La paritaria docente bonaerense será el caso testigo nacional

La paritaria docente bonaerense será el caso testigo nacional

El Gobierno deberá establecer un tope del 15% y decirle chau a la cláusula gatillo.


Si la paritaria docente ya representa un desafío profundo y complicado para María Eugenia Vidal por lo que implica dentro de su territorio, la gobernadora tiene una razón más para preocuparse.

Según se lo hizo saber en persona Mauricio Macri, en el encuentro veraniego que tuvieron cuando el Presidente descansaba en la Patagonia, el resultado de esa negociación se convertirá en la pauta nacional.

Con matices, las dos directivas que dejó trascender el mandatario en privado son las mismas que hicieron en público algunos de sus ministros: deberá establecer un tope del 15% y decirle chau a la cláusula gatillo, que habilitaba un aumento automático si la inflación superaba la cifra acordada.

Vidal escuchaba, mientras su ministro de Economía, Hernán Lacunza, hacía cuentas a su lado. La presencia de ambos en el encuentro significa que la puja es económica, pero también esencialmente política.

En la Provincia descuentan que no habrá acuerdo, ni aun cuando existiera una propuesta que garantizara seguir el ritmo de la suba de precios. “Roberto Baradel –el combativo titular de Suteba– no va a firmar ni aunque le ofrezcamos el 40 por ciento. Él necesita endurecerse, porque se candidatea para suceder a Hugo Yasky en la CTA”, razonan en las cercanías de la gobernadora.

Otra fuente provincial, si bien avala esa teoría política, también aporta un mea culpa económico: “Si el año pasado dijimos que la inflación iba a ser del 17% y terminó siendo del 25%, ¿por qué este año tendrían que creernos que será del 15%”, reconocía con resignación.

Sin demasiada precisión, también hablaba de algún incentivo extra, que no sea la cláusula gatillo, que sirva de anzuelo para arrimar a los gremios, una posibilidad que se empezó a barajar a nivel nacional. “Habrá que garantizar una revisión salarial a mitad de año o algún bono. Algo. Si no, será muy difícil que firmen”, completaba su análisis el resignado funcionario provincial.

Como ocurrió el año pasado, en la gobernación descuentan que la discusión, más allá de todas las reuniones reservadas y privadas que puedan tener con los docentes, se batirá en público, en los medios. En 2017, cuando la gobernadora tiró sobre la mesa la idea de la cláusula gatillo, Baradel se quedó sin demasiados argumentos para hablar de la pérdida del poder adquisitivo.

Este año, esa herramienta no estará en debate. Y en la Provincia se guardan otros números para intentar torcer a la opinión pública. Días atrás, mientras hacía una visita de gestión, una docente encaró a la gobernadora y le pidió abrir el diálogo para discutir salarios pero también condiciones de trabajo. Vidal la escuchó con paciencia, mientras la señora le hablaba de temas que consideraba “importantes”. “También que los chicos aprendan”, cerró la mandataria, sin sonrisa y confiando en su olfato para ponerse al frente de la pelea.

Algo parecido había hecho semanas atrás cuando un grupo de guardavidas la piqueteó por una protesta. La gobernadora cree que el común de la gente está cansada de estas situaciones.

Por eso, en Provincia mencionan algunos números alarmantes: “Se gastan 15.000 millones de pesos en suplencias de docentes. A veces le pagamos al suplente del suplente. Si los maestros de las escuelas públicas trabajaran en promedio lo mismo que los maestros de escuelas privadas subvencionadas, tendríamos toda esa plata para repartirles. Ni siquiera la ahorraríamos, je”, ejemplifica un funcionario.

La situación de la caja provincial será un tema que estará en debate en la paritaria docente. Desde varios gremios ya dejaron trascender la consigna: “Con el pacto fiscal, la Provincia recuperó 40.000 millones de pesos, así que no van a poder decir que no tienen plata”.

En la gobernación niegan tal situación. “Los 40.000 millones para este año ya estaban presupuestados. Si no salía lo del Fondo del Conurbano, nos los iba a entregar Nación o, si no, lo íbamos a ganar en la Justicia.”

Con este escenario de cruces y la mirada escrutadora del Presidente, la paritaria docente bonaerense ya está bajo extrema tensión, aun cuando los contendientes ni siquiera se acercaron al ring.

Segundos afuera.

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