Un grupo de cinco varones de entre 20 y 23 años violó a una joven de 14 años en el camping El Durazno de la ciudad balnearia de Miramar tras los festejos por el año nuevo. La denuncia, radicada por la familia de la víctima ante la Comisaría de la Mujer y la Familia, indica que el abuso se habría llevado a cabo en el sector de carpas del camping.
La familia había alquilado un bungalow para pasar las fiestas. Luego del brindis de fin de año, los padres de la menor notaron que la adolescente se había ausentado por varias horas y salieron a buscarla por el predio. La encontraron en una carpa rodeada por los agresores.
El padre llamó a la Policía, que llegó al camping a eso de las 7 de la mañana y detuvo a los acusados. La adolescente fue derivada a un centro de salud para brindarle atención médica y psicológica y realizarle los estudios periciales.
El caso de una violación grupal es un método de aleccionamiento que ya es conocido a nivel mundial. Similar fue el caso de “La Manada” de España, en 2016, donde cinco jóvenes violaron a una chica de 18 años luego de la fiesta de San Fermín. El delito fue organizado previamente por los agresores sexuales, según consta en los mensajes de Whatsapp que publicó la Justicia española. Otro caso similar sucedió en Brasil, en el mismo año, cuando 33 hombres abusaron sexualmente de una joven de 16 años.
La organización previa de estos dos casos expone cómo la mujer es el trofeo y el objeto de recompensa en el cual se sostiene la masculinidad. Cuestionar el rol del varón y la reproducción de sus violencias internas se torna una demanda urgente para frenar este tipo de abusos.
Siempre es más fácil buscar un enemigo externo, por fuera de nuestro orden social. Sucede porque reconocerlo adentro de nuestra cotidianidad o incluso dentro de nuestro círculo más íntimo, es más doloroso. Sin embargo, “Las Manadas”, existen, y la mayoría de las violaciones son intrafamiliares. Es decir, que el violador no es únicamente una persona encapuchada que agarra mujeres en la calle, las secuestra y las viola; es el amigo de un amigo, un pariente o un compañero de trabajo. Son la norma que alecciona o “corrige” a las mujeres que se corren el deseo del hombre.
Los violadores no se mueven por un apetito sexual que no pueden contener, sino por la necesidad de dominación, construida también por la cultura de la violación en la que vivimos todas las personas. Esa cultura se vehiculiza a través de los medios de comunicación misóginos que culpan a la víctima, la música, las instituciones, y un sinfín de elementos que explican las cifras de femicidios que suceden en Argentina.
El caso de la mujer de Miramar impacta también en un lugar que ya conoce, lamentablemente, hasta donde puede llegar la violencia machista, por el secuestro, violación y tortura de Natalia Melmann, que tenía 15 años cuando tres policías Ricardo Anselmini, Oscar Echenique y Ricardo Suárez se hicieron de su vida como quien toma una propiedad por la fuerza. Las violaciones sistemáticas y organizadas a las mujeres necesitan ser escuchadas y contenidas por políticas concretas de Estado.
Quienes integran “La Manada” de la playa
Los acusados son Lucas Leonel Pitman (21), Tomás Agustín Jaime (23), Juan Cruz Villalba (23), Mariano Manuel Díaz (23) y Roberto Fabián Costa (21), todos oriundos de Mar del Plata, otra ciudad balnearia próxima a Miramar.
La fiscal de la UFI Descentralizada de Miramar, Florencia Salas, dispuso la aprehensión de los cinco jóvenes, ahora imputados por el delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado”.
Pitman, Costa y Díaz acostumbraban a hacer surf juntos. Díaz además se desempeña como guitarrista de la banda de reggae RM2 y es el dueño de la Traffic blanca en la que el grupo había viajado desde Mar del Plata a Miramar y que quedó estacionada junto a la carpa donde habría ocurrido la violación.
Lucas Leonel Pitman (21), Tomás Agustín Jaime (23), Juan Cruz Villalba (23), Mariano Manuel Díaz (23) y Roberto Fabián Costa (21)
Algunos de los involucrados, además, habían sido jugadores de rugby en el club Biguá, de Mar del Plata, una institución con más de 67 años de historia en La Feliz. Pitman, que estuvo en sus filas y se declaraba fanático del equipo, también había realizado al menos el curso para ser guardavidas en La Feliz.
Relevaron al subcomisario a cargo del operativo por no actuar con rapidez
El titular de la policía comunal de Miramar, el subcomisario Andres Caballero, fue desafectado del cargo por no haber actuado con rapidez tras la violación de la adolescente de 14 años.
La decisión se tomó a raíz de que Caballero no acató las órdenes de la fiscal Florencia Salas, de la UFI Descentralizada de Miramar, de preservar la escena de la violación, secuestrar elementos de interés para la investigación y trasladar a los detenidos para que sean sometidos a pericias médicas de inmediato.
Además, Asuntos Internos de la Policía Bonaerense inició una investigación contra varios efectivos de la policía de Miramar por la posible vinculación con la familia de uno de los detenidos por la violación.
La camioneta en la que llegaron los violadores desde Mar del Plata.