Daniela Aruj: “El Gobierno llega tarde con la comunicación”

Daniela Aruj: “El Gobierno llega tarde con la comunicación”

Entrevista exclusiva con la especialista en marketing político e imagen pública.

Daniela Aruj

“Sin duda, la imagen del Gobierno nacional y la imagen personal del Presidente han caído”, señala Daniela Aruj. Sin embargo, la especialista en marketing político e imagen pública no descarta que esto sea “algo temporal” y que Mauricio Macri “pueda reconstruirla con el correr de los meses”. “De todas maneras, la Argentina está muy atada al valor dólar y, por eso, el incremento en el precio de la divisa y la consecuente –y creciente– inflación pueden detener el viento a favor de los fondos, producto del empréstito con el FMI”, afirma en esta entrevista con Noticias Urbanas, en la que analizará minuciosamente la situación política actual, las posibilidades electorales de cada dirigente y los aciertos y errores de comunicación de cada uno.

–El declive de la imagen de Macri tuvo un efecto rebote y arrastró a María Eugenia Vidal y a Horacio Rodríguez Larreta, quienes también perdieron puntos, ¿considera que esto puede agudizarse en el futuro o que, por el contrario, alguno de ellos, o ambos, puedan sumarle un extrabonus a Macri?

–María Eugenia Vidal siempre fue la mejor traccionadora de la imagen presidencial, aunque sabemos que con ello solo no alcanza y comienza la etapa en la que debe demostrar resultados tangibles. La gente que antes se conformaba con ser escuchada después de tantos años de olvido, ahora exige atención y obras, y eso se está demorando. En cuanto a Horacio Rodríguez Larreta, nunca fue un líder carismático y es posible que este declive solo sea un problema temporal de imagen, con mayores probabilidades de reencauzarse.

–¿La sociedad está desencantada?

–La sociedad lleva años de desencanto y desencuentros con la clase dirigente, no solo con los políticos sino con los sindicalistas, empresarios y miembros del clero. A esto se le agrega que se generó una gran expectativa de cambio que sembró mucha ilusión en algunos segmentos, que hoy empiezan a sentirse sin respuestas. Y eso hace sentir doblemente el impacto.

–¿El Gobierno podría haber comunicado mejor a la sociedad cuestiones sensibles como el acuerdo con el FMI, la suba del dólar o el aumento de las tarifas? ¿O la estrategia fue la correcta?

–Primero, debemos diferenciar los problemas de gestión del Gobierno de los de comunicación. El Gobierno llega tarde con la comunicación, y la falla, quizá, sea producto de esperar sondeos y resultados de medición de impacto en la ciudadanía antes de salir a hablar públicamente. Esto, lógicamente, retrasa cualquier mensaje. Por otro lado, la comunicación de crisis es un aspecto que, hasta el momento, no deja de fallar.

–¿Al Gobierno se le terminó el argumento de la “herencia recibida”?

–El argumento de la “herencia recibida” pudo haber sido efectivo en el primer año de gobierno y podría haberse utilizado mucho más con un diagnóstico claro en cada área de gestión. Hoy es totalmente extemporáneo. De aquí a mayo de 2019 solo queda empezar a mostrar resultados tangibles para el ciudadano medio, al que se le pide constantemente un esfuerzo.

–Cristina parece haber entendido que su mejor estrategia opositora, hoy, es aparecer lo menos posible. ¿Usted coincide con esto?

–El Gobierno va a seguir esforzándose por polarizar con el PJ menos dialoguista, y este es el encabezado por la expresidenta. Ella entiende muy bien el juego político y espera el momento indicado para tomar su rol en caso de ser necesario enfrentar una campaña.

–Pero su alta imagen negativa favorece al Gobierno.

–El Gobierno gana con esta situación de Cristina con piso alto y techo bajo. El problema para el Gobierno reside en no lograr gestar mayores consensos, lo que en un escenario de balotaje puede complicar la reelección.

–¿A qué dirigente de la oposición ve con más posibilidades para crecer en este escenario y qué debería hacer para que esto ocurra?

–Veo varias figuras que puedan liderar la oposición: el más lanzado a hacerlo, Urtubey. Con un panorama a 2023, está Sergio Uñac y quizá sea este el año para que Sergio Massa reconstruya su liderazgo opositor constructivo, y para eso la receta es muy simple: volver a los orígenes.

–Una múltiple: ¿qué aspectos de la comunicación verbal y no verbal deberían mejorar Macri, Vidal, Larreta, Marcos Peña, Cristina, Massa, Urtubey y Randazzo?

–Macri sigue sin generar pasiones, mejoró muchísimo desde sus inicios pero no trasmite entusiasmo ni confianza, y en eso debe trabajar. María Eugenia Vidal tiene que mostrarse más fuerte, ya que estamos en etapa de ser más dirigente y menos escuchadora. Cuando demuestra fuerza, gana. Horacio Rodríguez Larreta debe trabajar su sonrisa, su vestimenta y tratar de generar empatía poniendo todo de sí mismo. Marcos Peña debería verse más humilde, con más sentido común; quizás por ser joven y estar en el área de mayor poder del Gobierno exageró su postura y, por momentos, se lo percibe soberbio. Cristina debe ser más constante y pareja en su comunicación, no dejarse llevar por la ciclotimia y los sentimientos. En comunicación política se hace estrategia con la cabeza aunque debamos transmitir emoción continuamente. Massa tiene un largo camino para recuperar credibilidad, pero es desde la comunicación, la apariencia y el comportamiento donde debe trabajarse. La receta es similar a la de Cristina, ser más constante. Urtubey tiene que darse a conocer. Lentamente, su nombre se hace popular pero debe comunicar mucho más. Tiene que mostrar temas de gestión superadores, propuestas. Está en etapa de lograr lazos y afianzar vínculos con posibles futuros electores. Randazzo no es constante ni en sus apariciones ni en sus apetencias políticas. Un día dirige la oposición y otro se toma varios meses sabáticos. Hoy lo veo más encaminado a ser un líder opositor pero no a ser candidato.

–Mientras estamos haciendo esta nota se está debatiendo en Diputados la media sanción de la ley que busca legalizar el aborto, que es un tema que divide a la sociedad. ¿Cree que el Gobierno nacional puede pagar el costo político con la parte que se vea derrotada?

–No lo veo al Gobierno pagando un costo político con respecto a este tema. Si la ley se sanciona queda en la historia como quedó Cristina con la sanción a la asignación a la niñez. Y si no se sanciona fue el que más lejos llegó. Lo que como argentinos deberíamos aprender es a debatir ideas y no personas. Tampoco generar otra grieta donde, supuestamente, es correcto pensar de una manera e incorrecto hacerlo de forma contraria. Esto anula libertades.

–¿Le parece correcto el manejo de la agenda de género que está haciendo el Gobierno nacional o debería mejorar en este aspecto?

–Yo creo que vamos a ser un país con igualdad de género y oportunidades el día que ya no hablemos de género sino de personas con capacidad para asumir desafíos. El Gobierno responde a lo que la sociedad propone, a veces correctamente y otras no. Está lejos de ser proactivo, actúa más reactivamente y a veces con instinto oportunista.

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