El gánster que interpreta Robert de Niro en Casino es soberbiamente seguro. Y lo confirma en una de sus afirmaciones: “Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal y como yo las hago”, se jacta el hombre que vive en un mundo donde las balas son tan cotidianas como los días.
El planeta en el que viven los hombres que portan armas tiene muchos puntos de contacto con el de las fuerzas de seguridad. Para ellos el respeto se gana en la acción. Y la acción significa haberse jugado varias veces la vida entre tiros ajenos y propios. Por eso, el jefe de la nueva policía de la Ciudad deberá ser un tipo respetado por sus pares. Es la condición imprescindible para que lo obedezcan y cumplan sus órdenes.
Si los políticos se equivocan en la elección del jefe, la policía porteña puede naufragar antes de nacer. La decisión que deben tomar el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, y el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, es delicada. Avanzar en la unificación de la Policía Metropolitana y las áreas recientemente transferidas de la Policía Federal a la Capital, dependerá en gran medida en quién sea el jefe de la fuerza.
Noticias Urbanas pudo saber que los federales traspasados quieren que uno de ellos sea el jefe y no están dispuestos a recibir órdenes de un integrante de la Policía Metropolitana (PM). Para ellos se debe respetar la jerarquía de la fuerza más importante, en este caso la Federal y por eso están convencidos que uno de sus hombres terminará dirigiendo a la fuerza en la que confluyan los federales y los metropolitanos.
El nombre del comisario mayor Néstor Calviño, superintendente de Seguridad Metropolitana, a la que reportan las 54 comisarías de la Ciudad, Superintendencia que fue traspasada a la Capital y que era la más importante y numerosa de la Federal, es el que encabeza la lista para hacerse cargo de la jefatura de la nueva fuerza.
A eso hay que sumarle la buena relación de Calviño con Daniel Angelici, el hombre que maneja la justicia porteña y que mantiene una excelente relación con Ocampo.
Sin embargo, varias integrantes de la PM consultados por NU aseguraron que el subjefe de la Metropolitana y ex policía federal, Ricardo Pedace, aspira a controlar la nueva fuerza.
“Esa es la disputa que se viene, Pedace quiere ser el jefe y los federicos quieren que sea un hombre de ellos. Aunque respetan a Pedace por su pasado prefieren que el capo sea alguien de Seguridad Metropolitana”, le dijo a este medio un comisario de la PM.
Ninguno de los dos bandos está dispuesto a ceder en sus objetivos y eso no es bueno. La fuerza no puede nacer dividida y con internas porque eso hará que no funcione bien desde el arranque. Por eso, hay que nombrar un jefe cuanto antes.
“Las dos fuerzas se recelan. Los traspasados de la Federal creen que tendrán todo el poder y darán las órdenes. Los jefes y los cuatro Superintendentes de la Metropolitana no están dispuestos a perder su estatus y jerarquía. No quieren ser subalternos de los federicos. Por eso, la situación es complicada y se debe solucionar cuanto antes”, le dijo a Noticias Urbanas un legislador del Pro que conoce los temas de seguridad.
Los resultados fácticos de la nueva policía dependerán de la elección del jefe. Los funcionarios porteños saben que están ante un dilema que pude terminar como la peor de las balaceras.
