La cumbre de Villa Giardino (Córdoba), que comenzó el viernes, reunió a toda la Unión Cívica Radical (UCR). El debate interno entre dos sectores con puntos de vista distintos sobre el rol que el radicalismo debe tener en Cambiemos y en el Gobierno nacional, debía arreglarse antes del inicio de la campaña electoral.
Aunque hubo cruces entre dirigentes, al final del día, los radicales coincidieron en varios temas importantes: ponerse firmes para formar parte de las decisiones del gobierno de Cambiemos. “Necesitamos formar parte contundentemente de la matriz de las grandes decisiones. Y desde ese lugar cuidar al Gobierno y al Presidente, como muchos de su propio palo no lo cuidan”, exclamó el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
“Tras considerar que “no hay espacio para más errores” planteó que la Unión Cívica Radical es “la fuerza que tiene que devolverle la política al gobierno nacional”. Aunque también deslizó hacia dentro del espacio: “Dejemos de ser viudas lloronas y hagamos gestiones de política”.
Los discursos se sucedieron uno tras otro en salón del primer piso del Hotel Luz y Fuerza. Del encuentro participaron alrededor de 500 dirigentes radicales.
En una línea similar a la de Morales se había pronunciado el presidente del foro de intendentes, Ramón Mestre, quien no dio lugar a las dudas sobre la pertenencia a la coalición. “No hay plan B. Hay que reafirmar la identidad partidaria para enriquecer Cambiemos”, aseguró.
Ernesto Sanz faltó porque estaba en España con Mauricio Macri. Por la tarde llegaron, los ministros de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y de Defensa, Julio Martínez. También estuvieron varios históricos dirigentes como Julio Cobos, Federico Storani y el vicegobernador bonaerense Daniel Salvador.
Los legisladores radicales que integran el bloque de Suma+ en la Legislatura porteña, Hernán Rossi, Juan Nosiglia y Marcelo Guouman también participaron de los debates de la cumbre.
El esquema del evento estaba diseñado en paneles temáticos con especialistas. El primero fue sobre política y para evitar confrontaciones, se acordó un momento de discusión, para que los distintos sectores que habían preparado textos propios se expresen. En ese momento, entre aplausos, chiflidos y risas quedaron expuestas las grietas.
El documento de Jesús Rodríguez (ahora en la AGN), que resume la visión oficial, refleja que Cambiemos fue una exitosa coalición electoral, que hoy funciona en el parlamento, pero que ahora debe “convertirse en una coalición política”.
El radicalismo disidente, representado por los históricos Juan Manuel Casella y Ricardo Alfonsín (que no viajó por salud), pidió lo mismo y fue más allá. Preocupado por la “extinción” del radicalismo bregó para que tengan voz propia. “No puede ser que un dirigente que no tiene cargo partidario se relacione individualmente con el Presidente sin rendir cuentas al partido. Hay que funcionar con institucionalidad”, planteó en clara alusión a Sanz. Ordenó que como progesistas deben dotar a Cambiemos de mayor “sensibilidad social” y se mostró a favor de las primarias.
El legislador nacional Mario Negri consideró que el radicalismo tiene que participar antes de que se tomen decisiones para no tener que dar la cara una vez que se cometen errores.
“Está claro que entre aciertos y errores el saldo es positivo, pero también está claro que los resultados nunca son neutros, cuando son positivos suman y cuando los errores se convierten en evitables, desgastan a cualquier Gobierno. Y de eso no está exento Cambiemos”, alertó.
Por otro lado, el presidente de la UCR, José Corral señaló que “Somos el único partido popular capaz de generar estas instancias de debate en el marco de un año electoral”, para atenuar las diferencias internas respecto al rol del partido dentro de la alianza gobernante.
El cierre será, este sábado con la difusión del documento oficial.
