El ajuste del Gobierno llegó a la Casa Rosada

El ajuste del Gobierno llegó a la Casa Rosada

Más allá de los cargos políticos, la poda laboral en la Rosada empezó por sectores administrativos. Los distintos casos.

Los cambios también afectan la Casa de Gobierno

La Casa Rosada amaneció este lunes con una noticia que puso en vilo a sus trabajadores, cuando se les impidió el ingreso a un grupo de trabajadores que la Secretaría General de la Presidencia resolvió despedir, algunos de ellos con más de diez años de trabajo afectados por una decisión que demuestra alguna impericia a la hora de armar estas listas.

En la nómina hay de todo, pero ninguno que ocupe un cargo político, una porción que el Gobierno está en vías de reducir en el corto plazo. Los despedidos cumplen tareas administrativas dentro de la Casa Rosada, algunos de ellos como mozos o personal de cocina, entre otras funciones. En enero, se concretaría otra reducción en todas las dependencias estatales, con el objetivo de reducir el porcentaje de los cargos políticos.

Hay casos que por estas horas están siendo revisados, como el de un mozo que lleva deiciseis años trabajando de forma precarizada o el de otro, padre de seis hijos, entre ellos de una niña discapacitada. Sin embargo, dentro de la nómina, que aún no han sido notificados formalmente con un telegrama, les dijeron que se trataba lisa y llanamente de una “reducción de personal”.

Sin embargo, ante la consulta de Noticias Urbanas, aseguraron en los despachos respectivos que se trató de una decisión justificada en el “desempeño” de esos trabajadores. “No se les renovó el contrato a quienes cuyos jefes así lo determinaron que, por diversos motivos, no estaban conformes con sus desempeños”.

“Hay áreas en las que se le renovó a todo el personal. Sobre un total de más de mil personas que tiene la Secretaría General de la Presidencia, hubo veintiocho despedidos por diversos motivos vinculados a su desempeño”, dijeron.

Otro trabajador que cumple funciones en el comedor, administrado hoy por el chef preferido de los macristas, Dante Liporace, fue despedido sin siquiera considerar su situación familiar: es padre de seis hijos, entre ellos de una nena que padece una discapacidad, aunque por estas horas se encontraba en una reunión para poder revertir su situación.

También fue despedido un hombre que padece de una esclerosis que dificulta su movilidad pero que en estos años no le ha impedido asistir a trabajar todos los días.

Como si fuera poco, al mismo tiempo que eran comunicado sobre su situación, la vicepresidenta Gabriela Michetti y el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, que según pudimos constatar no estaban al tanto de esta situación, encabezaban una actividad por el Día Internacional de la Discapacidad en Casa Rosada.

La actividad, organizada por  la Agencia Nacional de Discapacidad, incluyó un contacto por videoconferencia con el presidente ecuatoriano Lenín Moreno, quien al igual que ellos dos, tiene reducida su movilidad, por un asalto que sufrió en el 2008.

Michetti, en diálogo con Noticias Urbanas, se comprometió a interiorizarse sobre los casos vinculados a discapacidad y recordó que durante su gestión como presidenta del Senado, encabezó un importante recorte pero que fueron revisados casos similares y que finalmente fueron reincorporados.

Hasta el momento, según afirman entre los despedidos, algunos de sus estarían siendo revisados, como ocurrió con Daniel, quien hace dieciseis años trabaja como en la Casa Rosada, contratado de forma precarizada desde hace dieciseis años bajo esa trampa legal que es la Ley Marco de Regulación de Empleo Público Nacional.

“¿Vos alguna vez la frase que dice ‘cosechas lo que siembras’? Bueno, hace dieciseis años que trabajo acá  y algo buen habré hecho. Tengo que agradecerle a todos los compañeros y compañeras con quienes hace tantos años luchamos el día a día”, aseguró, a este medio, tras recibir finalmente la buena noticia.

 

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