El acusado por la estafa de los barbijos a la Ciudad tendrá prisión domicialiaria

El acusado por la estafa de los barbijos a la Ciudad tendrá prisión domicialiaria

Se trata de Damián Nevi, que está detenido desde mayo.


En mayo de este año se conoció la noticia de que la jueza criminal y correccional Paula González detuvo a un farmacéutico involucrado en la millonaria venta de barbijos a la Ciudad, que pagó por adelantado $170 millones.

El entonces detenido era Damián Andrés Nevi, un intermediario que firmó un contrato con la empresa E-ZAY, proveedora del Gobierno porteño. El farmacéutico aseguró que compró la empresa MENDISUMO en junio del año pasado y que habría pagado US$ 10 mil, pero no pudo justificar esa operación.

El pasado viernes 16 de octubre, a última hora, Damián Nevi recibió la noticia que estaba esperando desde el 19 de mayo. La jueza criminal y correccional Paula González le otorgó la prisión domiciliaria en la causa que investiga la venta fallida de 200 respiradores a la provincia de Buenos Aires. El empresario regresará a su casa en las próximas horas porque otra magistrada porteña ya le había dado el mismo beneficio en la causa de los barbijos.

“Estuve todo el fin de semana esperando que me coloquen la pulsera electrónica y no pude pasar el Día de la Madre junto a mi mujer, que está embarazada”, se quejó ante Infobae.

En la causa de los respiradores, la jueza González le otorgó el arresto domiciliaria argumentando que disminuyeron las chances que Nevi pueda entorpecer la investigación. “Se han logrado cumplimentar las medidas necesarias para corroborar provisoriamente la materialidad de los hechos y la responsabilidad del imputado, por lo cual se dictó su procesamiento, e incluso se estimó completa la instrucción en los términos del art. 346 del C.P.P.N., lo cual demuestra una disminución del riesgo de entorpecimiento de la investigación por parte del imputado”, dice la resolución, a la que tuvo acceso este medio.

La causa por los barbijos quedará en manos de la Justicia porteña

Sin embargo, Nevi deberá usar una pulsera electrónica con GPS, entregar su pasaporte y tiene prohibido salir del país.

“Imponer una caución económica no luce proporcionado por cuanto en el marco de la causa 21503/20 se incautó el dinero que fue hallado en su domicilio, los automotores y se dispuso el congelamiento de las cuentas del imputado”, explicó la jueza.

Por la venta de respiradores, Nevi cobró un anticipo de $68.952.000. En realidad, el gobierno de la provincia de Buenos Aires contrató a la empresa Aeromedical, quien luego subcontrató al empresario. La primer contratación se hizo efectiva el 2 de abril y se canalizó través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que obligaba a contratar un seguro de caución. Cuando la operación se cayó, la empresa de seguros tuvo que pagarle a la Provincia en cuotas.

Nevi -un comerciante de la salud que deambuló por varias farmacias y luego se dedicó a “rescatar” droguerías- también está involucrado en la venta de 5 millones de barbijos a la Ciudad de Buenos Aires. En ese caso cobró $60 millones de adelanto y fue subcontratado por E-ZAY, una empresa dedicada al rubro informático, sin antecedentes en el rubro sanitario. El empresario asegura que nunca tuvo relación con funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires. En cambio, dijo que los intermediarios que lo contrataron alardeaban de su llegada al Ministerio de Salud.

Esa maniobra es investigada en paralelo por la jueza Paula González y el fiscal porteño Maximiliano Vence, encargado de investigar a los dueños de la empresa E-ZAY y a los funcionarios que contrataron en forma directa a esa firma y habrían permitido el negociado.

La Justicia le pidió al Gobierno porteño que informe sobre la compra de barbijos

La resolución oficial estaba firmada por el entonces subsecretario de Administración del Ministerio de Salud, Nicolás Montovio, el mismo que le adjudicó los barbijos N95 a la empresa Green Salud, del abogado Ignacio Sáenz Valiente. Montovio fue el primero en dar un paso al costado aunque en la Ciudad nadie cree que haya sido el verdadero responsable.

Todavía no se pudo determinar quién o quiénes le sirvieron el negocio a la empresa E-ZAY. El único nombre que apareció en estos meses lo aportó el dueño de esa firma, Leonardo Morbelli, quien dijo que el intermediario con el Ministerio de Salud fue el médico Eduardo Kaplan.

“A mí se me presentó como un médico que trabaja para la provincia de Córdoba. De hecho, después me pidió que le cotice barbijos, termómetros a distancia, y otros productos”, confirmó Nevi en la entrevista con el mencionado medio.

De los $162 millones que había desembolsado el Gobierno porteño, hasta ahora se lograron congelar unos $80 millones en diferentes cuentas bancarias. Llamativamente, la cuenta de E-ZAY fue vaciada en pocos días. Varias de las transferencias terminaron en cuevas o financieras como INSIGHT GROUP. También hubo transferencias sospechosas a empresas de otros rubros y hasta agropecuarias, elegidas por sus beneficios impositivos. Ante la justicia, el dueño de esa firma aseguró que fue un “intercambio” con otras empresas a cambio de efectivo, indispensable para comprar barbijos en las primeras semanas de la pandemia.

A mediados de la semana pasada, la defensa de Nevi, ahora a cargo de Miguel Angel Pierri, ya había obtenido la domiciliaria en el juzgado contravencional 20, donde tramita uno de los expedientes de barbijos.

Aunque ya tenía dos fallos favorables, Nevi pasó todo el fin de semana en el Centro de Contraventores de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Pompeya, esperando que le coloquen la pulsera electrónica, un programa que depende del Ministerio de Justicia de la Nación.

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