unos 3.000 a 4.000 pesos por mes.

Este volumen de dinero es el objeto de la controversia principal, porque muy pocos de los asalariados que cobran sumas mayores a los 30 mil pesos mensuales están sindicalizados y sus negociaciones con las empresas se manejan, por ende, de manera extragremial. Estos miraron este paro –y todos los otros– con indiferencia. Es más, se pudo ver transitar por las calles porteñas una gran cantidad de autos, muchos de ellos conducidos por los propietarios y por el personal jerárquico de las empresas y comercios localizados en esta ciudad.

Vacío de ausencia

De todos modos, más allá de la pertinencia o no de la medida, esta se hizo sentir con mucha claridad en las terminales de trenes y en los nodos de tránsito de los servicios públicos. El habitual bullicio reinante en estos lugares contrastó claramente con el silencio de este martes.

Está claro que los gremios que inciden sobre la asistencia al trabajo del personal que maneja los vehículos de transporte público poseen un fuerte poder de negociación y que estos pondrán esta amenaza sobre el tablero cada vez que sus reclamos sean ignorados. Por esta razón, siempre los gobiernos intentan neutralizar los reclamos de estos sectores, ya sea atendiendo sus reclamos o, en tiempos pretéritos, utilizando el recurso de la represión.

Las ausencias de los trabajadores en sus empleos estuvieron potenciadas por la falta de trenes y colectivos, en especial porque en este sector el paro fue absoluto. Los subterráneos tampoco funcionaron.

Si algún trabajador intentaba movilizarse igualmente, debía superar un obstáculo adicional, que fueron los piquetes que realizaron los partidos de izquierda, que se apresuraron a concurrir adonde nadie los había convocado, presos de fervor revolucionario. De todos modos, esta vez los seguidores de Ernest Mandel, León Davidovich Bronstein y Vladimir Ilich Ulianov trabajaron a reglamento y limitaron su presencia solo hasta las 11 de la mañana.

Contrapunto CFK-Moyano

“Hubo gente que en estos años subió escalón por escalón en su capacidad laboral, salarial y de consumo, pero todavía hay muchos que piden subirse, y por eso debemos ser solidarios con ellos”, solicitó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante un acto realizado en La Matanza, en el que estuvo rodeada por autoridades provinciales, municipales, ministros, secretarios de Estado y cientos de militantes.

“Me duele que quienes tienen un trabajo bien remunerado se olviden de los que todavía están afuera y hagan un paro porque tienen que ceder un poco de su sueldo para otros compañeros”, dijo la jefa de Estado en referencia a los convocantes al paro.

Cristina aseguró que la convocatoria no tiene que ver con “reivindicaciones obreras”, sino que solo “se trata de oposición”.

Por su parte, el titular del gremio de Camioneros, Hugo Moyano, manifestó: “Hoy podemos decir, con enorme satisfacción, que hemos interpretado el reclamo de la gente, pero es imposible sacar un porcentaje del acatamiento”. Moyano sostuvo que “el paro fue contundente” y destacó la adhesión de “muchos trabajadores que se plegaron” a la medida de fuerza, “a pesar de que sus organizaciones gremiales no convocaron” al paro, aunque este hecho sea también imposible de mensurar.

Luis Barrionuevo: mensaje para el “rusito”

“Esperamos con humildad y responsabilidad que este reclamo sea interpretado por quienes tienen que dar respuestas”, reclamó el secretario general de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, que consideró que el proyecto de parar por 36 horas en el mes de abril “está más para el sí que para el no”.

Al ser consultado sobre la posibilidad de un acercamiento con los gremios de la CGT que responde a Antonio Caló, Moyano respondió ambiguamente que “las puertas de la CGT están abiertas para cualquiera que quiera participar de la lucha”. En ese sentido, Luis Barrionuevo agradeció a Caló porque el líder metalúrgico dio libertad de acción a los trabajadores de su gremio, a pesar de que la central obrera no adhirió al paro.

Deslenguado como en ocasiones anteriores, Barrionuevo disparó contra el ministro de Economía, aludiendo a su condición de judío. “El rusito Kicillof no tiene respuesta”, dijo, desatando los huracanes de la discriminación. Más tarde, Barrionuevo ratificó su comentario despreciativo. “Lo dije peyorativamente porque el ministro miente, es un mentiroso y niega a los pobres”, dijo, sin demasiada convicción, más para seguir cultivando su imagen de gremialista duro que para definir la política económica.

Facundo Moyano: “Hablar de nuevas medidas es una irresponsabilidad”

El que se mostró irritado con las palabras de Barrionuevo fue el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de Peajes y Afines (Sutpa), Facundo Moyano. “Cada dirigente se hace cargo de lo que habla”, dijo, diferenciándose del gastronómico. “Yo no sé lo que pasará, hay que esperar respuestas y repercusiones del paro que se está haciendo hoy. Hablar de nuevas medidas de fuerza es una irresponsabilidad. No se puede determinar otra cuando no terminó esta”, le espetó.

Empresarios: “Equivocado e inoportuno”

El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide, expresó que el cierre de los comercios adheridos a su organización fue “menor” que en ocasiones anteriores. Estimó que en la Ciudad afectó al 40 o 50 por ciento de la actividad, aunque en el interior llegó apenas al cinco por ciento el ausentismo y el cierre de comercios.

“Es equivocado e inoportuno hacer un paro en el medio de tantos feriados; es una exageración y ocasiona pérdidas de recursos económicos”, aseveró el gremialista empresario, que lo mismo reconoció que “hay cosas equivocadas en la determinación del Impuesto a las Ganancias, que perjudica a mucha gente que trabaja”.

El presidente de Fedecámaras, Rubén Manusovich, evaluó que “el promedio de los comercios que abrieron en todo el país fue del 90 por ciento”. “A pesar de la falta de transportes, la ausencia del personal fue solo del 30 por ciento, aunque los propietarios de los negocios atendieron al público”, informó.

El titular de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica (Camima), José Ammaturo, minimizó la medida al informar que “hubo un día normal de trabajo, con mayor ausentismo”. El empresario afirmó a continuación que “no influyeron para nada en la medida” las reuniones paritarias con los representantes de la Unión Obrera Metalúrgica, que ya están en curso.

Carlos Tomada: “Fue desproporcionado y paradójico”

“Creo que este paro es desproporcionado, inoportuno desde la perspectiva política y, por lo menos, paradójico. Es raro un paro convocado en defensa de una minoría, al que adhieran –o se vean obligados a hacerlo– las mayorías. Ni siquiera me detengo a pensar en si pudieron viajar o no. Aunque hayan adherido al paro, la verdad es que la consigna única y excluyente ha sido una reivindicación de los sectores que tienen mayores ingresos. Eso es, por lo menos, paradójico, por eso creo que es inoportuno”, manifestó el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, en diálogo con Noticias Urbanas. Luego explicó los detalles del alcance del Impuesto a las Ganancias: “Un trabajador que ganaba 14.500 pesos hace dos años recibió dos aumentos desde entonces, que suman en promedio un 60 por ciento. Eso significa que hoy está ganando unos 20 mil pesos. Este trabajador, que hace dos años ganaba 14.500 pesos, quedó excluido del pago del Impuesto a las Ganancias. Hoy, aclaro, sigue excluido de pagar ese impuesto. Solo quedaron adentro del impuesto los que hace dos años ganaban 15.001 pesos, todos los demás quedaron afuera, aunque ahora hayan recibido los aumentos que fueran. Todos hablamos de que quienes lo pagan fluctúan entre el 10 y el 11 por ciento, yo puedo asegurar que el porcentaje es aún menor. Entonces, creo que, realmente, el camino es otro y tiene que ver con insistir en buscar un diálogo para atender situaciones particulares”.

Finalmente, reconoció que “hay algunos gremios del transporte en los que se toma en cuenta que hacen viajes largos y tienen viáticos altos en comida y alojamiento”. “Esas son situaciones que se pueden atender y buscarles soluciones. De todos modos –añadió– me parece que ellos estaban decididos a hacerlo, por lo que se puede decir que este paro responde a razones partidarias. No se cuestiona que todos los paros son políticos, está muy bien que así sea. Pero este es otro caso”.

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