La crisis económica provocada por la pandemia y la cuarentena empezó a repercutir y tener efectos en la imagen del presidente de la Nación, Alberto Fernández. Según varias encuestas, que se fueron realizando a medida que la cuarenta se iba alargando, la imagen del primer mandatario sufrió los efectos del desgaste y empezó a caer. Lo que el 20 de marzo, cuando se inició la cuarentena, era positivo ahora, empezó a ser negativo.
Según un informe publicado el miércoles por la consultora D’Alessio IROL – Berensztein, por primera vez desde su llegada a la presidencia, la imagen negativa de Alberto Fernández se iguala a la positiva.
En agosto de 2019 la imagen tanto negativa como positiva del entonces candidato coincidían en valores cercanos al 47%. Lo mismo ocurre por estos días, habiéndose desplomado desde momentos de mayor popularidad como el mes de marzo cuando la imagen positiva llegaba a 61%.
La percepción de la opinión pública es que la agenda de prioridades es “auto referencial” e incluye tópicos como “Vicentin, Reforma Judicial, Edesur, y el dado en llamar Impuesto a la riqueza”.
Uno de los análisis que se desprenden del informe es que “el Gobierno ignora los problemas estructurales y las prioridades de la sociedad”.
Según D’Alessio IROL – Berensztein, la agenda política “está desacoplada de las urgencias que enfrenta la Argentina”.
Según la encuesta realizada por la consultora, “la inflación y la inseguridad” son los dos temas que más preocupan a los argentinos.
Lo sigue de cerca la “incertidumbre en la situación económica”, y las consecuencias económicas que va a dejar el paso del coronavirus por el país. En este sentido, en cuanto a perspectiva económica para los meses que viene, los encuestados no fueron optimistas. El 72% cree que la situación económica del país hoy es peor que respecto mismo período del año pasado. Y el 52% considera que dentro de un año estaremos “peor”.