Mauricio Macri recibió este lunes en Casa Rosada al DT de Boca Juniors, Guillermo Barros Schelotto, justo cuando desde el rival eterno, River Plate y desde el escolta del campeonato, San Lorenzo, apuntaron desde las tribunas con insultos contra el primer mandatario por su cercanía con los xeneizes y ante las suspicacias que alimentadas desde que Claudio Tapia, confeso bostero, es presidente de la AFA.
No parece oportuna la visita de Barros Schelotto, un día después de que El Monumental estallara de bronca por el polémico arbitraje de Jorge Baliño en el partido que disputaran anoche River Plate contra Godoy Cruz. Es que a pocos minutos del final, desde las tribunas empezaron a bajar los cánticos contra el Presidente de la Nación, a quienes los hinchas millonarios acusan de ejercer su influencia en el fútbol doméstico para que el único campeón sea el club que lo catapultó a la política argentina.
En la cancha de San Lorenzo, los hinchas locales habían hecho lo mismo y la polémica se viene alimentando fecha tras fecha de la Superliga, por los errores arbitrales que perjudican a San Lorenzo, que amenaza como escolta el bicampeonato del club que preside Daniel Angelici y al que Elisa Carrió tiene entre ceja y ceja: la diputada nacional lo acusa de ser el “operador judicial” de Mauricio Macri.
El mundo del fútbol, por su parte, mira con recelo la relación del Tano con Claudio Tapia y los beneficios (y más suspicacias) que esta dupla podría darle a Boca Juniors desde los escritorios de la Asociación del Fútbol Argentino. Hasta el DT de River, Marcelo Gallardo pidió estar con la “guardia en alto” por estos vínculos.
Barros Schelotto se retiró del almuerzo en Casa Rosada, acompañado por el vocero presidencial Iván Pavlovsky, ante el registro de las cámaras de televisión. No hubo declaraciones de los protagonistas, aunque cerca del entorno presidencial repiten que Macri y el Melli son amigos y que ese vínculo se fue gestando desde los años en los que el ex futbolista brillaba bajo las órdenes de Carlos Bianchi, durante la gestión de Macri como mandamás del club, en lo que fueron los años más dorados para la institución.
