La Ciudad invadida por el uso ilegal de propaganda política

La Ciudad invadida por el uso ilegal de propaganda política

“Pintar paredes, pegar afiches, y ocupar los espacios de uso común no es propaganda política: es ilegalidad”, expresó Eduardo Macchiavelli, ministro de la cartera porteña.


El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad, a cargo de Eduardo Macchiavelli, repudia la aplicación de pegatinas realizadas por diferentes partidos políticos y sus candidatos sobre el mobiliario urbano y espacios públicos no habilitados en la Ciudad de Buenos Aires.

“Es necesario que todos los partidos políticos, candidatos y votantes nos comprometamos y acordemos cuidar juntos el espacio público de la Ciudad. Pintar paredes, pegar afiches, y ocupar los espacios de uso común no es propaganda política: es ilegalidad”, expresó Eduardo Macchiavelli, ministro de la cartera porteña.

La Ciudad invierte más de 14 millones de pesos por mes en limpiar intervenciones -vandalismo- en el espacio público: limpieza de grafitis en frentes, despegue de pegatinas en paredes y mobiliario urbano, retiro de pancartas y pasacalles y reparación de monumentos amputados o escritos con aerosol. En épocas de elecciones estos números aumentan exponencialmente.

La Auditoría General de la Ciudad dio a conocer que en las elecciones 2015, la propaganda gráfica representó el 21% de la declaración de gastos de las agrupaciones políticas. Es decir que un cuarto del dinero de campaña se utilizó en soporte físico.

En línea con esta postura, a principios de junio se desarrolló el seminario “Compromiso Ciudad Limpia”, una jornada con especialistas sobre experiencias nacionales e internacionales de campañas electorales responsables en la vía pública.

“Las pintadas o los diferentes tipos de vandalismo sean o no proselitistas lo único que consiguen es ensuciar y maltratar lo que es de todos los que vivimos, trabajamos y paseamos por Buenos Aires, queremos una ciudad limpia”, sostuvo Macchiavelli.

 

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