Diego Marías: “Juntos por el Cambio debe reconfigurar los liderazgos”

Diego Marías: “Juntos por el Cambio debe reconfigurar los liderazgos”

El exlegislador dialogó con Noticias Urbanas y habló sobre el futuro de Horacio Rodríguez Larreta y los reordenamientos de JxeC en la Ciudad y en la Nación.


Diego Marías terminó su mandato como legislador el 10 de diciembre, pero seguirá trabajando en política y cerca del jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. En un reportaje con Noticias Urbanas opinó sobre el funcionamiemiento de Juntos por el Cambio en la Ciudad: “Todos tenemos que hacer un gran esfuerzo para tratar de sostener esta coalición. En el caso de la Ciudad: la Coalición Cívica, el espacio de Graciela Ocaña; Confianza Pública y ahora con la incorporación del radicalismo en forma institucional. Hay que hacer un trabajo muy minucioso, muy fino y con mucha generosidad por parte de los espacios que conforman esta coalición para consolidarlo y sostenerlo”.

Por otro lado, el expresidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura porteña analizó el año legislativo y leyes claves en las que participó como el Código Electoral y UniCABA. Y también dejó una definición importante sobre el futuro liderazgo de Juntos por el Cambio a nivel nacional. “Claramente el resultado electoral de octubre impone una discusión hacia adentro que reconfigure los liderazgos que este espacio necesita”, manifestó.

 

-Ahora que terminó su función en la Legislatura, ¿cuál será su futuro político?

-Mi futuro político es siempre ligado al Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en eso estamos y seguiremos estando. Mi mandato culminó el 10 de diciembre como legislador y la próxima parada es el Consejo de la Magistratura de la Nación. Yo ahí tengo una silla que ocuparé en noviembre del año que viene, y lo que voy a hacer en diciembre de este año está resuelto con el Jefe de Gobierno. Serán unos meses de descanso para abocarme a mi profesión en la actividad privada durante unos meses, y prepararme para ese gran desafío que tengo para el año que viene que va a requerir de mucha templanza y horas de trabajo, justo en un contexto complicado a nivel nacional: con un Poder Judicial que va a tener que encarar otras plataformas y con un nuevo gobierno.

Además, dado el resultado de las elecciones, hoy tenemos mayoría en los consejeros, pero pasaríamos a ser minoría seguramente, por lo que se invierte el orden en el ámbito de las decisiones.

 

-Cuando ganaron, lograron una alianza importante con el radicalismo, pero en las últimas reuniones del Consejo hubo algunas críticas de un sector de Cambiemos. ¿Cómo cree que va a funcionar el Consejo con esta nueva situación política?

-Yo creo que el Consejo va a retomar una dinámica muy parecida a la que tuvo hasta antes del 2015, donde había un funcionamiento muy complejo. Éste estaba prácticamente bloqueado porque había una paridad casi absoluta entre opositores y oficialismo en la representatividad, por lo cual vamos hacia un esquema bastante similar al del 2014 o 2013 donde el Gobierno del kirchnerismo tenía los votos y sillas necesarias para bloquear u obstaculizar cualquier tipo de decisión importante. Ahora, considero que ocurrirá un poco lo mismo con el oficialismo, que va a intentar torcer o imponer un poco en el orden del día.

 

-¿Cómo cree que se debería rearmar este espacio opositor que va a ser ahora Juntos por el Cambio?

-Claramente el resultado electoral de octubre impone una discusión hacia adentro que reconfigure los liderazgos que este espacio necesita. Creo que todos tenemos que hacer un gran esfuerzo para tratar de sostener esta coalición. En el caso de la Ciudad: la Coalición Cívica, el espacio de Graciela Ocaña; Confianza Pública y ahora con la incorporación del radicalismo en forma institucional. Hay que hacer un trabajo muy minucioso, muy fino y con mucha generosidad por parte de los espacios que conforman esta coalición para consolidarlo y sostenerlo, porque es la única manera en que vamos a poder rearmarnos y volver a ser alternativa de Gobierno dentro de cuatro años.

Si cada uno empieza a jugar por su lado y esto se empieza a atomizar, vamos a perder sustancia y entidad, y nos va a costar mucho volver a generar un espacio opositor que sea competitivo dentro de cuatro años, como lo fue en el 2015.

 

-En cuanto al Código Electoral, ¿cómo analiza ese logro y cómo considera que va a influir en el futuro de la Ciudad?

-El código, como todos sabemos, va a estar operativo en la elección del 2021. Se sancionó el año pasado, pero sin embargo lo que sí este año entra en vigencia es que van a asumir igual cantidad de mujeres y hombres en la Legislatura. Esto es inédito.

Y por primera vez, la elección este año pudo ser conjunta entre la Nación y la Ciudad. Hubo un solo día de elección donde el Jefe de Gobierno y el Presidente compartieron boleta, que es otra consecuencia inmediata de la sanción de este código y el resto de los efectos se verán incorporados o adaptados en el 2021.

Esto lo vemos con mucha expectativa porque nosotros queremos conformar el órgano administrativo que va a dirimir todas las reglas de juego para los partidos y la conformación del Tribunal electoral, que va a ser un área electoral permanente que tengan las ciudades, y debería conformarse antes de abril del año que viene.

Y lo que sigue en materia de derecho electoral en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires es la conformación de los dos órganos, el judicial por un lado y el administrativo por el otro, con autoridades y normas.

Luego, hay todo un juego de normas desplegado que habrá que ver cómo funciona y cómo encaja desde el momento en que empiecen a ser operativas.

 

-¿Cómo ve el futuro político de Horacio Rodríguez Larreta?

-Lo veo con mucho entusiasmo, creo que es un dirigente que ha demostrado una capacidad sin igual, y con los resultados de la última elección demuestra una enorme aceptación de su gestión en el ámbito de la Ciudad y tiene incluso el reconocimiento de otros gobernadores y otros dirigentes, hasta de la oposición, que valoran y reconocen los hechos de Horacio en términos de la transformación que ha producido en la Ciudad, la cual me animo a decir que es inédita y está a la vista. Uno puede estar o no de acuerdo con algunas de sus políticas y decisiones, pero las obras que la Ciudad tuvo y está teniendo dan cuenta de una capacidad de gestión como ninguna otra en la Capital.

Y creo que, así como fue un estupendo Jefe de Gabinete al acompañar la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad, ha demostrado ser un gran Jefe de Gobierno también. Creo que en los 4 años que le quedan por delante va a tratar de consolidar una gestión que va a dejar una huella muy grande en la Ciudad. Y él ha manifestado en muchas oportunidades su vocación de ser presidente y creo que va a llegar al mayor cargo posible en el marco de la política argentina.

Yo descuento que Horacio va a tomar ese camino, yendo con mucho cuidado, siendo inteligente, generando los acuerdos políticos que sean necesarios, con mucha amplitud, con enorme capacidad de incluir a propios y extraños y me parece que hay que confiar en su capacidad de construcción, de estratega, y siempre apoyado en una gestión muy contundente. Yo lo conozco, y creo que es uno de los mejores dirigentes que este país tiene, por lejos. Para este país sería formidable que Horacio tuviese la oportunidad en algún momento de competir y ser alternativa para ostentar al máximo cargo.

 

-¿Cuál es su reflexión sobre UniCABA?

-Creo que se dio un debate con el que hubo tanto ruido y nos escuchamos tan poco que, por momentos, se perdió la esencia o la razón de ser de ese proyecto. Los ruidos y los gritos taparon, de alguna manera, la discusión profunda de lo que esa iniciativa traía y tiene, que no es ni más ni menos que apostar a un camino que transforme la formación docente en nuestra Ciudad.

Venimos de muchos años de fracaso, por supuesto con altos y bajos, pero mejorar la calidad de formación docente, particularmente en Buenos Aires y en general en Argentina, es un deber que tenemos. Los resultados, las pruebas, las performances demuestran una bajísima calidad educativa y expone que con los años, lejos de mejorar o de aspirar a mejoras, hemos siempre caído un poquito más.

Entonces, lo que viene a proponer UniCABA es ver si de una buena vez por todas encontramos alguna solución que nos saque de este deterioro y alumbrar alguna alternativa a mediano o largo plazo que ofrezca mejores posibilidades para todos. Y la clave de la mejora de la calidad educativa está en la formación docente, con buenos y mejores maestros y profesores seguramente vamos a tener mejores alumnos, mejores ciudadanos y mejores profesionales.

Más allá de toda la discusión y de lo que fue el proceso de sanción de esa ley, está todo por verse. La UniCABA aun no está funcionando, no tiene ni siquiera su rector nombrado, con lo cual hay que dejar que este proyecto de sus primeros pasos, arroje sus primeros resultados y recién ahí juzgar si fue una buena o mala decisión. Pero en base a prejuicios y dudas ideológicas, a desconfianzas, no podemos decir si esto es bueno o malo sino hasta que tengamos los primeros egresados y corroborar entonces la calidad con la que se reciben.

En paralelo, los 29 institutos de formación siguen funcionando, siguen matriculando aspirantes, con sus presupuestos, con su personal. No hubo ningún tipo de bloqueo o de merma, ni ninguna acción que el Gobierno haya hecho para desbaratarlos, achicarlos o cerrarlos. Todos esos mitos y todas esas dudas creo que han dejado al desnudo que no era más que un prejuicio, y la realidad es que hasta que la UniCABA no empiece a funcionar y mostrar los primeros resultados, cualquier crítica no constructiva me parece que tiene que ver más con los prejuicios y con la resistencia de algunos sectores que se niegan a perder los privilegios históricos que han tenido y que obstaculizan de esa forma que haya avances.

Entonces, me parece que la UniCABAes la posibilidad de empezar a torcer esa historia. Más allá de las discusiones que esto originó y de las acusaciones de un lado y del otro. Dejemos que ese proceso transcurra naturalmente y que el Gobierno que comienza Horacio pueda cristalizarlo a partir de la organización de la universidad, que empiece a dar sus primeros pasos. Va a ser un proceso largo y complejo pero que hay que abordar y que hay que sostener con mucha responsabilidad, sin mezquindades. Y yo confío en que se verá a la larga que fue una gran decisión de este Jefe de Gobierno haber propuesto ese proyecto de ley.

 

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