La geopolítica se coló en la búsqueda rusa del ARA San Juan

La geopolítica se coló en la búsqueda rusa del ARA San Juan

Mauricio Macri y Vladimir Putin.

El tema del submarino seguirá dando que hablar por mucho tiempo en nuestro país y también en el mundo. El informe que salió a luz de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos firmado por Bruce Rule, que habla de la destrucción y muerte instantánea en 40 milisegundos, alteró la continuidad de la búsqueda del submarino.

Por un lado los familiares de la tripulación no le dieron la credibilidad necesaria para trastocar su idea de búsqueda hasta encontrarlo. Por más que no descartan que sea una posibilidad concreta, el  veredicto no es asumido por las autoridades nacionales, ni por la Armada ni por el Gobierno.

Es más, en el día de la fecha  y a dos meses de la desaparición del submarino ARA San Juan, la Armada Argentina confirmó que está en un proceso de selección de cinco empresas privadas para continuar con la búsqueda.

Aquí la carta que los familiares le mandaron a Vladimir Putin, para persuadirlo de que Rusia no abandone la búsqueda del submarino:

“El área de búsqueda se fue ampliando con casi 40 kilómetros de radio”, explicó el vocero de la fuerza, Enrique Balbi, en referencia a dónde estaban buscando y al pedido de los familiares de que se extienda la zona de rastrillaje. También reiteró que “revisaron áreas sugeridas por las familias y los videntes que los acompañan”. Además el vocero volvió a reafirmar “no hay límite ni tope para la búsqueda”.

Con la licitación privada, la cuestión que no quedó claro es si las naves argentinas que están involucradas en la búsqueda del submarino continuarán o no en la tarea. Y -sobre todo- qué pasará con las naves de la Federación Rusa. Hasta ayer las naves que buscaban al San Juan eran la rusa Yantar y la corbeta argentina Spiro.  Mientras tanto, el aviso ARA “Islas Malvinas” zarpó finalmente este domingo de la Base Naval Ushuaia para reincorporarse a la búsqueda con el ROV (vehículo operado remotamente) ruso embarcado “Panther Plus”. Se estima que arribará a la zona de operaciones el miércoles.

La nave de búsqueda rusa, Yantar.

Tanto el Yantar como quiénes controlan el “Panther Plus”, comprometen una dotación de cerca de 300 marinos y profesionales rusos que, por pedido de los familiares de las 44 familias y la aceptación del Presidente Vladimir Putin (en menos de 48 horas), permanecen en el mar argentino y la orden de Putin es de quedarse hasta encontrar la nave. Debemos recordar asimismo el costo millonario de esta búsqueda que corre por parte de la Federación Rusa, que es el único país que aún ayuda a la Argentina en esta difícil misión. Los demás países se fueron todos antes de fin de año.

El Gobierno argentino por su parte y a raíz de ello, ha recibido -por vía reservada- presiones de otras potencias -como Inglaterra y Estados Unidos- que no ven con agrado como los rusos están monitoreando el Océano Atlántico Sur,  sin ningún tipo de control de la Argentina que no posee equipamiento –ni sería muy simpático hacia quién vino a ayudar – para vigilar ese accionar. Parece más apropiado en el plano diplomático, haberse quedado también ellos y no presionar porque se quedó tu “adversario”.

El Panther-XT Plus, el sumergible ruso.

Quizás este plan de “búsqueda privada” sea el intento de solución encontrada por el Gobierno argentino para decirle finalmente a los rusos que se vayan, dejar contentos a los “amigos aliados”, aunque el principal problema radica en que los rusos luego del compromiso asumido por Presidente con los familiares le requieran al gobierno nacional una comunicación por escrito, algo bastante desagradable también para la Armada ante las familias de sus colegas desaparecidos.

El 22 y 23 del corriente Macri y Putin se verán las caras en Moscú por primera vez en el año. La última sera en el G20 a realizarse en nuestro país y quizás haya una tercera en ocasión del Mundial de Fútbol. Este si bien era un tema triste de la agenda bilateral, era de cooperación, solidaridad  y amistad. Hoy la presencia del buque ruso en Argentina tornó más incómoda la visita. Es bueno recordar que el Presidente Putin habló personalmente con Macri antes de enviarle la ayuda. El gesto en el cara a cara -y un documento lavado- traerán seguramente la última palabra.

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