Roberto Lavagna decidió ir por todo. Su estrategia experimentó un giro luego del resultado de las PASO. La cuestión es la siguiente: la campaña que llevó adelante para las primarias lo mostró como la alternativa al pasado y al mal presente. Con esto busco diferenciarse de Mauricio Macri y de los Fernández, pero ante la caída electoral de Juntos por el Cambio y el descenso de la imagen de Mauricio Macri, Lavagna decidió mostrarse como la única alternativa posible a la candidatura presidencial de Alberto Fernández.
La nueva estrategia quedó de manifiesto durante el último fin de semana, cuando el propio Roberto Lavagna salió a marcar la cancha. “Yo soy candidato a presidente. Nosotros creemos que Cambiemos y el presidente Macri ya han perdido, y que Consenso Federal puede efectivamente ser una alternativa al Frente para Todos. Todo el resto son tonterías o pequeñas chicanitas o maniobritas para conseguir algunos votos más confundiendo. Pero vienen de otros, porque Alberto Fernández ha dicho que reconoce y respeta nuestro objetivo de competir por la presidencia. Soy candidato a entrar en el balotaje en reemplazo de un gobierno que está en franca retirada”.
La consigna del exministro se basa en dos pilares fuertes: generar confianza y expectativa en el electorado. En plena crisis económica, la imagen positiva Lavagna creció. Las últimas medidas económicas de Mauricio Macri siguieron profundizando el problema inflacionario y eso favoreció a Lavagna, porque la gente lo considera un salvador por lo que hizo en los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner.
“Si la economía va mal, la figura de Lavagna crece, de eso no hay dudas”, dijo un consultor que hace mediaciones semanales de los candidatos.
Para el equipo de Consenso Federal es una ratificación de que la postura moderada y propositiva que el economista mantuvo en medio de la turbulencia cambiaria es la correcta y ahondarán en esa línea en la nueva etapa de la campaña.
Con la tesis de que la polarización se rompió en las PASO, Lavagna buscará traducir esa imagen positiva en un mayor caudal de votos.
Por eso, Lavagna reforzará sus recorridas de campaña y sus apariciones en los medios, de esa manera y a caballito de su imagen positiva, se acercará a la gente que busca una alternativa ante lo que parece una victoria segura de Alberto Fernández.
Según los analistas el núcleo duro de alrededor del 32 por ciento que tiene Macri, es un voto claramente no peronista pero que se siente derrotado de antemano. Es ahí uno de los dos lugares donde apuntará Lavagna. El otro electorado es el peronismo que no quiere al kirchnerismo ni a la Cámpora.
El lavagnismo cree en el milagro de entrar en el balotaje porque tiene números concretos en la mano. El último estudio mensual de la consultora D’Alessio IROL lleva por título “Humor Social y Político” y corresponde al mes de agosto, allí se incluye un relevamiento de imagen que ubica a Lavagna liderando ese ránking, con una ponderación positiva del 49% (subió 11% desde las PASO), mientras que la figura de Macri registra una caída de 6%, entre julio y agosto.
Esos datos reforzaron la idea de la nueva estrategia de campaña y ahora Lavagna va por más. “Estamos seguros de que podemos lograrlo porque según todas las mediciones Macri sigue cayendo y la gente busca una alternativa”, cerró un dirigente lavagnista.