Luego de que Sergio Maldonado anunciara en la puerta de la Morgue Judicial que el cuerpo que apareció en el río de Chubut era el de su hermano Santiago, la entrada del lugar donde se hizo la autopsia del cuerpo, se empezó a poblar de carteles, velas, ramos de flores y fotos de Santiago.
Las expresiones de tristeza y apoyo a la familia se multiplicaron sobre la calle Junín al 2000, que convirtió al edificio judicial en un improvisado santuario.
“Familia Maldonado, no están solos” y “Gracias Santiago, te admiro por tu solidaridad genuina”, son algunas de las leyendas que quedaron en las puertas del edificio.
