El viejo refrán oriental repetido hasta el cansancio por Napoleón Bonaparte L’union fait la force, es decir, “la unión hace la fuerza”, tiene casi la misma cantidad de años que el ser humano. Y es momento de asumir que fracasó. Todas las experiencias históricas así lo demuestran, pero la más actual y polémica es, sin dudas, la prueba de la Unión Europea.
Hace muchos años que la UE demostró que la integración puede darse en todos los marcos, menos en el cultural. Pero la visita oficial de estos días al viejo continente del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está sentando las primeras bases de la muerte de esta unión.
En ese contexto, por primera vez en la historia, un europeo deberá usar su pasaporte para moverse por su propio continente. Ello sucede porque Finlandia cerró sus fronteras con la UE en el marco de la cumbre entre Estados Unidos y Rusia, para identificar posibles amenazas.
Pero, además, en la primera parada de Trump por Europa se encargó de acusar a sus compañeros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) por el presupuesto que destinan para la defensa.
Según la OTAN, los países miembros -29 en total- deben destinar al menos el 2% de su PBI para la defensa militar cooperativa. Sin embargo, muy pocos lo cumplen.
Estados Unidos, por su parte, aporta casi el 4% de su presupuesto en Defensa. En cambio, el resto de los países aportan menos del 2%, en especial Alemania, con el cual Trump está muy ofendido y así se lo hizo saber a su par, Angela Merkel, cuando pasó por su país la semana pasada. También se filtró que habría amenazado con salir de la OTAN y abandonar la defensa militar de los otros 28 países.
“Les he hecho saber que estaba muy descontento. (…) Pero al final todo ha acabado encajando. Ha sido un poco duro durante algunos momentos”, aseguró Trump antes de marcharse camino de Londres.
El reclamo que hace Estados Unidos es que es injusto que solo cinco de los 29 miembros de la OTAN cumpla con el requisito de gastar al menos el 2% de su PBI en Defensa. Y con Donald Trump, esto le va a quedar claro a Europa.
En la siguiente escala europea, el empresario Trump viajó a Londres. Fue recibido por la primera ministra Theresa May con una cena de gala en su honor. Pero Donald es ese amigo provocador que confunde con el habla cuando estás jugando al TEG; el que se mete en tu estrategia, opina sobre tus fichas y crea adversarios con sutileza.
“Boris Johnson sería un gran primer ministro”, le dijo Trump a Theresa May, en referencia al ex ministro de exteriores y nuevo rival político de May.
La victoria electoral de Donald Trump forma parte del aumento del sentimiento anti globalización en Estados Unidos y Europa, un proceso que también incluye al Brexit. En ambos lados del Atlántico hay temor respecto del impacto que los inmigrantes tienen en la economía, la identidad y la seguridad de los países, y una creciente creencia de que el libre comercio está destruyendo empleos. La integración cultural, falló.
Editorial Director @Stratfor_Ben discusses 3 events to watch for the week
⏩ Trump will attend the #NATOSummit
⏩ Erdogan will be sworn in as #Turkey's president
⏩ Officials from #Austria, #Germany, #Italy will discuss measures to stem #migration flows to the #EU pic.twitter.com/FqXa8T6Y0E— Stratfor (@Stratfor) July 9, 2018
Expectativa por el encuentro de Trump y Putin
El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunirá con su homólogo estadounidense, Donald Trump, el 16 de julio en Helsinki. La reunión que fue acordada para ocho horas ininterrumpidas de 8 a 16 horas acapara la atención del mundo entero. Actualmente expertos y políticos occidentales se muestran preocupados por los posibles resultados del encuentro, mientras que sus colegas en Rusia son más cautos, escribe el periodista Maxim Sokolov en un artículo para Sputnik.
La mayor parte de los observadores occidentales (europeos y demócratas) vaticinar una segura ‘derrota’ de Trump en sus negociaciones con Putin. Pero allí, todo puede pasar, incluso poco y nada….pero nadie nunca lo sabrá, salvo ellos dos.
