Los días miércoles y jueves, en el auditorio de la sede de Parque Patricios del Gobierno de la Ciudad, se realizaron encuentros informativos sobre los nuevos códigos Urbanístico y de Edificación orientado a urbanistas, arquitectos y desarrolladores.
“Este cambio es histórico para Buenos Aires, y era imprescindible lograrlo con el aporte de todos para que las nuevas normativas se mantengan en sintonía con la ciudad real pero también con la que queremos para el futuro. En este punto, las colaboraciones que realizaron los profesionales del sector fueron muy enriquecedoras”, aseguró Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte, a cargo de la apertura.
Luego de una charla introductoria, Carlos Colombo y Rodrigo Cruz, subsecretarios de Planeamiento y Registros, Interpretación y Catastro respectivamente, respondieron consultas y despejaron dudas de los asistentes.
Los nuevos códigos fueron sancionados en diciembre pasado en la Legislatura, luego de 1 año y medio de trabajo participativo con vecinos, profesionales y técnicos. Mientras que el Código Urbanístico regula dónde, cuánto y con qué criterios se debe construir en la Ciudad, el Código de Edificación establece cómo y con qué materiales.
Del evento, organizado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, participaron representantes de la Cámara Argentina de la Construcción, del Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo, el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad, el Centro Argentino de Ingenieros y la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, entre otras entidades del sector.
Sobre los nuevos códigos
Entre los cambios que llegan para la Ciudad, se destacan:
-Seis alturas permitidas
Van desde planta baja y dos pisos (9 metros) hasta planta baja y 12 pisos (38 metros) como
máximo. Reemplazan a las 27 alturas permitidas que hay hasta el momento.
-Plataforma web para ver los cambios manzana por manzana
Los vecinos de la Ciudad podrán consultar a través del sitio web cuál es la altura máxima permitida
en su manzana, obteniendo más previsibilidad y transparencia a las construcciones.
-El fin de las “esquinas enanas”
Las alturas permitidas por manzana se van a equiparar, haciéndolas más homogéneas. En este
sentido, ya no existirán lo que se conoce como las “esquinas enanas” y las medianeras
descubiertas.
-Más actividades por barrio
En barrios en los que solo se permite el uso industrial se autorizarán la instalación de oficinas y
viviendas, lo que supone impulsará el desarrollo económico y social.
-Ya no será obligatoria la bañera
En el Código antiguo se establecía su obligatoriedad en los baños principales de las viviendas, lo
que generaba grandes inconvenientes para personas con movilidad reducida.
-El bidet y el mingitorio, optativos
Con el fin de ampliar la superficie de los baños, el bidet será optativo en los baños residenciales y
el mingitorio podrá ser reemplazado por un inodoro en los baños de comercios e instituciones.
-Baños unisex
En universidades, hospitales, shoppings y comercios, entre otros, no será obligatoria la distinción
de los baños por género o sexo. En la Ciudad conviven identidades diversas, por lo que la
normativa y arquitectura acompañarán esa realidad.
-Cambiador en los baños masculinos
Los cambiadores en los baños masculinos permitirán que no sean solo las mujeres las involucradas
en las instancias de cuidado de los niños. Todos los locales comerciales de afluencia masiva o de
espectáculos con una superficie mayor de 2.000 metros cuadrados deberán contar con baños
familiares en cada nivel de acceso público. Estarán equipados con un inodoro para menores, un
lavabo para menores y otro para mayores. También habrá un cambiador para bebés.
-La vivienda para el encargado será optativa
Se podrá reemplazar por un vestuario, generando una baja en el costo de las expensas.
-Lactarios obligatorios
Los lactarios serán obligatorios para todos los edificios públicos y en los establecimientos
educativos de nivel inicial e institutos de menores de 6 años, cuando asistan menores de un año, a
partir de los 20 menores. Deberán estar ubicados en áreas seguras y tranquilas, contando con
elementos que brinden bienestar y confort durante el proceso de extracción y conservación de la
leche materna durante el horario de trabajo.
