Randazzo, Scioli y Magario, el mapa hoy del PJ en Provincia

Randazzo, Scioli y Magario, el mapa hoy del PJ en Provincia

Las tendencias en el peronismo serían dos. Una, la que encabezaría Florencio Randazzo. La otra, encabezada por Scioli y Magario. NU te cuenta el mapa hoy.


Mientras pasan los meses y aún los años, el peronismo sigue buscando una identidad que sea su impronta en el tiempo que vendrá. Ahora en el llano -tras ser sucesivamente el menemismo, el duhaldismo y el kirchnerismo-, la ausencia de un proyecto que supere la coyuntura política de hoy dificulta al Consejo Nacional Federal partidario la conducción de los díscolos cuadros intermedios que encarnan el ADN de una historia que ya superó los 70 años de existencia. En resumen, hoy el peronismo busca un nuevo “ismo” para volver.

A partir de aquella traumática derrota en 1983 a manos de Raúl Alfonsín, al partido le costó mucho, demasiado, conducir el reclamo social, que en muchas ocasiones tomó rumbos políticos silvestres, atravesados por líneas ideológicas en las que se mezclaban las experiencias del propio peronismo con las de casi todas las variantes de la izquierda, que van desde el maoísmo hasta el trotzkysmo, sin dejar de parar en las estaciones intermedias del viejo Partido Comunista.

Desde entonces, aquel aura de la invencibilidad en las urnas que ostentaba el partido que fundó el General Perón quedó en el olvido, una situación que se profundizó en los 90 y que permitió el ascenso al desastre de la Alianza. Hace un año y medio, vive la incertidumbre con la derrota frente a la coalición de signo opuesto al peronismo que encarna Mauricio Macri.

Desde el fallecimiento del General Juan Domingo Perón, el 1º de julio de 1974, el peronismo encontró sólo una vez a un líder nacional permanente, que fue Néstor Kirchner. Hubo otros liderazgos, más fugaces, como los Carlos Menem y Eduardo Duhalde, pero éstos eran más jefes que líderes, porque si bien comandaban facciones poderosas, no conducían más que al aparato del Estado y a un sector del territorio, pero no a la totalidad de un peronismo que es un movimiento, un mundo y una cultura, más que un partido político. Si bien tampoco Kirchner se constituyó en el líder de todo el peronismo, su construcción de poder fue mucho más afinada y más concurrente con la coyuntura política que la de sus predecesores mencionados.

La coyuntura actual

Después de un largo proceso de digestión de la derrota en la Provincia de Buenos Aires, parece haber quedado claro que el poder real en el peronismo bonaerense reposa en sus intendentes, que fueron los únicos sobrevivientes en el mar de la desazón.

En tal contexto, son los intendentes lo que agitan hoy a los futuros candidatos que competirán en las legislativas de octubre. Cada candidato en busca de su lugar buscó apoyo, cobijo y solidez entre los jefes comunales. Así, Florencio Randazzo y Daniel Scioli, los únicos que hasta ahora se han destacado en el pelotón de aspirantes, vienen recorriendo desde hace bastante tiempo los municipios.

Según adelantaron en varias ocasiones sus laderos a NU, la expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner no sería de la partida en esta ocasión. Una de las razones es no exponer al peronismo a ser plebiscitado en el momento en que quien debe serlo es el Gobierno de Mauricio Macri, que se defenderá de los mútiples cuestionamientos que le lanzó la oposición lanzando las culpas hacia “la herencia recibida”, para lo que contará con un apoyo mediático muy fuerte y sostenido. Paradojas de la post-verdad.

Otra de las razones ya fue explicada en los primeros párrafos de esta nota. El peronismo se encuentra a la búsqueda de su nuevo “ismo”, que excluirá a la expresidenta del número uno, pero no de ser una de las protagonistas de la nueva etapa que se abrirá el 22 de octubre.

Existe una tercera razón, aunque seguramente hay varias más, que serán omitidas por ahora. La expresidenta mide muy alto en el conurbano, pero no congrega a su alrededor a todo el Partido Justicialista. De todos modos, los intendentes que encargaron medir su figura en sus distritos no se oponen, en general, a su candidatura, porque los guarismos son importantes y el peronismo respeta mucho a los que ganan porque no nació para estar lejos del poder. CFK obtiene cifras cercanas al 40 por ciento en algunas zonas.

Randazzo

Durante todo el año pasado, el exministro del Interior sólo se dejó ver en dos ocasiones: la primera, acompañando a Macri en la inauguración de un tramo del Ferrocarril Roca electrificado y la segunda fue una cena con la gobernadora María Eugenia Vidal, cuya información recién trascendió un mes después.

En enero de 2017 se esperaba alguna señal de su intención de ser el candidato anti-k, pero Randazzo se limitó a sentarse en un sillón de la playa de Valeria del Mar leyendo a Arturo Jauretche y la Encíclica del Papa Francisco Ludato Si. Desde entonces, sólo se lo vio en reuniones con algunos de sus partidarios, pero no efectuó apariciones públicas en pose de candidato. Tanto silencio – fue una pérdida de tiempo anti polarización- y amenaza sus posibilidades, en tiempos en que las apariciones mediáticas lo son todo cuando se aspira a llegar al poder.

Esta mora en descubrir sus propósitos conspira contra su intención. Lo mismo, Randazzo cuenta con múltiples apoyos, al mismo tiempo que muchos de sus posibles aliados ya parecen haber tomado otros caminos.

Para ponerlo en blanco sobre negro, hoy el exministro cuenta con el apoyo de algunos intendente del Grupo Esmeralda, como Juan Zabaleta (Hurlingham), Gabriel Katopodis (San Martín) y Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar), a los que habría que sumar a los jefes comunales alineados con el expresidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, que forman parte del Grupo El Establo, que conforman, entre otros, Marina Fasi (Cañuelas), Mario Ishii (José C. Paz), Ricardo Casi (Colón), Juan Carlos Gasparini (Roque Pérez) y Ricardo Curutchet (Marcos Paz). También otros mandatarios comunales no alineados se inclinarían por la opción del exministro del Interior, a los que habría que sumar a los sindicalistas que integran el Movimiento de Acción Sindical Argentino y a varios de los integrantes de los ocho bloques en los que se encuentra diluido el peronismo en ambas cámaras legislativas provinciales.

Impulsado por estos apoyos, Randazzo exigió este miércoles que las candidaturas se diriman en las Primarias. “La unidad del peronismo para enfrentar” a Cambiemos “sólo puede construirse a través de las Paso”, pegó primero su espacio a través de un documento consensuado. La convocatoria, plantearon los seguidores del ex ministro. es para “todos, dentro y fuera” del peronismo, para “ser partícipes de una propuesta superadora que defienda el interés del conjunto de la población, especialmente de los más humildes”.

En el penúltimo párrafo, los randazzistas llegan al hueso de su propuesta. “Este espacio cree que la necesaria unidad del peronismo para enfrentar al modelo económico” que encabeza el presidente Mauricio Macri, aunque plantea que la unidad “sólo puede construirse a través de la realización de las Paso. Cuando decidieron los dirigentes, sobrevino la derrota, por eso es necesario que decida la gente”, cuestionaron sin mencionar al kirchnerismo.

Los “amplios K” y más allá

El martes último hubo un asado en la casa de Juan Cabandié, pero no fue una reunión social. En el quincho del diputado de La Cámpora se sentaron los intendentes del Grupo Esmeralda Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) Juan Pablo de Jesús (Partido de La Costa); los jefes comunales del Grupo Fénix Verónica Magario (La Matanza), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Ariel Sujarchuk (Escobar), Walter Festa (Moreno) y Gustavo Menéndez (Merlo). También estuvieron los mandatarios del Grupo Patria -más cercanos a Cristina- Jorge Ferraresi (Avellaneda), Pablo Zurro (Pehuajó) y Mario Secco (Ensenada). Con ellos estuvo también el presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza.

Lo primero que se plantearon los presentes fue que es necesario “generar una lista única, sólida y fuerte“, que contenga a todos los grupos que pululan por el peronismo sin terminal distrital ni nacional. Los nombres no fueron planteados, según los asistentes, aunque esto suena poco creíble para quien conoce los mentideros de la política. Menos aún si plantean, como lo hicieron, que los candidatos se conocerán cerca del cierre de las listas.

Desplazamientos, fugas y otras yerbas

En este punto es necesario recoger los nombres que sonaron hasta ahora para encabezar la lista que incluye a los K. El más escuchado, por el momento fue el de Daniel Scioli, que estaría acompañado en la nómina de diputados por Verónica Magario, la preferida de Cristina. Aunque en lo de Cabandié,  Scioli no estuvo. La noticia fue el -posible- desplazamiento de Insaurralde, que se venía dando desde hace algún tiempo. El jefe comunal de Lomas de Zamora comenzó cerca del randazzismo -se reunió con él en su oficina de la calle Esmeralda- y ahora se acercó al kirchnerismo.

Por el otro lado, algunos dirigentes deslizan por lo bajo que en realidad Randazzo no está trabajando dentro del peronismo, sino que intentará atrapar a algunos de sus seguidores y migraría con ellos hacia el massismo. La acusación es grave y poco creíble, pero sus apariciones cerca de los dirigentes Pro -Macri y Vidal- escriben la palabra “duda” con letras de neón.

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