El primer precandidato a diputado nacional por el frente Avancemos hacia 1País Mejor, Matías Tombolini, abrió las puertas de su casa en el barrio de Almagro, este domingo, a las 8.30 de la mañana, para recibir a numerosos periodistas, a quienes invitó a desayunar en su cocina, que se hizo famosa por sus videos de campaña.
De muy buen humor, ofreció facturas, mate y café junto a su mujer, María Stroman; su hija, Camila, de 16 años, que votará por primera vez en esta elección, y Segundo, de 13 años, hijo de María. Los trabajadores de prensa, además, se llevaron “tombolsitas” con seis medialunas cada uno.
Hubo definiciones políticas, pero también notas de color, mientras el precandidato mostraba a los movileros, redactores, camarógrafos y fotógrafos algunos de los elementos de su cocina, por ejemplo, su heladera modelo 2006, que, reconoció, “no funciona tan bien” como muchos creen. “Mirá cómo salen los hielos”, dijo, entre risas. Sobre su puerta, un cartel multicolor titulado “Strombolini”, que conjuga el apellido de su mujer, Stroman, y el suyo, llamó la atención de los periodistas. El precandidato contó que el dibujo lo hizo su hija menor de 10 años, que no se encontraba en la casa al momento de la nota.
También hubo lugar para definiciones políticas. Tombolini destacó lo realizado por su equipo en la campaña previa a las PASO, en tan poco tiempo (“hace 40 días yo me encontraba del otro lado del mostrador”, recordó) y se mostró a favor de la utilización de la boleta única, en lugar del sistema actual, ya que esta permitiría achicar gastos y reducir el uso de papel. Sin embargo, aclaró que prefiere la boleta única en papel a la boleta única electrónica.
Sobre las PASO, expresó que su realización no tiene sentido si con estas no se definen internas. También dijo que “no tiene cábalas” para la elección y reconoció que “no pegó un ojo” en toda la noche.
A las 9:30 concurrió a votar a la escuela Rosario Vera Peñaloza, ubicada en Pringles 1165, y se mostró optimista respecto a los resultados. Según adelantó, luego acompañaría a su mujer y a su hija a votar y continuaría con una recorrida por unas “setenta escuelas” para saludar a los fiscales de su espacio.