“Adquirir un inmueble es hoy más recomendable que guardar dólares bajo el colchón”

“Adquirir un inmueble es hoy más recomendable que guardar dólares bajo el colchón”

Noticias Urbanas entrevistó a Horacio Ludigliani, arquitecto y asesor inmobiliario.


Horacio Ludigliani es arquitecto egresado de la UBA y asesor inmobiliario, con estudios complementarios realizados en Madrid, Harvard y la Universidad de Miami. Entre sus lauros, figura el haber colaborado en la edificación del Museo del Libro junto al maestro Clorindo Testa. Actualmente, preside Ludigliani Desarrollo Inmobiliario y se dedica, con su empresa, a proyectos de inversión en la industria de la construcción en Buenos Aires, a la vez que realiza asesorías en Miami y Punta del Este. En esta entrevista con Noticias Urbanas, el especialista manifiesta su optimismo con respecto a la situación del sector en nuestro país y destaca, en este escenario, la importancia de los créditos hipotecarios a 30 años UVA lanzados en abril por el Gobierno nacional. “Han sido un gran acierto”, asegura, al tiempo que remarca las razones por las que entiende que es un buen negocio adquirir un inmueble.

–Ya pasaron varios meses de la implementación de los créditos UVA. ¿Cómo ve al mercado inmobiliario hoy?

–El sector inmobiliario transita un momento de estabilidad y previsibilidad, que no es poca cosa. Este nuevo escenario comenzó a darse desde la apertura del cepo cambiario. Ahora las condiciones están dadas para que se reactive aún más y estamos convencidos de que en 2018 irán madurando las medidas que se han tomado con respecto a todo el movimiento económico.

–¿Qué opinión le merecen los créditos hipotecarios implementados?

–Los créditos hipotecarios han sido un acierto; sobre todo porque en la Argentina no había cultura crediticia. Habíamos olvidado el concepto de ahorro. La llegada del financiamiento constituye un paso importante para ir recomponiendo la seguridad jurídica. Aún con falencias y restricciones, el crédito nos pone a la altura del resto del mundo.

–Usted menciona al “resto del mundo”, ¿qué diferencias, en materia inmobiliaria, ve entre la Argentina y los países más desarrollados?

–Prácticamente, no hay registro de otros países donde se piense en comprar una vivienda con cash y en moneda extranjera. La falta de financiamiento olvidó a un gran sector de la población de ingresos medios, que tuvo que resignarse a creer que alquilar era su única opción para toda la vida. En este sentido, vale decir que aún en casos donde la tasa sea alta, es preferible hacer un esfuerzo porque, en definitiva, el ladrillo no traiciona.

–¿Hoy, entonces, es una buena inversión comprar un inmueble?

–El crédito posibilita la adquisición de un inmueble en pesos, que sigue aumentando en dólares. En definitiva, con un dólar retrasado y una propiedad que aumenta en dólares, la adquisición de cualquier unidad mínima o ticket es mucho más recomendable que la guarda del billete verde debajo del colchón.

–Pero aquel que compra mediante un crédito UVA, además de tener que poseer un capital de entre un 20 y un 30 por ciento del inmueble, ¿no corre el riesgo de quedar atrapado en una estampida inflacionaria en el futuro?

–A ver, no todo son rosas en el camino que recorre el inquilino para ser propietario. Eso es cierto. Existe el riesgo de que la cuota aumente en forma desproporcional al ingreso de la persona que tomó el crédito. Y, si bien los créditos están basados en la experiencia de Chile, nuestro país tiene problemáticas propias que es preciso atender: los sueldos están estancados, el tema inflacionario es un problema que todavía no se ha podido atacar y el fantasma de la inestabilidad laboral está siempre vigente. Sin embargo, los créditos están adaptados a la Argentina y está establecido que los bancos, llegado el caso de una escalada inflacionaria, den más tiempo y más cuotas para que se puedan pagar. Además, se da la posibilidad de tener uno o más codeudores a la hora de tomar el crédito. De esa manera, el riesgo se minimiza porque sería bastante improbable que todos los codeudores perdieran su empleo al mismo tiempo.

–¿Y para aquellos que no poseen el capital inicial, qué recomienda?

–El Procrear, que es una alternativa interesante para los sectores de menores ingresos. Si es para la compra de un inmueble, el anticipo a pagar es del 10 por ciento. Y si se posee un terreno no se necesita contar con el anticipo. En ese caso, el Estado subsidia el 40 por ciento de la construcción de la casa, mientras que el 60 por ciento restante lo da a pagar en cuotas. También está el Procrear Ahorro Joven, para personas de entre 18 y 35 años, que no requiere que el solicitante posea ingresos formales para la compra de un inmueble, y solicita un anticipo de solo el cinco por ciento, con la posibilidad de ahorrarlo en un año. Por eso digo que la expectativa para el sector inmobiliario es grande y que la situación actual permite a la población volver a soñar con la casa propia.

Qué se dice del tema...