“La Ciudad tiene un potencial económico y productivo ilimitado”

“La Ciudad tiene un potencial económico y productivo ilimitado”

Así lo aseguró Martín Mura, ministro de Economía y Finanzas porteño, en diálogo exclusivo con Noticias Urbanas.

Martín Mura

Trabaja desde hace casi 20 años con Horacio Rodríguez Larreta, desde los tiempos de la intervención del PAMI, en 1999. Es contador público nacional y realizó un máster en Administración de Empresas en la UADE. Es uno de los miembros más jóvenes del gabinete de ministros de la Ciudad. Antes de ser promovido al cargo que ocupa, hizo las divisiones inferiores como director de Planeamiento y Presupuesto del Ministerio de Salud porteño entre 2007 y 2010.

Martín Mura recibió a Noticias Urbanas en sus oficinas de Avenida de Mayo 525, las mismas que antes ocupaba el jefe de Gobierno. De espaldas a la Plaza de Mayo, habló de todo y dejó entrever su perfil “Pro puro”. Puntualizó metódicamente, obra por obra, los logros de la gestión y buscó hacerse entender, una actitud infrecuente entre quienes, como él, poseen un perfil netamente técnico.

–Le cambiaron el nombre a su cartera, que ahora es Ministerio de Economía y Finanzas, luego de que recibiera algunas áreas que estaban bajo la égida del Ministerio de Modernización. Va a tener más trabajo que antes, parece.

–(Se ríe) Sí, recibimos del exministerio de Modernización el área de Desarrollo Económico, que es algo asociado con lo que ya veníamos haciendo. Lo que se logra con esto es potenciar muchísimo más las dos áreas y trabajar en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Económico y con otros ministerios. Ahora es como que tenés la posibilidad de salir a buscar la captación de nuevos negocios y a los inversores para que hagan lo suyo en la Ciudad. Y, del otro lado, tenés las herramientas que te permiten una mejor forma de desarrollar la Ciudad. Es una suma de 1+1 que resulta en mucho más que 2. Así se potencia todo, ya que la Ciudad tiene un potencial económico y productivo ilimitado.

–¿De qué manera se potencia el trabajo?

–Bueno, nos pasaron la Subsecretaría de Desarrollo Económico, Agencia de Inversiones, una oficina que se llama Asociación Público-Privada -que está desarrollando algunos proyectos como el de plaza Houssay y posiblemente lo que se haga en el Tiro Federal- que también estará bajo la órbita de esta área. No necesariamente este sector es un “PPP” puro. La Participación Público-Privada (PPP) es generar oportunidades para que el privado participe e invierta. PPP es una fórmula para que juntos desarrollemos un proyecto y el Estado, a través de un canon o con alguna otra fórmula, mediante un flujo, lo termine financiando. También nos traspasaron a nuestro Ministerio los distritos, que son cuatro: Tecnológico, Diseño, Audiovisual y de las Artes. El que mejor funcionó y en el que se nota mucho el cambio que generó es el Distrito Tecnológico, pero a los otros ahora les vamos a dar una impronta para que vayan tomando volumen. Los distritos tienen un potencial enorme y la idea es darle más fuerza al tema.

Otra área que nos traspasaron es la de Bienes y Concesiones, en la que hay un trabajo importante por hacer. Estamos contentos con lo que recibimos, en una palabra. Estamos con muchas ganas de trabajar. Nosotros tenemos un lema de trabajo en equipo muy fuerte. Lo más importante para nosotros siempre es el equipo, y esa es la línea sobre la que vamos a trabajar.

–La empresa calificadora de deuda Fitch Ratings termina de elevar la nota de Buenos Aires, que ahora pasó a ser “AAA”. ¿Esto le va a permitir a la Ciudad conseguir créditos a menor tasa, y qué más?

–Este hecho tiene varias aristas. Primero, es un reconocimiento a un trabajo que se viene haciendo desde hace mucho tiempo, hace diez años, porque estas cosas no pasan de un día para el otro. Hemos hecho sustentables las cuentas de la Ciudad y cuando teníamos la posibilidad de hacer mejoras, las hicimos. Una de las cosas que rescata el informe es que nosotros cambiamos el mix de monedas. En diciembre de 2015, cuando el Gobierno nacional no nos permitía endeudarnos ni tampoco había desarrollado el mercado interno, fuimos a buscar deuda al mercado externo, por lo que el 95 por ciento de la deuda era en dólares, y el cinco restante, en pesos. También se fueron tomando medidas en el mercado de capitales, donde hay más confianza, tras lo cual los argentinos empezamos a invertir en pesos de nuevo y nosotros pudimos ir haciendo emisiones en pesos, cambiando las que teníamos en dólares, para llegar hoy a un balance de 50 por ciento de deuda en pesos y el 50 por ciento en dólares. Por eso dije antes que lo de Fitch es un reconocimiento a lo que hicimos. Esto nos permite para adelante conseguir mejores tasas y, sobre todo, porque hay muchos inversores que para invertir en un papel necesitan que esta inversión sea libre de riesgo, o “AAA”. Por eso hay jugadores que antes no podían invertir en la Ciudad que a partir de ahora sí lo van a hacer. Esto nos abre un abanico de muchos más inversores y este hecho nos permite que baje la tasa.

–¿Cuánto debe la Ciudad hasta el día de hoy?

–Hoy, esta deuda por los próximos 25 años representa un 30 por ciento de los ingresos de un solo año. Uno podría decir que con la recaudación de cuatro meses se puede pagar la deuda de los próximos 25 años.

–¿Cuánto se paga anualmente en concepto de deuda?

–Este año, la cifra está en torno al nueve por ciento del gasto, entre amortizaciones e intereses. Las amortizaciones se renuevan y los intereses son del cinco al seis por ciento. La calificación de Fitch va a ir permitiendo que ese porcentaje sea cada vez menor. El dogma que nosotros tenemos es que la Ciudad solo toma crédito para infraestructura. Nunca se va a tomar crédito para cubrir los gastos corrientes. La Ciudad, en los últimos diez años, invirtió más de 12 mil millones de dólares y tomó deuda por 2.100 millones. Esto significa que más del 80 por ciento del financiamiento del plan de inversión se cubre con recursos propios. Esto es lo que hace que las calificadoras destaquen la sustentabilidad que tiene la Ciudad.

–Anteriormente, ¿cómo calificaba Fitch a la deuda de la Ciudad?

–Estábamos un escalón más abajo, era “AA1+”. El Banco Ciudad está en este momento iniciando su primera emisión internacional de deuda, o sea, que va a hacerse conocer en el mundo. Hasta ahora, sus emisiones de deuda habían sido solo locales. La idea era hacer una emisión internacional.

–¿Es ventajoso eso?

–Sí, es ventajoso porque cuando uno más amplía la capacidad de conectarse con inversores que buscan mercados, más recursos se pueden conseguir para otorgar préstamos y ofrecer servicios. En este caso, esta emisión es del Banco Ciudad, que tomará deuda sin que esto impacte en los niveles de endeudamiento de la Ciudad en sí. El Banco tiene autarquía financiera y administrativa. Lo que uno notaba en las reuniones con los inversores que tuvimos en Nueva York, Boston y Londres es la solvencia que hoy tiene el Banco, que en los últimos tres o cuatro años ha crecido de una manera impresionante. El año pasado le distribuyó dividendos a la Ciudad, para lo cual es necesario que tenga una rentabilidad por arriba de la inflación, cosa que el año pasado se logró y las posibilidades para este año serían iguales y es posible que supere ampliamente las metas del año pasado. Esto lo lograría enfocándose en los segmentos que necesitamos que se enfoque, que son créditos hipotecarios, créditos personales y créditos a la pequeña y mediana empresa, que son los que van a fomentar este desarrollo que se toma de la mano con el desarrollo económico. Es un círculo virtuoso, que estamos potenciando para que la Ciudad sea cada día un mejor lugar para vivir.

–En el caso de la urbanización de la Villa 31, ¿qué créditos se tomaron?

–Existen dos créditos. Uno del Banco Mundial y otro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). De hecho, el BID está proyectando construir su edificio más importante del Cono Sur allí, en Villa 31.

–¿Allí van a construir ustedes un complejo escolar?

–Va a estar en el área de contenedores. Como los contenedores ya no están, allí se va a construir el Ministerio de Educación y, junto a este, irá un jardín de infantes, una escuela primaria y una escuela secundaria. Habrá un Polo Educativo en medio del barrio.

–Ustedes gestionaron un crédito para las obras del canal aliviador del arroyo Vega. ¿Qué van a hacer?

–Lo primero que se hizo fue limpiar por completo el cauce del arroyo. Ahora, con la aprobación del crédito por 200 millones de dólares del Banco Mundial, se está construyendo un canal lateral. Lo mismo, con la sola limpieza del cauce mejoró sustancialmente la capacidad de conducción de aguas del arroyo. Culminada la obra, se eliminaría prácticamente la posibilidad de que haya inundaciones en el futuro. Para eso, no estaría de más que los vecinos se ocupen de no tapar las alcantarillas ni arrojar basura al cauce. En Palermo, sobre la avenida Juan B. Justo, pasa eso mismo tras la obra en el arroyo Maldonado.

–¿Es el Paseo del Bajo la obra más importante que está encarando la Ciudad por estos días?

–Es una de las más importantes, sin lugar a dudas, si le sumamos los viaductos que se están haciendo para elevar las vías ferroviarias. Por el impacto que va a tener, por el tiempo que hace que la obra está pendiente –cerca de 40 años–, es una obra que va a cambiar sustancialmente el flujo de tránsito en la Ciudad, así como la convivencia dentro de la Ciudad. Hoy, cuando uno va hacia Puerto Madero, al llegar existe una pared de camiones. Allí va a haber un parque verde. Va a desviar el tránsito pesado hacia esta avenida, que cruzará la Ciudad de norte a sur. A los costados va a haber dos calles de cuatro o cinco carriles para tránsito liviano, que van a hacer mucho más fluida la circulación. Esto se va a combinar con la nueva autopista Illia, que va a incorporar bajadas que van a descongestionar la bajada que se encuentra en su final. Esto va a provocar que se vaya desagotando antes la autopista.

El ministro hablando con Noticias Urbanas

–¿Cómo se encuentran la recaudación impositiva y las cuentas de la Ciudad?

–Se encuentran muy sólidas. Esto tiene algo que ver con la nota de Fitch, ¿no? Estamos teniendo una evolución que va por arriba de la inflación y por arriba del crecimiento esperado. Si la inflación está por arriba del 24 por ciento interanual entre marzo y diciembre de este año, la recaudación está arriba del 28 por ciento. Son cuatro puntos reales. Lo que no debemos olvidar es que eso ya incluye la baja que hicimos el año pasado en el marco del Pacto Fiscal, dentro del cual redujimos el 50 por ciento de Ingresos Brutos (IIBB) industriales y a la producción primaria. Además, eliminamos los impuestos a los créditos hipotecarios y, el año que viene, se rebaja el Impuesto a los Sellos. Existe una curva de reducción de impuestos que alcanza al diez por ciento de la recaudación total. Es una rebaja muy fuerte de la presión tributaria, ya que hoy un artículo que vale 100 pesos incluye 8,40 pesos de IIBB. Con la rebaja, solo 3,40 corresponderán a esa tasa. Esto es sobre el valor final, porque IIBB es un impuesto en cadena, que se cobra en cada paso de la mercancía, entonces se cobra impuesto sobre impuesto. Cada vez que se agrega valor al producto, se cobran IIBB. Es un impuesto que sanciona a la generación de valor. Este es un gran paso que se dio, en el que se van eliminando impuestos distorsivos. Hasta hace poco, por caso, si se producía una mercancía en otra provincia y se vendía en la Ciudad, se le cobraba un impuesto mayor que a los productos que se producían dentro del ejido porteño. Un fallo de la Corte Suprema equiparó esta situación con la existencia de una aduana interna. Y las aduanas internas están prohibidas.

–La Ciudad protegía su mercado interno. ¿Cuánto recauda mensualmente, aproximadamente?

–Está previsto que la recaudación del año que viene esté en el orden de los 220 mil millones de pesos, incluyendo coparticipación, que es el 20 por ciento del total, unos 44 mil millones. El resto, unos 177 mil millones, es recaudación propia. El presupuesto de 2018 es equilibrado, con déficit cero, a pesar de la reducción de impuestos que le comenté anteriormente.

–¿Cómo se financian los viaductos que se están haciendo, que incluyen las vías de los ferrocarriles que tienen terminal en la Ciudad?

–En eso estamos trabajando junto al Gobierno nacional. Los viaductos significan elevar las vías del tren, que serán los casos del FC San Martín y el FC Mitre. Esta obra eliminará los pasos a nivel, que son más de 30 en la Ciudad. Estaría terminada para el primer cuatrimestre del año que viene. La obra del FC Sarmiento finalmente arrancó y se va a terminar. Esa obra incluye el soterramiento de las vías entre Once y Moreno. Se van a eliminar todas las barreras de ese ferrocarril. En el Belgrano Sur también se está haciendo el viaducto, que se terminará antes que el otro. El objetivo de estas obras es terminar con todas las barreras que hay en la Ciudad, para que no haya más taponamientos de tránsito.

–Hágame un pronóstico sobre lo que viene en la economía de la Ciudad, ¿puede ser?

–La Ciudad tiene un plan de inversiones muy ambicioso, que supera el 20 por ciento del presupuesto. Estamos cumpliendo, además, con los plazos previstos para concretar todas las obras. Tenemos el financiamiento necesario, desde nuestra parte, para que los fondos estén cuando se los necesita. Cualquier demora en el flujo de pagos puede hacer que una obra quede detenida o se encarezca. Se está haciendo un trabajo muy importante en cuanto a las discusiones por el largo plazo, que tienen que ver con la educación. Ahí está el programa Escuela del Futuro y la creación de la universidad docente.

–En ese punto existe mucha polémica, porque las comunidades educativas exigen ser consultadas.

–Tiene polémica, pero tiene que ver con la jerarquización de los docentes. Para educar a los chicos del futuro necesitamos que los docentes estén preparados para educarlos, y esa es una de las grandes discusiones y de los grandes proyectos que tenemos para adelante. Después, el otro gran pilar es la integración social y urbana de la Ciudad. Allí está la urbanización del Barrio 31, lo que se está haciendo en Rodrigo Bueno, en Fraga, en Papa Francisco. Queremos que el Estado entre donde no había entrado nunca, que se pongan calles, que se ilumine, que se le otorgue a la gente un lugar para vivir. Queremos que sea lo mismo vivir en Barrio 31 que en cualquier otro lugar de la Ciudad. Ese es uno de los trabajos más gratificantes que estamos haciendo. No queremos que haya lugares cerrados en la Ciudad.

–¿Cómo impacta la economía nacional sobre los planes de desarrollo de la Ciudad, sobre el trabajo de Martín Mura?

–Obviamente, el trabajo que está haciendo el Gobierno nacional tiene un impacto importante en la Ciudad. Lo que le relataba de cambiar el mix de monedas para acceder al financiamiento es producto de un Gobierno nacional que va hacia un camino de generar oportunidades, de generar confianza. Nosotros, todo lo que hacemos, lo hacemos en conjunto con el Gobierno nacional. Coincido con que lo peor ya pasó y que lo que viene es una mayor reducción de la inflación. Hoy se está discutiendo si es 15 o si es 20, pero nadie discute que está bajando. La pendiente hacia la baja de la inflación es un dato que nadie discute. Lo único que se discute es la velocidad. Obviamente, hubo que hacer cosas que a nadie lo hubiera gustado hacer, pero que hubo que hacerlas para ordenar la economía.

–¿Qué cosas?

–El reordenamiento tarifario era algo que había que hacer.

–¿A este nivel?

–Se hizo gradualmente. Para poner a un país de pie respecto de lo que fue en su momento, estas cosas tienen que estar bien. La energía no se regala en ningún lugar del mundo y hay que pagarla. Para eso hay que generar inversiones, por eso decimos que eran cosas que había que hacer para realmente entrar en un sendero de crecimiento para los próximos 20 o 30 años y no tener dos años de crecimiento y dos años de crisis y así seguir. La Argentina tiene que entrar en un sendero de un crecimiento del tres o cuatro por ciento anual para los próximos 40 años y no crecer ocho por ciento un año y bajar un cinco por ciento al año siguiente. Cada vez que bajás, hay un montón de gente que cae bajo la línea de pobreza y se queda sin trabajo. Hay que crecer todos los años un poco, mejorar todos los años un poco, sin querer hacer las cosas más rápido de lo que se puede, porque cada vez que tomamos un atajo terminamos mal en la Argentina.

–El jefe de Gobierno, Rodríguez Larreta, anunció medidas para reducir la carga impositiva en los servicios básicos.

–Efectivamente. La Ciudad ha decidido acompañar esta iniciativa impulsada por el Presidente de la Nación. En ese sentido, hemos anunciado que llevamos a cero el impuesto sobre los Ingresos Brutos, tanto en el servicio de gas como en el de agua. Esto representa una baja del cuatro por ciento en las tarifas de cada uno de estos servicios. Hay que tener en cuenta que la Ciudad es el distrito con menor carga impositiva del país en este sentido.

–¿Y qué va a pasar con la luz? ¿Ahí también se elimina Ingresos Brutos?

–Con respecto al servicio de luz, en este caso no se cobra Ingresos Brutos, por lo que no se puede eliminar ni reducir. En esta cuestión en particular, el jefe de Gobierno anunció un plan de mejora de la eficiencia energética en cada hogar. Con tal motivo, se procederá a distribuir gratuitamente cinco millones de bombillas led, para así reducir el consumo y mejorar la matriz energética del distrito.

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