Lamothe: “Estamos viviendo una revolución en las ciudades”

Lamothe: “Estamos viviendo una revolución en las ciudades”

Por Enrique Colombano

Integra la agencia Atlas, que se dedica a la planificación y desarrollo de smart cities. Ve con optimismo los avances en el distrito, aunque, también, señala las cuestiones que aún deben resolverse.


Ignacio Lamothe es licenciado en Ciencia Política, egresado de la UBA. Trabajó durante más de 15 años con gobiernos municipales de todo el país. Se desempeñó durante cuatro años como secretario de Asuntos Municipales durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. En 2015 fundó, junto a un grupo de jóvenes profesionales, la incubadora de ideas Panal, que tiene por objeto el desarrollo de propuestas innovadoras para la gestión de ciudades (www.ideaspanal.org). Actualmente, forma parte de Atlas, agencia que se dedica a la planificación y desarrollo de ciudades inteligentes (www.smartcitiesatlas.com). En diálogo con Noticias Urbanas, aborda la temática de las smart cities y analiza la situación actual de la Ciudad de Buenos Aires, de la que destaca importantes progresos en la materia, al tiempo que señala las deudas pendientes.

–¿Qué características debe poseer una ciudad para ser considerada una smart city?
–Una ciudad inteligente es aquella que gestiona sus recursos de manera óptima, mejorando la calidad de vida de sus habitantes y su entorno. Una ciudad inteligente perfecciona los servicios y mejora la rentabilidad de su uso, englobando aspectos sociales, técnicos, políticos y funcionales. No se trata de construir una ciudad totalmente tecnificada, con sistemas informáticos y tecnológicos complejos que anulen la voluntad y participación ciudadana. Muy por el contrario, más bien se trata de utilizar los avances de las nuevas tecnologías y poner el conocimiento acumulado en función de la mejora en las condiciones de habitabilidad de una ciudad.

–¿Cuáles son para usted las principales smart cities del mundo y por qué?
–Son muchísimas las ciudades que se encuentran en el camino hacia las smart cities. Los ejemplos típicos que suelen citarse son Nueva York, Seúl, Tokio, Londres, Berlín, Barcelona. Todas se destacan por llevar adelante políticas innovadoras: uso de nuevas tecnologías para la relación entre el gobierno y la ciudadanía; políticas de movilidad que priorizan los modos no motorizados; políticas ambientales y de sostenibilidad; de gobierno abierto y datos abiertos; espacios públicos de calidad; buena oferta educativa. En síntesis, son ciudades que están poniendo en el centro de la escena a los ciudadanos y la calidad de vida.

–¿Hasta dónde la tecnología puede favorecer un desarrollo socialmente más igualitario en una ciudad?
–Los escenarios urbanos se están transformando y la ciudadanía está participando activamente de esos procesos, y esto está reconfigurando todas las relaciones entre gobierno y ciudadanía. Las nuevas tecnologías están impactando fuertemente en estos fenómenos, cambiando la vida cotidiana de millones de personas, modificando aspectos tales como, por citar algún ejemplo, el modo en que tomamos un autobús, cómo pagamos impuestos o cómo nos relacionamos con el gobierno. Estamos viviendo una verdadera revolución del estilo de vida en las ciudades. Las decisiones políticas serán las que van a definir el acceso real de los ciudadanos a las tecnologías, las que influirán en las relaciones de poder, en la defensa de la privacidad de individuos y grupos sociales. Son estas políticas las que facilitarán el avance de la ciencia y la tecnología y, con ellas, la mejora de la calidad de vida en las ciudades. Y serán estas políticas las que deberán arbitrar para disuadir que las decisiones tecnológicas queden mayormente en manos del mercado.

–Un estudio de National Geographic ubicó a la Ciudad de Buenos Aires en el puesto 28 de las ciudades más inteligentes del mundo, destacando el wi-fi público y la restructuración urbana vinculada con la peatonalización de ciertas zonas y con los programas de bicicletas. ¿Usted tiene una visión similar, más optimista o más pesimista?
–Tengo una visión optimista. Se está avanzando en el sistema de bicisendas y en la peatonalización mixta de más calles. El sistema de metrobús es un gran acierto. Buenos Aires se distingue por su sistema de datos abiertos, que va a ayudar mucho a la movilidad urbana. Creo que todavía falta mucho, faltan más políticas de reducción del uso del automóvil particular para trasladarse, mejorar la conectividad de la red de ciclovías, mejorar el estado de las veredas para hacer más caminable la Ciudad, pero se está avanzando.

–¿Qué grandes metas deberían lograrse a futuro en la Ciudad de Buenos Aires?
–Son varios los aspectos en los que Buenos Aires puede hacer progresos en materia de ciudad inteligente. Destacaría extender la movilidad a los barrios menos conectados, integrarlos y generarles acceso real a los derechos que implican vivir en una ciudad. Pensando la Ciudad desde la perspectiva de “derecho a la ciudad”, vemos que hoy Buenos Aires tiene un sinnúmero de ofertas culturales, de salud, de recreación, de educación, etcétera, pero no todos los barrios acceden por igual a esas posibilidades que brinda hoy la Ciudad.

–¿Eliminar las diferencias entre el norte y el sur porteño sigue siendo la gran deuda en el distrito?
–El Distrito Tecnológico de Parque Patricios, el Distrito de las Artes de La Boca y las inversiones en infraestructura en los barrios del sur de la Ciudad tienen un impacto positivo indudable. Conjuntamente con estos procesos se dan otros más complejos, donde los sectores más pudientes se desplazan hacia estas zonas que están recibiendo inversiones, al tiempo que se revaloriza el suelo urbano, haciendo que los antiguos moradores se trasladen a los suburbios, lo que se conoce como gentrificación. El horizonte ideal es que estos barrios se transformen positivamente sin estos desplazamientos de los sectores más vulnerables.

–¿Hasta qué punto ayuda en el avance hacia una ciudad inteligente que el Gobierno porteño tenga un Ministerio de Modernización?
–Una ciudad inteligente se construye con una serie de políticas en cierta dirección, con coordinación y coherencia. Todas las decisiones que vayan en la orientación de poner la tecnología al servicio de los ciudadanos son útiles. Al respecto, también se creó la Subsecretaría de Ciudad Inteligente. Son pasos significativos, donde lo importante no es tanto cada paso en sí, sino más bien el horizonte hacia el que se avanza.

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