“Los fondos blanqueados no deben ir a la especulación financiera”

“Los fondos blanqueados no deben ir a la especulación financiera”

El experimentado economista subraya que los capitales recuperados por el sistema deben ser puestos al servicio de la producción. No cree que el país esté en peligro inminente de estanflación.


“Es importante que desde la ley se establezcan los parámetros para que solamente sean blanqueados aquellos capitales que puedan ser justificados por sus poseedores”, afirma el economista Aldo Pignanelli, al ser consultado sobre el proyecto de ley de blanqueo de capitales que impulsa el Gobierno nacional. “Partamos de la base de que todo blanqueo es injusto porque premia a quien no pagó por sobre los que pagaron y cumplieron con la ley. Por otro lado, a partir de 2017, la normativa económica mundial llevará a una suerte de clearing internacional de poseedores de cuentas”, afirma.

“No obstante esto, podemos entender que, en estas circunstancias especiales, puede justificarse la decisión de aplicar una política de este tipo, sobre todo porque este gobierno necesita generar un ingreso de capitales externos que, hoy por hoy, no están llegando en la medida que se esperaban. Debe quedar en claro que tienen que estar excluidos de esta medida los fondos espurios, que son aquellos que provienen del narcotráfico, la venta de armas, la trata de personas y la corrupción. La implementación de la ley de blanqueo, entonces, debe ser totalmente clara en la normativa a aplicar para que esos fondos espurios queden excluidos de su aplicación. Es importante que desde la ley se establezcan los parámetros para que solamente puedan ser blanqueados aquellos capitales que puedan ser justificados por sus poseedores. O sea, no debieran poder blanquearse capitales cuyo origen no pueda ser explicado por quien los posea. La ley de blanqueo solamente debe ser aplicada por causas de evasión fiscal. Dicho esto, el otro tema son los destinos de los fondos a blanquear y el tratamiento de las diferentes categorías de contribuyentes que blanquean”, completa.

–¿A qué deberían destinarse los fondos blanqueados?

–En primer lugar, los fondos blanqueados deben ser utilizados para producción. O sea, para poner en marcha el aparato productivo del país, que en este momento está parado. Hay que evitar por todos los medios que esos fondos ingresen para especulación financiera. El objetivo es que repatriemos capitales que están en el exterior beneficiando a otras economías para que pasen a beneficiar a la economía de nuestro país. Para esto debe existir una norma clara de aplicación, al mismo tiempo que la política económica debe garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo del capital blanqueado. Por otro lado, debe establecerse una clara categorización de los contribuyentes que blanquean. Claramente, no pueden ponerse en la misma categoría a aquel que tiene guardado 40 mil dólares en su casa con el que tiene 4 millones de dólares en un banco del exterior.

–El proyecto, en su artículo 85, establece penas de hasta dos años de prisión a los periodistas que difundan datos sobre quienes se acojan al blanqueo. Tras las críticas recibidas, Macri anunció que dará marcha atrás. ¿Qué opina usted de ese punto?

–No creo que sea conveniente este tipo de castigo. Convengamos que si la norma planteada por la ley es clara y quienes puedan acceder al blanqueo son aquellos que no tienen fondos espurios, entonces no deberían tener miedo de aparecer publicados en los medios. La idea de una ley de blanqueo no es castigar a quienes blanqueen sino que ingresen fondos de argentinos que están fuera de nuestro país.

–El Gobierno dijo primero que el panorama económico iba a mejorar este semestre y ahora sus funcionarios apuntan al año que viene. ¿Cuándo cree usted que podría llegar la reactivación económica y qué se necesita para ello?

–La reactivación económica es el resultado de una política económica clara y de la estructuración de un proyecto macroeconómico claro, concreto y coherente. Hasta que esto no esté especificado e internalizado en la sociedad, no habrá crecimiento y solamente entrarán capitales para la especulación financiera. No para la producción, que es lo que necesita el país. Mientras esta política económica no esté acompañada por una política de educación que haga que la sociedad cambie su visión y su relación con el trabajo tampoco habrá crecimiento.

–¿Estamos ante una situación o peligro de estanflación, como algunos economistas empiezan a advertir?

–No creo que hoy estemos en este peligro. Pero no hay que quedarse tranquilos, deben tomarse medidas rápidamente.

El economista, que entre julio y diciembre de 2002 condujo el Banco Central de la República Argentina bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, posee una amplia trayectoria que incluye el desempeño en los sectores público y privado y el asesoramiento de empresas relacionadas con la actividad industrial, bancaria, seguros, salud, construcción y servicios públicos. Actualmente, asesora al Frente Renovador que lidera Sergio Massa. También se apresta a competir, con la Lista Verde, por la presidencia del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires, cuyas elecciones se realizarán el miércoles 15 de junio.

–¿Cuáles son sus principales propuestas para el Consejo?

–La principal propuesta es cambiar la relación del Consejo con sus profesionales. El Consejo debe pensar en los jóvenes y en las mujeres, que hoy son mayoría. Hasta ahora ha comprado propiedades que no tienen una utilización clara, mientras que podría estar generando planes para que sus matriculados accedan a su primera propiedad. Ha desactivado Consejito, que era una guardería para hijos de profesionales, y esto lo vamos a recuperar y a mejorar. No ha actualizado la subvención para los matriculados mayores. Se gastan fondos en acciones poco beneficiosas, como alquilar el Teatro Colón para funciones de gala donde solamente entran 3.500 personas, sin ofrecer beneficios para la gran mayoría. Nosotros vamos a mejorar la prestación de salud de Simeco, que se ha ido deteriorando con el tiempo. Es decir, queremos un Consejo que sea un actor social, que tenga voz y voto en temas relacionados con la economía nacional. Pero, básicamente, que defienda a los matriculados, entienda sus necesidades y ayude a solucionarlas.

–¿Cómo califica la situación actual de la entidad?

–Está totalmente deteriorada. Hay más de 70 mil profesionales que piensan que el Consejo no les sirve para nada, que solamente trabaja para los grandes estudios. Mientras tanto, los pequeños y los profesionales individuales, que son la mayoría, no tienen apoyo de la institución que los debe defender. El Consejo está manejado como un “country profesional”. Hay un pequeño grupo de profesionales que está dentro de la institución y que cree representar a la mayoría mientras no tiene contacto con ella. En el mientras tanto, disfrutan las mieles de manejar una institución que paga gastos de representación millonarios. Se utilizan los fondos de una institución sin fines de lucro sin pensar en quienes lo generan.

–Usted no solo es hincha de Lanús, sino que, además, es oriundo de la localidad. Así que le hago la pregunta obligada: ¿cómo vivió el campeonato?

–Con la misma pasión de siempre. ¡Vamos, Granate, todavía!

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