El cambio, con o sin planes

El cambio, con o sin planes

Para el Pro, la elección en Brasil comprobó que donde el gobierno reparte planes ganó. Esto reflotó el conflicto interno entre los que creen que los punteros y los planes no existen y los que si.


Las elecciones en Brasil dispararon en el Pro tantos análisis posibles como enseñanzas para las presidenciales de 2015. En primer lugar el asesor estrella de Mauricio Macri, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, trato de emparentar la candidatura de Marina Silva con la del ingeniero, basándose en que los dos eran lo nuevo.

Es más, cuando se conoció la candidatura de Silva y las primeras encuestas reflejaban que sería un escollo para Dilma Roussef, el ecuatoriano escribió en los medios que Marina y Mauricio eran la nueva política.

Con el tercer puesto de Silva, que la dejó fuera del balotaje y el segundo lugar de Aécio Neves, otro sector del Pro comparó la figura de Neves con la de Macri. Diciendo que en realidad Mauricio se parecía más a el y no a Silva. Neves es un economista joven, exgobernador de Minais Gerais que superó todos los pronósticos al llegar a la segunda vuelta.

Ahora, la situación se centró en los datos acerca de cómo influyó la ayuda asistencial en el voto de los brasileños. “En los estados donde el gobierno de Dilma reparte planes sociales, la misma cantidad de planes se tradujo en la misma cantidad de votos para el PT”, le dijo a Noticias Urbanas un dirigente Pro que trabaja en la campaña Macri 2015.

Para el macrismo quedó claro que un plan significa un voto. Porque así lo demostró la experiencia brasileña. Y eso es lo que desató la pelea interna.

El mapa del asistencialismo reavivó el enfrenamiento entre dos sectores históricos del Pro, que tienen visiones contrapuestas en la manera de encarar la campaña presidencial.

Por un lado, se encuentra el grupo de Durán Barba que insiste en que el eje principal de la campaña es vender a Macri como lo nuevo en contraposición a la vieja política.

Por otro, está el grupo que encabeza el ministro de Gobierno porteño y uno de los armadores Pro en la provincia de Buenos Aires, Emilio Monzó, que no  descarta en algún momento de la campaña arreglar con los punteros políticos. Y hacer campaña utilizando los métodos más tradicionales de la política.

Tanto a Durán Barba como a Monzó los une el objetivo principal: vender al macrismo como lo nuevo dentro de la política Argentina. En eso coinciden los dos. Pero el punto de discusión, es que se debe tener en cuenta la influencia que tienen los planes asistenciales y los punteros, especialmente, en la provincia de Buenos Aires. Ese es el debate que se abrió.

“En la provincia de Buenos Aires son claves los punteros porque son ellos los que reparten los planes y si no arreglas con ellos, en un distrito tan clave electoralmente, la elección se te complica”, le dijo a Noticias Urbanas un operador macrista.

La preocupación por la elección en territorio bonaerense aumentó con los datos de lo que pasó en Brasil. Porque todos saben que la provincia es la madre de todas las batallas. Y quien haga una buena elección en el distrito tiene muchas posibilidades de ser el nuevo Presidente.

Brasil sigue repercutiendo en el Pro. Y todavía falta la elección del domingo que enfrenta a Dilma y a Neves. Mientras tanto en el macrismo crece la batalla entre los que defienden lo nuevo y los que pretenden ser más clásicos.

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