Cristina: “A mí nunca nadie me pagó nada por firmar ningún decreto”

Cristina: “A mí nunca nadie me pagó nada por firmar ningún decreto”

A través de una carta que publicó en Facebook, la expresidenta se refirió por primera vez al caso de los cuadernos. La carta completa.


Un día después de que el dueño de Hidrovía S.A., Gabriel Romero, se presentara como arrepentido a declarar que pagó sobornos a cambio de un decreto presidencial, Cristina Fernández le respondió publicando en su sitio de Internet.

En un texto titulado “Sobre pijamas, dormitorios y decretos en la Argentina macrista arrepentida”, la ex mandataria aseguró que el empresario declaró en contra de ella debido “al evidente manejo extorsivo de la figura del arrepentido, llevado a cabo por (el fiscal) Stornelli y (el juez) Bonadío”. Romero había confesado que en enero de 2010, durante la presidencia de Cristina Fernández, pagó un soborno que le permitió la extensión del cobro de peajes por el río hasta 2021 y que amplió su traza de navegación.

En la carta acusó al fiscal Carlos Stornelli y al juez Claudio Bonadio por “el evidente manejo extorsivo de la figura del arrepentido”, acusación que extendió también a la cúpula del Poder Judicial, a los medios de comunicación y al Gobierno por dar su “beneplácito” a una situación “escandalosa”.

El primer párrafo de la carta está dedicado a relativizar la causa que instruye Bonadio y a ningunear tanto al remisero Oscar Centeno como al extitular del Órgano de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) Claudio Uberti, quien relató la existencia de bolsos con dólares por sumas millonarias en el dormitorio del departamento de Recoleta de los Kirchner.

“He decidido no hacer comentarios sobre remiseros “arrepentidos” que dicen haberme visto en pijama, ni tampoco opinar sobre ex funcionarios de cuarta línea, también “arrepentidos”, que nunca formaron parte de mis dos presidencias, pero que describen excursiones casi turísticas en mi dormitorio”, comienza la publicación de Cristina Kirchner, que justificó su reacción y la publicación de la carta por la “indignación” que le produjeron las noticias sobre la confesión del empresario Romero.

A partir de ahí, y a lo largo de once puntos, relató que por la salida de la convertibilidad en 2002 se volvió obligatorio renegociar los contratos de obras y servicios públicos, incluido el de la Hidrovía, originado en 1995, y que para eso Néstor Kirchner creó la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (Uniren).

La expresidenta dijo: “Al contrario, los problemas judiciales que tengo son por haber afectado intereses económicos concentrados y hegemónicos muy poderosos”.

 

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