“El modelo de transversalidad que logramos con el aborto es replicable para otras leyes”

“El modelo de transversalidad que logramos con el aborto es replicable para otras leyes”

Entrevista exclusiva con Daniel Lipovetzky, diputado nacional de Cambiemos.


Daniel Lipovetzky tuvo un rol clave durante el debate sobre la legalización del aborto. Estuvo al frente de la extensa discusión en comisión del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo y fue uno de los gestores del ajustado triunfo en la votación que dio media sanción a la ley, que llegará al Senado en los próximos días.

En una entrevista con Noticias Urbanas, el diputado nacional de Cambiemos, que recibió elogios de la oposición por su labor en el debate, reconoce que el tratamiento legislativo de la iniciativa generó tensiones internas, pero le quita relevancia al enojo de la líder de la CC, Elisa Carrió, que amenazó con romper el bloque luego de que se aprobara el proyecto. “Han quedado heridas que hay que curar después de este proceso”, asegura.

En medio de la crisis cambiaria, Lipovetzky respalda las modificaciones que impulsó Mauricio Macri en el equipo económico del Gobierno para contener la suba del dólar y cuestiona a la CGT por lanzar un paro general que “no ayuda a la Argentina”. “Hay que trabajar para que el traslado a precios no sea tan importante”, dice sobre la suba del dólar.

–¿Qué sensación le dejó el histórico debate sobre el aborto?

–Una gran satisfacción, porque estamos convencidos de que esta ley es un avance importante para la Argentina. Este proceso arrancó el 1 de marzo, cuando Mauricio Macri apoya el debate sobre la ley de despenalización del aborto, tomando como punto de partida la lucha de muchas mujeres.

–¿Le sorprendió el resultado? Parecía que el rechazo ganaba en la previa de la sesión.

–No me sorprendió porque veníamos de una jornada muy extensa. Trabajamos con todos los escenarios y votos posibles que podían entrar dentro de los afirmativos. Había diputados que no habían hecho público su voto o que estaban indecisos. Cuando llegó el momento de votar, teníamos claro que podíamos ganar.

–¿Se puede replicar la transversalidad que hubo para apoyar el aborto en otros proyectos?

–Creo que sí. Una de las cosas positivas que pasaron en este proceso es que conformamos un equipo en el que diputados de distintos bloques trabajamos transversalmente. Logramos congeniar un equipo con un objetivo común. Ese modelo es replicable para otras leyes que pueden seguir ese camino. Ya lo empezamos a implementar con una nueva ley para el HIV.

–¿El debate sobre el aborto dividió más a Cambiemos de lo que esperaban? Elisa Carrió se fue enojada del recinto.

–Las tensiones se dieron en la mayoría de los bloques y era una preocupación que teníamos. Es la primera vez que se trata un tema tan intenso, histórico, y era muy posible que generara heridas. En el caso de Cambiemos, el camino es el diálogo. El mejor ejemplo de cómo fuimos surfeando este desafío de negociar con compañeros de bloque fue lo que sucedió en el plenario de comisiones. En ese proceso tuvimos que decidir un montón de cosas con visiones distintas de la ley. Hubo tensiones, pero las superamos con mucho diálogo y entendiendo la posición del otro.

–¿Le llamó la atención la amenaza de Carrió (“La próxima, rompo”)?

–Esa parte no la escuché. Entendí su posición, a todos nos preocupa lo que viene. Necesitamos tener un bloque muy fuerte para seguir defendiendo y trabajando por las leyes que el Gobierno proponga. Lo otro ya lo aclaró. Era su preocupación por la unidad del bloque, que la comparto. Han quedado heridas que hay que curar después de este proceso. Hay que trabajar para restablecer la unidad del bloque.

–La discusión sigue en el Senado. ¿Sería saludable que se tratara rápido o tendría que haber un debate extenso?

–El debate que se dio en Diputados fue una de las claves para que se aprobara la media sanción. Tres ministros de Salud de gobiernos distintos concurrieron al debate y coincidieron en que legalizar el aborto implica una mejora en la salud de las mujeres. ¿Cómo vas a votar en contra después de eso? Está claro que influyó. Creo que no es necesario que haya un debate tan extenso en el Senado porque la información de la discusión en Diputados está disponible para todos. Obviamente, implicará un tiempo porque no es una ley para que se apruebe de un día para el otro.

–¿También influyó la marcha de miles de mujeres a favor de la legalización?

–Sin duda. En esa madrugada tan intensa planteamos que había que tener en cuenta qué iba a pasar con esas miles de mujeres que estaban esperando. Yo salí junto a un grupo de diputadas y vi esas caras de ilusión, esperanza y expectativa enorme de que la ley se aprobara. Tenés que pensar en los jóvenes. Esta ley es para ellos, para el futuro y no el pasado. Eso también definió de alguna manera a los indecisos.

–¿Respalda el cambio de mando en el Banco Central? El dólar está imparable y no lo frenó ni el ingreso de Caputo.

–Es lógico que preocupe una inestabilidad de la moneda, pero no tanto por el valor del dólar (no todo el mundo tiene la posibilidad de comprar), sino por el traslado a precios. Hay que trabajar para que el traslado a precios no sea tan importante.

–¿Había que remover a Federico Sturzenegger?

–Fue un cambio necesario en este momento, pero no podemos pedirle a Caputo que el primer día tome medidas para mejorar la inestabilidad. Hay que darle tiempo para que se vaya acomodando, sin perjuicio de que hay que destacar que estamos en el primer proceso de implementación de acuerdo del FMI, una buena señal de apoyo externo.

–¿Hay un problema de confianza? ¿El mercado no le cree al BCRA?

–Cuando hay turbulencias se produce un desgaste de funcionarios. En este caso evalúa el Presidente. Acá nadie juzga la capacidad de Sturzenegger, que es enorme y la ha demostrado, pero la coyuntura económica en algunos momentos indica que hay que renovar equipos.

–¿Era necesario tener un ministro de Economía más fuerte?

–La decisión de tener un equipo más diverso o unido en la conducción económica es del Presidente. Cuando se producen esas cuestiones, podés decir “el modelo que armé hay que cambiarlo”. Evidentemente, Macri evaluó que era mejor unificar. Esa unificación va en camino de tratar de reducir también alguna estructura política para lograr la reducción del déficit fiscal, que es una de las principales causas de vulnerabilidad que tiene la Argentina.

–¿Se complica manejar la relación con los gremios con un dólar imparable más la inflación?

–Las medidas de la CGT no ayudan en este proceso. Lo que menos necesita la Argentina es un paro general. ¿Qué reclaman? ¿Paritarias? El Gobierno no negó la posibilidad de la cláusula de revisión. Es un paro con una fuerte señal política y no es la mejor medida para el momento que vive el país. Hay otras maneras de seguir dialogando.

 

En primer plano

  • Un lugar. La Plata.
  • Una comida. Asado.
  • Un restaurante. La Parolaccia.
  • Un referente histórico. José de San Martín.
  • Una frase. “Sin sacrificio no hay victoria.”
  • Un libro. La política en el siglo XXI, de Jaime Durán Barba y Santiago Nieto.

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