El caso Maldonado clausuró la campaña

El caso Maldonado clausuró la campaña

Tras el hallazgo de un cuerpo que podría ser el del artesano desaparecido, los frentes políticos suspendieron sus actos proselitistas.


La aparición de un cuerpo en el río Chubut, a 300 metros de donde fue visto por última vez Santiago Maldonado, no solamente generó conmoción en la sociedad e inquietud en el Gobierno, también causó un apagón total y súbito de campaña en las últimas jornadas antes de las legislativas del domingo. Todos los espacios políticos suspendieron sus principales actividades y en algunos casos fueron más allá: en la Ciudad, el oficialismo dispuso que su prima donna, Elisa Carrió, levantara sus apariciones televisivas luego de decir ante las cámaras que Maldonado podía estar en Chile y hacer comentarios desafortunados con el cuerpo encontrado.

A horas de las elecciones, el joven desaparecido el 1 de agosto en el marco de un operativo represivo de Gendarmería vuelve a ocupar toda la agenda política y enrarece el clima en la calle. Preocupación en la Casa Rosada.

La noticia surgió el martes, en forma de rumor, allí mismo, en Balcarce 50, desde donde una cronista acreditada hace largos años publicó, poco después del mediodía, una serie de tuits anunciando inminentes novedades y describiendo “caras de preocupación” en los funcionarios. Dos horas más tarde, se confirmaba la aparición de un cuerpo enredado entre malezas, flotando en el agua. Como desde el primer día del caso, a la noticia siguió un sinfín de inexactitudes y operaciones en vivo y recién al caer la noche, con la llegada al lugar del Equipo Argentino de Antropología Forense y de los Maldonado, empezó a asentarse la información. Dos comunicados, uno de la familia y otro de la fiscal, terminaron de separar lo cierto de lo especulativo y lo malicioso.

A la mañana siguiente, el desarrollo de los hechos impactó de lleno en el tramo final de la campaña. Antes del mediodía, todos los espacios políticos anunciaron un alto súbito en los planes proselitistas para las últimas 48 horas. Para el oficialismo “se terminó la campaña”, aseguraban desde la Casa de Gobierno, por “sensibilidad y respeto a la familia”. El alcance exacto de la medida estaba todavía discutiéndose en esos pasillos al cierre de esta edición, pero en principio alcanzaba a los actos masivos de cierre en todo el país, incluyendo los que tenían previstos el presidente Mauricio Macri, en Córdoba, y María Eugenia Vidal, en la provincia de Buenos Aires.

Asimismo, se tomó otra decisión fulminante: alejar a Elisa Carrió de las cámaras de televisión y de los micrófonos de radio. La candidata oficialista en la Ciudad de Buenos Aires había tenido una semana de alta exposición en la que, cada vez que tocó el tema Maldonado, dejó expuesta la peor cara de su personalidad. La semana pasada, durante el debate de nominados porteños a una banca en la Cámara de Diputados, había dicho que había “un 20 por ciento de posibilidades” de que el joven estuviera vivo en Chile. El martes, en medio de una entrevista condescendiente, tuvo otro comentario desafortunado al referirse a la aparición del cuerpo en el río congelado.

En el Gobierno no temen una derrota porteña: los casi 50 puntos con más de 30 de distancia con respecto al segundo que consiguió Carrió en las PASO hace irreal ese escenario. Sí, en cambio, temen que los exabruptos de una figura tan conocida en todo el país, una de los principales pilares de la alianza oficialista, espanten votos en otros distritos donde la situación de Cambiemos no es tan holgada. Particularmente en uno, que se encuentra solamente a un riachuelo o una autopista de distancia. Por eso mismo evalúan restringir o acotar las apariciones televisivas de otras figuras importantes del oficialismo, aunque eso no fue confirmado.

Desde la Casa Rosada no hubo, al cierre de esta nota, comunicaciones oficiales sobre el desarrollo del caso, excepto la torpe victimización del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, enviado de Macri a Esquel y recibido a pedradas. El ministro de Justicia, Germán Garavano, era el encargado de hablar luego de que el juez Gustavo Lleral brindara información oficial, según consignaron fuentes gubernamentales. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sigue corrida del centro de la escena y sin hablar. El presidente Macri no hizo declaraciones y el miércoles por la tarde tenía previsto partir a Uruguay a participar de una cumbre de la OMS.

El resto del espectro político también clausuró sus campañas antes de lo previsto. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner suspendió todas sus actividades proselitistas previstas para el miércoles y el jueves y lo mismo hizo el resto de los candidatos de Unidad Ciudadana. A la espera de información oficial y de la voz de la familia Maldonado, no hubo hasta el miércoles al mediodía declaraciones sobre el tema desde ese espacio.

Sergio Massa levantó un acto en La Plata y, en la Ciudad de Buenos Aires, Matías Tombolini, el candidato de su espacio, también tomó esa decisión. Florencio Randazzo tampoco realizó el cierre en su ciudad, Chivilcoy, ni participó en las entrevistas que tenía pautadas en televisión. Martín Lousteau y los candidatos de la izquierda siguieron la misma determinación.

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