El Gobierno de Mauricio Macri busca crear, junto con la CGT, una medida que logre una moratoria o blanqueo para regularizar la situación de unos 4,5 millones de trabajadores que están en negro.
El 33,6 por ciento de los trabajadores argentinos no tiene aportes previsionales ni a la obra social. Para eso, desde el Ministerio de Trabajo buscan reinstalar mesas de negociaciones con la cúpula obrera pero desde los gremios aseguran que aún no han recibido una cita por este tema. “El problema es que si hay un perdón por los aportes no realizados por la patronal, debe haber una ley, porque es un tema impositivo”, señalaron en un gremio.
Otros, por otro lado, plantean que el empleador, a cambio de ese beneficio, debe comprometerse a mantener la nómina salarial por al menos 5 años. Y que hay que garantizar al trabajador que se le computen los años de aportes aunque no hayan sido pagados.
Se abren entonces la idea de realizar este blanqueo, que incluiría el perdón de las deudas y las multas, que ya trae la experiencia del triunfo blanqueo de capitales cerrado a fin de marzo. Y, además, trataría de acompañar la iniciativa con la recuperación de la Ley de Primer Empleo, que se encuentra aún demorada en el Congreso y que implica la disminución de la carga previsional para trabajadores jóvenes.
Jorge Triaca se propuesto, de esta manera, el blanqueo de unos 300 mil trabajadores por año, lo cual implicaría también más recaudación impositiva y para las obras sociales. Pero, aparte, sentar a la mesa a la CGT a discutir el tema sería un cierre político al paro, cambiar conflicto por diálogo.
