Cómo diagramó Larreta la maratón hacia el 2023

Cómo diagramó Larreta la maratón hacia el 2023

Opinión


El 10 de diciembre no será un día más en el ámbito nacional. El traspaso del poder dejará seguramente a Mauricio Macri por fuera del protagonismo político y empezará la era de Alberto Fernández con todos los interrogantes que por ahora el hecho implica.

Pero no será el único cambio que sufrirá la Argentina. Habrá dos más, significativos y distintos. El ingreso a las grandes ligas de la política del ex ministro de Cristina, Axel Kiciloff, vencedor nada más ni nada menos que de María Eugenia Vidal, y la confirmación de la carrera ascendente de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, que mientras escribimos estas líneas, culmina su visita en el Vaticano al Papa Francisco.

Concretamente aquí nos vamos a referir al presente y al futuro de Larreta.

Equilibrista del poder durante el último tramo del gobierno de Macri, Larreta supo construir a su manera un espacio en la Ciudad cada vez más amplio que le brindara sustentabilidad incluso en los momentos más caóticos que atravesó la coalición nacional que integra. Algo logrado con creces.

Por algo estuvieron quince días agradeciendo la confianza de los vecinos que los votaron para ganar de manera inédita en primera vuelta.

El tejido de la Coalición que gobernará otros cuatro años la capital argentina tiene algunas particularidades que iremos desarrollando para entender bien qué pasa en estos momentos por la calva cabeza del jefe de Gobierno.

Por un lado vamos a referirnos a la conformación del gabinete. En el mismo se verán representados todos los integrantes de la nueva coalición, los más antiguos obvio pero ahora incluidos los sectores de Martín Lousteau y los radicales, sectores parecidos pero no idénticos. El senador electo se quedará con el Banco Ciudad para Guillermo Laje, primo suyo, especialista en temas financieros y hombre cercano durante todo su recorrido político. Mientras que los radicales en sus diferentes versiones (Daniel Angelici y Emiliano Yacobitti como sus principales expresiones) coincidirán en un viejo conocido del distrito, José Luis Giusti, probablemente en la cartera de Desarrollo Económico, una de las desdobladas.

En una remake de la posición de Santiago de Estrada, diez años atrás, Pablo Clusellas actual legal y técnico de la Presidencia, tendrá una silla fiscalizadora en la Auditoría y Francisco Quintana ya ocupa un lugar en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad, en lo que serán las dos únicas concesiones que hará Larreta a los perdedores políticos que regresan de la batalla nacional. Salvo segundas o terceras líneas y en lugares muy puntuales, ningún ex funcionario nacional tendrá lugar en las primeras líneas del Gobierno porteño a pesar de los desesperados pedidos del propio Macri y de las operaciones periodísticas de Marcos Peña.

Larreta no va a gritar a los cuatro vientos sus aspiraciones, pero ninguna acción de aquí en más irá en contra de su proyecto presidencial. Y junto al jefe de Gobierno, se destaca entre sus coroneles la continuidad de la gestión que recaerá nuevamente en Felipe Miguel mientras que Eduardo Macchiavelli, en aras de lograr un mayor protagonismo para el larretismo, será el secretario general del Pro a nivel nacional. Será la manija operativa, quién secunde a Patricia Bullrich, que fue impulsada por Macri para encabezar la oposición desde su partido. Y además mantendrá el sector Ambiental (ampliado) del gobierno ya que su sucesora Clara Muzzio, atenderá solamente los relativo a Espacio Público en una clara división de aguas del actual ministerio. El retroceso de Franco Moccia del super ministerio del Paseo del Bajo al directorio del Banco Ciudad, marca quizás la importancia de las alianzas y las bajas propias que decidió Larreta.

De los extra distrito, María Eugenia Vidal, Emilio Monzó y quizás Rogelio Frigerio si no se va afuera, serán quienes discutan (ya hubo charlas) puertas adentro las políticas a desarrollar para ganar la maratón, cómo le gusta denominar a Larreta la carrera al 2023. Hernán Lacunza y Gustavo Ferrari ya tendrían una silla asegurada en el esquema de construcción nacional creciente, mientras que los diputados que responden a Monzó podrían dar una mano en el plano parlamentario.

Quién sin dudas va ser fundamental en la próxima etapa será Diego Santilli quien no solo mantiene su poder interno personal, a su tropa afilada en el gobierno, Legislatura con Agustín Forchieri, Gobierno con Bruno Screnci y Banco Ciudad con Fernando Elías son algunos de los top del Colorado. Su capacidad en la negociación política y las relaciones que supo cultivar el reelecto vicejefe, lo llevarán -quizás en coordinación con Macchiavelli- a recorrer el país buscando acoplar voluntades para la nueva aventura política. tampoco hay que descartar el origen peronista de Santilli, una carta importante para negociar con el poder central, donde abundan los amigos.

Hay que gobernar y proyectar discretamente la figura del “Pelado”. Ese es el objetivo. Larreta y una instalación más internacional en esta etapa (con Fernando Straface muy cerca), en el país sus principales espadas Macchiavelli y Miguel cada uno en lo suyo, Santilli y su expertisse todo terreno en armados políticos, Lousteau y los radicales con una apuesta más integrada y política, Vidal y Monzó aportando para relanzar nacionalmente al espacio sin Macri, cuando esto sea posible, y una relación de baja intensidad de conflictos con el nuevo gobierno nacional, todo ello será la guía de Horacio Rodríguez Larreta para ver si el 2023 lo ve llegando en la maratón, tras 42 durísimos kilómetros.

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