Festival Provida: le meten presión a los senadores

Festival Provida: le meten presión a los senadores

El movimiento Provida celebró, en el estadio de Ferro, un festival con activistas, referentes de ONGs y personas que rechazan la legalización del aborto.


Ante el tratamiento del proyecto de despenalización del aborto en el Senado de la Nación, los impulsores de la campaña “Salvemos las dos vidas”, realizaron un festival para meterle presión a los senadores.

El diputado nacional por Cambiemos (Ciudad de Buenos Aires) Jorge Enríquez, participó este sábado del festival Provida organizado por el movimiento Unidad Provida, donde activistas, referentes de ONGs y personas identificadas en la defensa de las dos vidas, reafirmaron el rechazo a la legalización del aborto.

El movimiento Provida celebró este sábado, en el estadio del Club Ferrocarril Oeste, un festival con activistas, referentes de ONGs y personas identificadas con la causa de la vida y que rechazan la legalización del aborto. En el encuentro se anunció un paquete de acciones de cara a la votación que tendrá lugar el miércoles 8 de agosto en el Senado de la Nación.

Convocados bajo la consigna “Salvemos las dos vidas”, las organizaciones insistieron en el rechazo al proyecto que recibió media sanción de la Cámara de Diputados.

En el Festival Provida, como se dio en llamar a esta iniciativa de Unidad Provida, se hizo un balance de estos meses de debate, y se planteó la necesidad de un debate federal, que refleje cabalmente el sentimiento de los argentinos a lo largo y ancho del país, para que la decisión final no se quede encerrada en Buenos Aires.

Durante el acto también se reconoció a los 125 diputados de la Nación que votaron por el rechazo del aborto.

En nombre de Jorge Enríquez, único legislador nacional que se hizo presente en el evento, se reconoció a todos aquellos que se comprometieron con los derechos humanos fundamentales.

Ante los jóvenes, Enríquez señaló: “La vida es el primero de los derechos humanos, lo ha probado la ciencia que hay una vida nueva a partir de la concepción. Matar a un ser humano indefenso es un acto de crueldad”.

Y agregó: “No es necesaria la muerte de un niño para solucionar los problemas de los embarazos no deseados. El aborto implica, además, una forma de tortura para un ser humano no nacido. El Estado puede y debe contribuir a evitar embarazos no deseados con educación sexual, protegiendo a la mujer embarazada y al niño por nacer, facilitando las adopciones. La dignidad humana, base de la democracia, nos exige salvar las dos vidas”, finalizó Enríquez.

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